Hollow Knight Fanficción - El Retorno del Rey Blanco

Cap. 6 - Sacrificio.

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A pesar de su descontento con la petición de Ogrim, Hornet regresó al interior del Hallownest. Algo dentro de su cabeza le decía que este ataque repentino no era una mera coincidencia. ¿Acaso ese grito de agonía que sintió hace tiempo tenía algo que ver? ¿Acaso todo esto era obra del Resplandor? De ser cierto... ¿Por qué atacaría a aquellos que quiere que la adoren? Eso no tenía ningún sentido. 

Incapaz de poder saciar sus dudas, se dirigió al templo de Huevo Oscuro, para contemplar con sus propios ojos la prisión de sus más temidas pesadillas. Los enormes centinelas que defendía en huevo hicieron una clara reverencia en su presencia, lo que calmó un poco sus nervios, pues la infección parecía no haberse desatado aún. Esos cuatro centinelas corrían el mayor peligro, pues de desatarse el poder del Resplandor, ellos serían los primeros en ser infectados, aún así, era demasiado arriesgado dejar al Huevo Negro sin protección, y más aún sabiendo que no hay ningún soñador que proteja la entrada. Su guardia era una condena, pero ellos eran consciente de ellos, y estaban dispuestos a desgarrar sus propias vidas, si siquiera sentían la mínima influencia del Resplandor en sus mentes. 

Pero ninguno de los presentes fue capaz de prever lo que iba a ocurrir a continuación. Un fuerte estallido de energía se precipitó fuera del Huevo Negro. Una clara señal de la amenaza que se estaba gestando en su interior. Antes tal brutal fuerza, aquellos presentes fueron empujado contra la pared, algunos incluso llegando a perder la conciencia ante tal sacudida. Hornet apenas pudo ponerse de pie, con un gran dolor físico que le entumecía cada parte de su cuerpo. Solo dos de los centinelas fueron capaces de ponerse de pie, mirando con horror como un gas anaranjado comenzaba a emanar por las grietas que poco a poco se iban formando sobre la cáscara del Huevo Negro. No había duda alguna. El Resplandor estaba escapando del recipiente. 

Sin más opción que tragarse su impotencia, Hornet ordenó a los centinelas cargas los cuerpos de sus compañeros y abandonar el templo de inmediato. Ella sabía de lo que era capaz de hacer ese infección, y lo menos que quería era tener que luchas contra varios de sus propio guardias. Desenvainó su aguja, aferrándose a un mínimo de esperanza, lista para enfrentar lo que sea que saliese de ese endemoniado lugar, aún sabiendo que sus intentos desesperados no iban a ser más que alimento para la bestia. Ella sabía que no tenía los medios para derrotar al Resplandor. Sabía que el vacío no corría por sus venas, lo único capaz de retener ese autoproclamado dios, que se comportaba más como un rey demonio que como un ente de luz. Pero no podía simplemente  quedarse de brazos cruzados. 

Aún así, el destino es muy caprichoso, y este había decretado que aún no era su momento. Como si fuesen ángeles enviados por el cielo, decenas de almas descendieron en pleno vuelo, dejando una hermosa estela de ases de luz azul, remanentes de un dios ya olvidado. Hornet no podía creer lo que sus incrédulos ojos veían. Como si se hubiesen levantado de entre los muertos, decenas de polillas acudieron al llamado de esa malévola entidad que yacía en el interior del huevo negro. Pero no estaba aquí para unírseles en su causa. 

Estas extraños invitados formaron un círculo alrededor del capullo que cubría el Huevo Negro, y tras unas extrañas palabras, una cúpula de luz azul de formó a su alrededor. Una semiesfera hecha completamente de esa sustancia parecida al plasma de color celeste apareció ante sus ojos, y por primera vez desde que comenzaron estos macabros eventos, Hornet dejó de sentir la presencia del Resplandor en su mente.