Capítulo III

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El interior del enorme barco, resplandecientes candelabros adornaban los techos, y los salones estaban bañados por una fuerte luz dorada.

Las mujeres vestían suntuosos vestidos, con diamantes y joyas de oro o plata.
Parecía un desfile, o mejor dicho, una competencia para ver quién podía mostrar más su riqueza.

Una hipocresía que no pasó desapercibida a los ojos del ingenuo Taehyung.

Fecha
10 de Abril

Horas
20:36
(8 horas y 30 minutos despúes del embarque)

—¡Oh los Señores Kim!— exclama el señor Blanket levantándose para abrazar al jóven.

—Señor Blanket, un honor conocerla en persona. He oído hablar mucho de usted.— con el tono de voz utilizado cualquiera, incluso el niño ahí presente en la mesa en los brazos de su madre, habría entendido la ironía.

Exactamente como la señora Kim, que deja escapar una risa un poco nerviosa interrumpiendo a su hijo tan pronto como sea posible, para evitar tonterías.

—Señor Blanket, nos sentimos increíblemente honrados de que esté considerando financiarnos.— dándole al hombre una sonrisa mientras Taehyung pone los ojos en blanco.

—Oh Señora Kim siempre tan hermosa. Permítame acompañarla a la mesa.— el hombre estira su brazo, tomado por la mujer, quien luego es presentada a la mesa con Taehyung.

—¡Señores, es un honor para mí presentarles a la señora y al señor Kim!— exclama Blanket mostrando una sonrisa a la mujer y señalandolos con la mano. —Mis futuros socios comerciales.—

Un ligero y cortés aplauso se abre paso entre los presentes, y unas mujeres, bastante viejas, se levantaron para toquetar a Taehyung, quien se sentía bastante incómodo.

Un ligero y cortés aplauso se abre paso entre los presentes, y unas mujeres, bastante viejas, se levantaron para toquetar a Taehyung, quien se sentía bastante incómodo

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Después de las presentaciones todos estaban sentados al lado de la mesa hablando de política, finanzas y negocios.

Cosas que deberían haberle interesado a Taehyung como necesarias para realizar el sueño que su difunto abuelo le había transmitido, pero que en realidad lo aburría terriblemente.

—Señor Kim, ¿cuántos años tiene?— pregunta de repente una mujer en la mesa, de unos 40 años, bloqueando el bocado de carne que Taehyung estaba a punto de ingerir.

—Casi 24, señora.—

—Y si se me permite, ¿por cuál razón aún no está casado?—

—La Señora Burton, tiene razón. Usted es un jóven tan encantador.— habla otra mujer con el pelo rojo e hinchado, que parecía a una peluca quemada... si esa no fuera.

—Y sus rasgos asiáticos son muy elegantes.— esta vez habla una abuelita.

El cumplido casi le hizo ternura si no hubiera sido la madre del señor Blanket.

TITANIC ✧ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora