Capítulo XVIII

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Fecha
12 de Abril

Horas
17:22
(2 días, 5 horas y 11 minutos despúes del embarque)

La tarde había transcurrido entre diversas demostraciones de amor y besos.

Un toque ponía nervioso al castaño y asustaba a Jungkook quien a la vez se sentía el hombre más feliz y emocionado ante ese contacto con el mayor.

Agh... Jungkook para...— el menor disfrutaba torturando el cuello de Taehyung dejando marcas violáceas a lo largo de toda la clavícula.

—¿Por qué debería?— sonríe, soplando deliberadamente en la cavidad haciendo que el castaño temblara bajo su suave toque.

—Porque sí.—

—Vale.— el pelinegro colocó sus manos a ambos lados del mayor, observándolo desde arriba.

—¿Qué es ese objeto?— Taehyung toma un cuaderno sobre la mesilla de noche y lo abre. —¿Eres artista, Jungkook?—

—Me encanta enmarcar cualquier cosa que me llame la atención.— responde volviendo a atacar la suave piel canela con dulces besos.

—Hay docenas de dibujos sobre las mismas cosas. No te dejas fascinar fácilmente.—

—Es cierto, pero me obsesiono rapido.— el azabache sube la mirada haciendo contacto visual con el mayor, que se sonroja al sentir su profunda mirada sobre él. —¿Puedo dibujarte?—

—¿C-cómo?— abre los ojos curiosa y nerviosamente.

—Pocas cosas me encantan, y tú eres una de ellas.—

—No sé posar. No soy tan hermoso como estás mujeres francesas. Mira sus ojos.—

—Mis ojos encontraron tantos, pero solo se perdieron en los tuyos, Kim Taehyung.— lo jala por la muñeca obligándolo a levantarse y seguirlo —Ven conmigo.—

Ambos se dirigen hacia el pequeño salón presente en la cabina.

—¿Y si Charles vuelve? Ya es tarde.—

—No nos molestará. Siéntate.— dice tomando una silla y acercándola a la portilla. —La luz es perfecta aquí.—

—J-Jungkook...— el nombrado se acerca colocando sus manos en su cintura desnuda.

—¿Confías en mí?—

—Confío en ti.— Taehyung así se acerca a la silla, mostrando su espalda.

—¿Por qué por detrás? Quiero pintar tu cara.— Taehyung voltea ligeramente hasta la cintura, mirando hacia arriba, sonriendo satisfecho.

—Tendrá que limitarse, Señor Jeon.— le responde sonriendo y haciendo que Jungkook le devolvié la sonrisa comienzando a dibujar.

El lápiz parecía moverse solo mientras los ojos del pelinegro recorrían los rasgos delicados y femeninos de Taehyung.

Tan dulce, tan suave, tan suyo. Sí... Kim Taehyung era suyo, su única razón de vida.

Su rostro era el de un ángel, el mismo ángel guardián... No era creyente pero creía firmemente que no había nada terrenal en el mayor.

Todo en su hermosa flor era celestial.

Tal vez Dios realmente existía y había decidido darle ese espléndido regalo... cuánto deseaba creer en esto.

Nunca se alejaría de su flor, de su estrella, de su ángel. Él siempre estaría a su lado para protegerlo.

TITANIC ✧ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora