3 Noviembre
Otro día más de lluvia. Taehyung salió a caminar con su paraguas.
Disfrutamos del paisaje del río con los patos divirtiéndose jugando en el agua en contraste con la modernidad del paisaje de fondo.
Tomó la carta y la dobló en forma de avión, haciéndola volar entre las olas del viento.
Esperaba que esa carta llegara a cualquier parte, a cualquier lugar pero nunca a manos de una persona que en ese momento se encontraba al otro lado del río pasando desapercibido.
Preparándose, regresó lentamente a su negocio.
Se quitó el abrigo colocándolo a un lado y doblando el paraguas completamente doblado en un cubo para no mojar el suelo.
Volvió a sus cuentas.
—¿Está abierto?— preguntó un hombre tocando el timbre detrás de la puerta.
—Si...— respondió sin levantar la cabeza, escuchando una risilla pero sin darle cuenta.
—Busco un libro llamado 'TITANIC'- Taehyung confundido elevó una ceja.
—No creo exista...— fue a mirar el hombre. —¿Qué?—
—Este lugar es muy lindo, se nota que le pusiste esfuerzo.—
—MALDITO IDIOTA— entre lágrimas el castaño se arrojó a los brazos del azabache quien le correspondió abrazándolo con fuerza.
—Hola a ti también, osito.—
—¿Cómo sobreviviste?—
—Fue muy afortunado que algunos hombres pasaron a salvarnos... Bueno no todos... Me quedé sobre una puerta. Casi perdía las esperancía de vivir y morir de frío. Pero me dije que no podía morir si no mi osito se ponía celoso de los angeles.— sonrió.
—¿Charles?—
—Él... él no tuvo la misma suerte.— la sonrisa de Jungkook se volvió nostálgica mientras la de Taehyung se borró.
—¿Dónde has estado todo este tiempo?— dijo acariciando su rostro.
&Bueno, San Francisco no es nada pequeña, cachorro. Y primero tenía que resolver algo con mis padres.— acarició un mechón en su rostro. —Espero que no estés enojado conmigo.— el mayor le dio una palmada en el pecho.
—¡Claro que lo estoy! ¡Sabes cuánto lloré por ti!—
—Lo siento bebé.— metió el brazo en el bolsillo. —De todos modos, me llegó tu carta y tengo un par de sorpresas, si no decides matarme primero.—
—¿Qué sorpresas?—
—Le pediría si pudiera mantener el lugar cerrado por unas horas.—
—Si... puedo.— los dos abandonaron el negocio después de que Taehyung puso el cartel en CLOSED y caminaron hasta el auto de Jungkook. —Este es el camino a mi casa.— Jungkook sonrió.
—Te dije que las sorpresas eran más de una.— y de hecho estacionó exactamente frente a la casa del castaño donde su madre esperaba afuera con un paraguas esperándolos bajo la lluvia. —Sra Kim.—
—Jeon Jungkook.—
—¿TÚ SABÍAS?—
—Cariño, solo viño hace una hora. Me impactó a mi también verlo de nuevo.— dijo y llevó los dos adentro.
—¿Puedo saber cuáles son estas sorpresas?—
—Eres demasiado impaciente, pequeño.— poco después un ladrido agudo llegó hacia el pie de Taehyung. Era un cachorro de pomerania del tamaño de su mano, que Taehyung inmediatamente recogió. —Y la sorpresa final decidió hacer una entrada sorpresa.—
—Jungkook, es hermoso.— dijo acariciando y besando el pelo del cachorro.
—Me hace feliz que te guste.— sonrió y en el mientras se arrodilló. —Y ahora la sorpresa principal.— una pequeña caja roja escarlata salió de su bolsillo y al abrirla se reveló un anillo de oro con una joya de zafiro en la parte superior.
—Jungkook...—
—Es lo más costoso que encontré.— se levantó poniéndolo en su dedo. —Ya leí que dijiste de sí pero tengo que hacerlo formalmente.— Taehyung ponió su mano ante su boca asombrado. —¿Quieres ser mi esposo?— el mayor asintió diferentes veces antes de dejar el cachorro en los brazos de su madre y lanzándose en los de Jungkook.
—Te amo Jeon Jungkook...— se destacó ligeramente acercando sus narices. —Claro que quiero.— dejó un tierno besó en sus brazos dejando que el menor lo acerque por su cintura a sí.
Soojin se encontró completamente conmovida por la escena.
—Sois tan hermosos...— dijo con el pañuelo en una mano y el perro en la otra.
—Ah me olvidé... voy a vivir aquí.— añadió el azabache.
—¿Enserio?— Taehyung miró a su madre.
—Si. Él vino primero aquí para pedir mi bendición y preguntarme si podía quedarse.—
—¿Y tú aceptaste?— preguntó sorprendido, su madre odiaba a todos cuando se hablaba de su casa... Tampoco sus amigas pudieron quedarse más de dos horas.
—Claro que si. Simplemente no hagan mucho ruido o tendré que considerar echarlos a ambos y quedarme con el perro.— Taehyung con un tierno puchero se acercó al perrito.
—Lo amo...—
—Ya lamento haber gastado todo ese dinero en esa bola de pulgas.— rodeó los ojos mirando como el perro lamió la cara del castaño. —Ya basta.— tomó el cachorro poniéndolo en el suelo.
—Malo.—
—Ahora dedica tu tiempo a mí.— lo agarró por las caderas levantándolo.
—Vale me voy... Un caballero me invitó a salir.— guiño el ojo a Jungkook mientras que su hijo trató de liberarse y pedir explicaciones.
—¿QUIEN?— gritó mientras la mujer salía y Jungkook no lo dejaba. —¿CÓMO FUE UNA DEFENSIVA? ¿HAS ACORDADO?—
—Vamos bebé.— lo llevó hacia el dormitorio mientras Soojin se despedía.
—¡MAMA NO PUEDES!— se quejó. —DEJAME IR.— dijo a Jungkook que no dejaba besar su cuello. —RECUERDA QUE SOY EL HOMBRE DE FAMILIA.—
—Adiós, niño.— salió de la puerta.
—¿En serio se fue a una cita?—
—Estás demasiado celoso de tu madre.— dijo poniéndolo en la cama, y llevándose encima.
—No conociste mi padre.—
—Ella puede arreglárselas sola.—
—Vale...—
—Ahora eres mi príncipe. Mírame a mí, sólo a mí.— le apretó las mejillas con los dedos, dándole la vuelta mientras se apoyaba en la cama con la otra mano.
—Ya tengo mis ojos solo para ti.—
—Te amo.—
—Yo también, Jeon Jungkook.—
| 𝙵𝚒𝚗 |
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TITANIC ✧ KookTae
RomanceUna historia de amor tan fuerte como el transatlántico que lo alberga. Taehyung y Jungkook, dos hombres de mismas clases sociales, pero también de mismo sexo que comparten un enamoramiento el uno por el otro en medio de todo el lujo y el caos del f...