Capítulo 1

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Llevaba solamente un día desde que me habían dado de alta, los niños se habían ido a la escuela y Pepe al trabajo. Me quedé sola en la casa por lo que baje a desayunar en camisón y bata.

La casa estaba sucia, la heladera estaba vacía, encontré café y una taza pero esta estaba sucia, cuando quise limpiarla no había detergente ni esponja, luego caí en cuenta que no había productos de limpieza. Quise poner el agua a hervir pero no había gas, revise la llave y estaba abierta por lo que suponía que estaba cortada.

Abandone la idea de comer algo y busque dinero para poder comprar algo de comer y productos para limpiar. Encontré en el armario muchas carteras por lo menos 20 de ellas, algunas lindas, otras no tanto. La cantidad de ropa que tenía y cosméticos era abundante. Encontré la billetera en una de ellas para encontrarla vacía. Encontré una tarjeta de crédito de la cual no sabía si tenía crédito. Busqué dinero por la casa pero no encontré nada por lo que tenía que pensar rápido que hacer.

Me quedé mirando el ropero de Moni, la mitad de las cosas eran horribles, la otra mitad era aceptable. Como sabía que nunca iba a utilizarlo empece a separar la ropa, algunas estaba nuevas, pero en su mayoría en perfecto estado. Me puse un jean negros y una polera verde oscuro con cuello de tortuga, era elástica por lo que marcaba bien el busto y cintura. Encontré una chaqueta negra con detalles en plata en las solapas y me puse unos aritos, me coloque unas zapatillas cómodas para poder caminar. Agarre una cartera de cuero negra y puse todo lo que necesitaba. En la Guía telefónica encontré un lugar donde compran ropa, doble y guarde todo en cajas para luego buscar un carrito donde poner las cinco cajas. A falta de este cargue la primera caja y salí hacia el lugar.

Camine unas 15 cuadras hasta que la encontré, entre y negocie el precio de estas, ganando $626 salí del local, detuve a un taxista para que me llevará a casa. Cuando llegue rápidamente le dije que me esperará, busque las otras 4 cajas para volver rápidamente al local. Pagué al taxista 25 pesos y seguí vendiendo. Para el mediodía tenía 2500 pesos.

Fuí a una peluquería cerca para arreglar mi peinado, me lo alisaron, nutrieron y arreglaron el tinte. Pase a pagar el gas y después fui a comprar un carrito para luego pasar al supermercado. Compre un montón de cosas, leche, jugó, verduras, frutas, pan, harina, levadura, fideos, arroz, 5 kilos de asado surtido, queso, fiambre, mermeladas, comida para perro, productos de limpieza, shampoo, acondicionador, navajas de afeitar, jabón, pasta dental y un montón de cosas más. El carrito estaba lleno y tenía más bolsas en la mano, los muchachos de ahí rápidamente se ofrecieron a ayudarme, incluso algunos me coquetearon poniéndome tímida y nerviosa, lo que pareció gustarles. Me detuvieron un taxi y me ayudaron a cargarlo. Agradecí su ayuda y les quise dar propina la cual me rechazaron, a cambio pedían mi número pero rápidamente los rechace diciendo que era casada, lo que pareció desanimarlos.

<<Su marido tiene suerte>> Eso término desanimandome a mí, Pepe consideraba una molestia a su esposa, lo cual comprendo pero espero que nos podamos llevar bien.

Cuando lleve le pague al taxista y me ayudó a bajar las cosas, entre todas las compras me había sobrado $750 y yo estaba feliz por la cantidad de cosas que puedo comprar con tan poca plata. Dejamos las cosas en la puerta de la entrada, despedí al amable señor y busque las llaves en el bolso para darme cuenta que ya estaba abierto. Esto era un hábito horrible que debía corregir. Mientras abría la puerta escuche a Pepe hablar.

-Ay! La jaula se abre!!!- exclamo alargando la 'e', estaba sentado en el sillón mientras cerraba una revista para dejarla en el sillón todavía no volteaba a verme. Arrastre el carrito hacía dentro y luego lo deje ahí.

-Hola Pepe ¿me podes ayudar?- dije dulcemente para disfrazar la molestia que me dio al escucharlo recibirme así, no había comido nada en todo el día y lo único que quería era cenar y dormir. -Fue un día largo-

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