Capítulo 2: Fiesta de Fraternidad

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Dormitorio en Blackmore, Nueva York...

Erin POV

Han pasado seis meses desde que nos mudamos, y un año desde la masacre de Ghostface en Woodsboro. Ahora mis amigos: Chad, Mindy, Tara, Sam, y yo; nos mudamos a Nueva York.
Mi novia Anika, y yo, compartimos una habitación. Sam y Tara tienen la suya, y nuestra compañera de dormitorio, Quinn, también tiene la suya.
Anika se encontraba detallando la última parte de mi maquillaje.
- Luces hermosa, mi amor - sostuve a Anika de la cintura, pero cuando estaba por darle un beso ella me detuvo, poniendo su dedo índice sobre mis labios.
- Alto - sonríe cerca de mis labios - Acabo de terminar tu maquillaje, no querrás arruinarlo con mi labial.
- No me importaría... - la acerqué más a mí, sosteniéndola por la cintura para intentar robarle un beso nuevamente.
- ¡Amor! - enarcó una ceja y cruzó los brazos - Me tomó mucho tiempo maquillarte, aguanta al menos hasta llegar a la fiesta.
- Está bien, está bien - me rendí. Solté su cintura y sostuve su mano esta vez - Vamos con Tara y Quinn.
- De acuerdo - me sonrió y salimos de nuestra habitación tomadas de las manos.
Salimos de mi habitación y entramos en la sala de estar donde vi a dos de mis mejores amigas, Quinn y Tara.
- ¡Oh! ¡Mírate! ¡Me encanta! - Quinn se levantó del sofá y miró mi disfraz de esqueleto.
- ¡Mierda, en realidad no pensé que te quedaría tan bien! - Tara también se puso de pie.
- ¡Este disfraz es tan simple! - me quejé.
- ¡En realidad se ve lindo! - dijo Tara.
- ¡Es verdad, cariño! ¡Te ves tan sexy! - mi novia la apoyó.
- Eso es porque ustedes dos lo eligieron - puse los ojos en blanco.
- ¿Y? ¡Aún así se ve bien! ¡Mira tu increíble maquillaje! - respondió Tara. La mitad de mi cara estaba pintada como una calavera.
- Bien, eso lo acepto. Mi dama hizo un trabajo excelente - Anika y yo nos sonreímos con amor. Estuve a punto de inclinarme para darle un beso... Nuevamente me detuvo.
- ¿En qué quedamos? - miré hacia abajo dejando mis labios en forma de pico.
- ¿Segura que no vienes, Quinn? - preguntó Tara y ambas la miramos.
- ¡Oh, Dios, no! Prefiero quedarme en casa y emborracharme sin ninguna razón - respondió ella.
- ¿O es por uno de tus novios? - me crucé de brazos.
- ¡SSSHHH! - rápidamente se llevó el dedo a la nariz.
- Muy bien, nos vemos luego - Anika le hizo señas de que se fuera. Tara, mi novia y yo comenzamos a alejarnos.
- ¡Adiós! - gritó Quinn.

En la Fiesta de OBK, un rato después...

Estoy en un sofá. Anika sentada sobre mi regazo. Ambas bebiendo unas botellas de alcohol. Mindy y Frances a un lado nuestro.
- ¿No les molesta? ¿Estar en una fiesta de fraternidad después de que casi las asesinaran brutalmente en una fiesta de fraternidad? - pregunta mi novia, dirigiéndose a Mindy y a mí.
- Es como ser alcanzado por un rayo, las probabilidades de que le suceda dos veces a la misma persona son extremadamente bajas - sonrío dándole finalmente un beso. Su labial manchando ligeramente mis labios de verde. A su vez acaricio su cadera.
- ¿Estás bien?
- Sí, mi amor. Más si estoy contigo - le doy otro beso, el cuál corresponde sin dudar.
- ¿Acaso no te provocan diabetes? - al romper el beso oímos a Mindy riéndose de nosotras junto a su novia, Frances.
Anika oculta su rostro en el hueco de mi cuello debido a la interrupción.
- Lo dices porque Frances te tiene en abstinencia - devolví la burla. Dándole otro trago a mi bebida.
- Mentira, solo... - Mindy intentó defenderse, pero las palabras no salieron.
- Frances... ¿es mentira? - la interrumpo.
- ¿Cómo... sabes? - Frances se nota avergonzada por mi exceso de información.
- Pocas cosas logran que Mindy se ponga pesada con nosotras, la abstinencia de sexo es una de esas cosas. Usualmente hace comentarios lindos cuando nos ve juntas y esta ocasión es diferente - responde Anika con simpleza.
- No lo hubiera podido decir mejor, preciosa - le sonrío y hago una pausa - Ahora... - levanto las piernas de Anika de encima de mi regazo y la acomodo suavemente en el sofá - Necesito embriagarme hasta perder el conocimiento - me levanto del sofá y le doy un beso corto en los labios a mi novia - ¿Alguien viene conmigo? - no recibí respuesta - ¿No? Bueno, entonces les encargo que cuiden a mi novia mientras regreso.
- Cuenta con eso - dice Mindy con una sonrisa amable.
- Gracias, no tardo - le lanzo un beso con la mano a Anika y ella me lo devuelve.
Me alejo sonriendo como idiota. En la distancia puedo observar a Chad y a Ethan. Me acerco a ellos.
- ¡Erin! ¡Nuestra bateadora estrella del equipo de Béisbol de la Universidad Blackmore! - Chad en su disfraz de vaquero me recibe con un abrazo eufórico, mismo que correspondo - ¿A qué hora llegaste y por qué no te vi llegar?
- Llegué hace un rato, pero me fui directo al sofá para beber algo - respondí con simpleza - Y hola también, Ethan - dije hacia el de cabello rizado con una expresión "seria".
- Hola, Erin, perdón, no quería interrumpir su conversación... - al ver a Ethan palidecer, solté una carcajada y puse mi brazo sobre sus hombros.
- Tranquilo, niño bonito. No me enojé, solo te estoy molestando un poco - lo miro de pies a cabeza - Lindo disfraz de... - trato de descifrar de qué carajo viene disfrazado - ¿Robot? ¿Calabozos y dragones? No sé, pero te ves tierno - mi halago le provocó una sonrisa tímida.
Chad me entregó un shot de alcohol. Lo tomé sin dudar y los tres alzamos nuestros vasos al mismo tiempo.
- ¡El trío dinámico de la Universidad Blackmore! - grita Chad y los tres tomamos de un trago el contenido de nuestros vasos.
- Y... ¿preparado para dejar de ser virgen? - le di una palmada en el hombro a Ethan. Provocando que se sonrojara.
- Sí, ve ahí. ¡Te presento a algunas chicas! -
Chad me apoya.
- ¿Que hay de ella? - digo. Señalando a una joven cerca de nosotros.
- Ella es maravillosa - comenta Ethan.
- Excelente. Invítala a salir.
- No, no puedo.
- ¡Invítala! ¡Invítala! - ambos comenzamos a molestarlo.
- ¡Cállense!
- Debes tener confianza. ¿Crees que conseguí salir con Anika solo por mi lindo rostro? - cuestioné.
- Por eso y porque eres la jugadora estrella del equipo de Béisbol, y Chad del equipo de Fútbol. Para ustedes es fácil tener a quien deseen - dijo el castaño cabizbajo.
- C.O.N.F.I.A.N.Z.A. - resalta Chad - Además, ¡mírate, hombre!
- ¡Sí! ¡Eres un bocadillo! - apoyo.
- Prácticamente un banquete entero.
- ¿En serio? - pregunta él, ganando un poco de confianza.
- Sí. Eres Ethan Landry - Chad logra animarlo.
- Estoy segura de que... si una dama no te acepta, Chad está dispuesto a tomar el lugar de esa dama, él está completamente enamorado de ti - bromeo mientras tomo otro trago de alcohol.
- Graciosa - Chad me da un ligero golpe en el hombro. Riendo por mi chiste.
Después de un rato, comencé a sentir los efectos del alcohol e inconscientemente logré escuchar la conversación de Tara con un tipo sospechoso.
- Estás mintiendo - la oigo decir.
- No, el último fue pateado. Sin embargo, tenemos algunas cosas fuertes en la cocina - hace una pausa para presentarse - Frankie.
- Tara - escucho que ella responde - Lidera el camino.
- ¿Eres Omega Beta Zeta?
- No aún no. Pero podría apresurarme.
- Oh, estudiante de primer año. ¿De dónde vienes?
- Michigan.
- Está bien. ¿Sabes qué? Tengo una botella de Fireball en mi habitación.
- A la mierda. Sí, vamos - ella acepta y lo sigue. Definitivamente no me gusta a dónde va esto.
De pronto mi atención vuelve a mi amigo deportista.
- ¡Oye, disculpa! - Chad le habla a la joven de minutos atrás - Chad - la saluda y esta corresponde el saludo.
- Howdy. ¿Cómo estás?
- Mi amigo aquí, es un bocadillo, ¿verdad? - pregunto colgando un brazo sobre el hombro de Ethan, apenas manteniéndome en pie. Ella nos sonríe a Chad y a mí, pero no responde la pregunta, en su lugar se aleja.
- ¿Que significa eso?
- No, está bien - comienza Chad.
- ¿Qué?
- No está mal - continúo.
- ¡Hay espacio para mejorar!
De pronto mis ojos se dirigieron hacia Tara, pero esta vez la encontré subiendo las escaleras con el mismo chico con el que estaba hablando minutos antes, con Mindy y Anika al final de las escaleras aparentemente tratando de detenerla.
- Mierda - maldije por dentro, dejando a Chad y a Ethan atrás. Posicionándome cerca de mi novia desde atrás para preguntarle al oído:
- ¿Qué está haciendo? - le pregunté a Anika. Poniendo mis brazos alrededor de su cintura.
- Por lo que parece, se va a enrollar con ese tipo - escuchó Mindy y dijo con un suspiro sarcástico.
Desvié mi atención de nuevo al tipo, quien aparentemente estaba arrastrando a Tara escaleras arriba.
- ¡Hey! ¿Quieres que nos vayamos? - Anika toma del brazo suavemente a Tara para persuadirla de subir.
- No, eh... creo que en realidad todavía voy a quedarme. Pero ustedes no tienen que esperarme - Tara se niega.
- No te preocupes, yo me ocuparé de ella - dijo el tipo, con una estúpida sonrisa pegada en su rostro que claramente delataba sus asquerosas intenciones - Soy Frankie - le dijo a Anika, como si todos los que supieran su nombre pudieran ayudar en su caso. Para colmo la miró con lascivia, dándole una sonrisa "seductora" según él.
Estuve a punto de responder y acercarme llena de furia, pero Anika se me adelantó:
- Me importa un carajo qué haces, qué te gusta, o cuál es tu nombre - Anika dijo con firmeza, claramente sin renunciar al hecho de que esta situación era una mala noticia para Tara - Ah, y como dato importante... - hace una pausa para acercarse nuevamente a mí, colocando mis brazos alrededor de su cintura, dándome un beso suave, mismo que correspondí enseguida - Te presento a Erin Bridger. Mi novia es la bateadora estrella del equipo de Blackmore, te recomiendo que dejes en paz a Tara porque para Erin es como una hermana. No la provoques si quieres que tus dientes se mantengan en su sitio.
- No, amiga, Anika... todo está bien - dijo Tara, con una de sus sonrisas encantadoras e indiferentes plasmadas en su rostro. Era un buen aspecto para ella, pero no en una situación en la que no tenía idea de lo que sucedería si ella subía esas escaleras - Pero te agradezco que me cuides - dijo asintiendo antes de darnos la espalda y subir otro escalón.
- Vamos, Tara, solo... - traté de hablar, pero mi oración fue cortada con la mano de Tara levantada para evitar que continuara. Antes de que pudiera protestar más, la figura bien formada de Chad se abrió paso hasta el frente de la multitud.
- Hey, compañero, Tara está bien aquí abajo - dijo, su voz suave como si fuera una advertencia en lugar de una amenaza. Sabía que si Chad se involucraba, las cosas no terminarían bien para quienquiera que lo enfrentara si esa persona no cooperaba.
- Lo siento, no entendí eso - dijo Frankie, adelantándose un poco.
Sentí que Anika agarró mi mano, solo necesitaba algo para apretar mientras Chad resolvía esta situación. Sé que ella no quiere que yo haga algo estúpido.
- ¿Estás bien? - me agaché y le susurré al oído.
- Sí, Chad resolverá esto, estoy segura - dijo Anika, asintiendo hacia mí y dándome una rápida sonrisa - Por favor, no te involucres, solo mencioné tu estatus como atleta para intimidarlo un poco.
- Lo sé, amor. No te preocupes, no haré nada que te pueda causar problemas - besé su mejilla y devolví mi atención a la situación.
- No, Chad, está bien. Quiero hacerlo - dijo Tara, esas palabras raspando mi mente una y otra vez.
- ¿Ves? Ella quiere - Frankie dijo, ganándose algunas miradas de muerte de todos en la escalera, especialmente la mía y la de Chad.
Después de esto, Frankie agarró a Tara de una manera muy exigente, arrastrándola escaleras arriba, lo que provocó que Tara se cayera al subir. Tan pronto como se llevó a cabo esta acción, nuestra sangre comenzó a hervir. Ambos somos bombas de tiempo cuando se trata de proteger a nuestros amigos.
Sin poder soportarlo, solté un momento a Anika y agarré a Frankie por el cuello. Lo arrojé hacia una de las puertas, haciendo que cayera de la escalera.
- Todo tuyo, compañero - dije con una sonrisa burlona y Chad lo golpeó rápidamente antes de obtener un golpe de Frankie seguido de un empujón. Tara se tambaleó hacia atrás, agarrando la mano de Mindy para darle espacio a Chad para hacer lo suyo. Yo volví al lado de Anika, disculpándome con la mirada - Perdóname, mi amor. Solo ayudé un poco a Chad. Ese hijo de puta hizo que me hirviera la sangre.
- Lo sé, lo importante es que no te hizo daño - me dio una sonrisa tranquilizadora y decidí colocarme delante de ella por si al tarado de Frankie se le ocurría acercarse a ella.
Justo en ese momento vemos a Sam, la hermana de Tara. Entrando hecha una furia.

Hold On | Anika Kayoko Donde viven las historias. Descúbrelo ahora