Capítulo 15

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El salón del hotel, el mismo al que vine hace ya un buen par de días con la señora Virginia, está decorado con muchas guirnaldas y copos de nieve. Hay luces multicolores, música navideña que, supongo, no será lo que escucharemos en toda la noche, y dos grandes mesas de dulces y de aperitivos salados, más el espacio para el buffet donde se ven todavía a los del catering trayendo y llevando cacerolas, platos y cucharas.

Cuando estamos llegando casi al centro del salón, donde sin duda tendremos los ojos encima sin dar marcha atrás, creo que Ben siente mis nervios porque toma firmemente mi cintura y deja un beso en mi cabello. Sólo han pasado dos días desde su sugerencia sobre formalizar. Tuve que hablar con mi madre para que pudiera comprender mi repentino entusiasmo por venir.

El año pasado me hacia ilusión; primer año, comida, navidad, ¿qué más que eso? Pero no era suficiente y sólo vine por educación antes de volver de nuevo a casa. Este año mi entusiasmo es diferente, y para nada tiene que ver con el haber sido tomada en cuenta para la decoración y si en algo es experta mi madre, es en ser entrometida y un poco bruja.

No puedes ocultarle nada, su instinto de madre es más grande que tu capacidad para mentir.

Papá estaba ahí cuando le dije que puede que estuviera saliendo con mi jefe. Eso no es algo que contente a todo el mundo si se es lo suficientemente razonable para saber que tu trabajo ahora sí que comienza a estar en juego, al menos los primeros doce meses antes de que todos en la empresa comiencen a verlo normal.

Sólo llevo dos años, es muy pronto para arruinar mi carrera, pero quiero esto con Ben. Yo lo quiero todo, lo he querido desde la práctica. Me parece haber sido lo bastante clara con ello por como mis padres suavizaron su reacción.

Cuando Ben ha ido por mí a casa, se ha quedado un rato platicando con mis padres mientras yo terminaba de arreglarme en mi habitación haciendo video llamada con Morgan. No quise pedirle su ayuda para arreglarme, pero cuando no supe qué vestido usar me vi obligada a llamarla. Me convenció de usar el rojo y hacer ondas en mi cabello largo.

En cuanto vi a Ben esperando por mí, vi que llevaba una corbata del mismo color. Un detalle sumamente irrelevante, pero que me resultó igual de encantador a como me resulta la forma en la que Ben me toma de la mano con seguridad y me lleva directamente con su familia.

Mi corazón cae a mi estómago cuando me doy cuenta de que voy a sentarme en la mesa de la familia Barden.

Debí prepararme mejor para esto.

—No mencionaste algo al respecto.

Su pulgar da caricias al dorso de mi mano y me sonríe. Está tan tranquilo ahora mismo.

—Si lo hacia te pondrías más nerviosa —reconoce—. Ahora mismo lo estás, pero no le darás el tiempo suficiente a tus nervios para que sean más grandes que tú. Puedes controlarlos, nena.

Una sonrisa se extiende por mis labios.

Tiene razón.

De manera entusiasta y sorprendente, en cuanto estamos cerca, Virginia es la primera en hacer evidente nuestra presencia rodeando la mesa y acercándose a nosotros.
Va en un precioso vestido verde.

—¡Ya era hora! Pensé que llegarían más tarde.

—Fue mi culpa —Ben me mira con complicidad. En realidad, ha sido de los dos.

Ben siempre está muy guapo, pero hoy se ve fabuloso, y creo que le ha pasado lo mismo conmigo porque sólo faltaba poco para que me pidiera tener un rapidito en el auto. Incluso con lo tentador que es sólo la idea, habría dicho que no. No me gusta la escena de imaginar a su familia percibiendo nuestro olor a sexo.

Llévame a cualquier lugar [URN II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora