Capítulo 1

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Estoy a cinco pasos de perder mi trabajo.

Bueno, en realidad, todavía no estoy segura, pero viendo como el dueño de la empresa tiene tomado por el cuello a mi hermano tan rojo por la ira, sé que hoy es probable que sea mi último día por aquí. Mis compañeros de trabajo, que han dejado sus deberes tirados, están presenciando todo, porque aunque el vidrio que encierra la oficina no es del todo transparente, se puede ver claramente que el señor Pike está con alguien más ahí adentro, y ese alguien es mi hermano.

—¡Pike, ya suéltalo!

Esa es Virginia, su esposa, que luce tan impresionada como todos, aunque no tanto como yo. Estoy temblando como una hoja.

—Bran, ¿qué hiciste? —ni siquiera estoy segura de que se haya escuchado mi voz.

Sigo de pie en la puerta de la oficina con algunos compañeros de trabajo mirando justo detrás de mí, murmurando. Esto es tan vergonzoso.

—¡Cómo puedes venir y decir lo que has dicho como si nada! ¡Le has faltado el respeto a mi hija!

¿Qué?

Mis ojos se abren de par en par pensando automáticamente lo peor. Escucho murmullos a mis espaldas, la señora Virginia luce avergonzada de lo que está haciendo su esposo, y yo siento unas manos que me toman de los brazos para que me haga a un lado. Es Ben, que en cuanto ve la escena de su tío tomando por el cuello a Brandon, me mira buscando una explicación antes de mirar a Virginia.

—¿Qué significa esto?

—Esto no te incumbe, Ben. Sal de aquí. ¡Salgan todos de aquí!

—¡Pike, ya basta! Estás armando un escándalo—Virginia consigue interponerse entre su esposo y mi hermano haciendo que lo suelte. En cuanto veo a mi hermano libre, no puedo evitar acercarme a inspeccionarlo. No tiene golpes, sólo su camiseta está arrugada por el apretón.

—¿Qué demonios has hecho, Bran?

Pero no contesta, sólo sacude la cabeza mirando el suelo, avergonzado. Entonces Pike mira a Ben y dice:

—Manda a todos a trabajar. No quiero a nadie en mi oficina —acto seguido, Pike alza la vista a la puerta y con firmeza dice—. No quiero a nadie cerca de mi oficina, vuelvan a sus deberes. Clara, por favor.

Aunque está evidentemente molesto, se ha dirigido a mí con un tono muchísimo más amable del que ha usado anteriormente con su sobrino. Aún así, soy incapaz de moverme, me angustia no saber que ha hecho mi hermano para enfadar tanto al señor Pike o peor aún, me pone nerviosa que Demi, la hija del señor Pike, también esté involucrada. Y me aterra aún más que este problema me pueda afectar también a mí.

Eventualmente, al no salir por mi propio pie, Ben me toma de los brazos y me saca con él de la oficina para poder cerrar la puerta y dejar a los dueños y a mi hermano a solas. Sólo puedo ver las sombras a través del cristal antes de ya no ver absolutamente nada porque Ben me saca del pasillo, llevándome a otro completamente aislado de la oficina y de nuestro pabellón en sí.

—¿Estás bien? —su tono suena preocupado y eso hace que lo mire directo a los ojos y asienta, aunque no es verdad.

—Me van a despedir —es lo que consigo decir, casi sin pensar.

Las cejas oscuras de Ben se elevan ligeramente antes de fruncirlas.

—¿Despedir? —asiento frenéticamente. Mi prematura conclusión le hace gracia y yo entiendo perfectamente por qué— El único que puede despedirte aquí soy yo y no lo voy a hacer, Clara.

—Demi está involucrada —digo con nerviosismo—. Si mi hermano realmente hizo algo, dudo que el señor Pike no quiera decidir qué hacer conmigo. Yo fui quien le sugirió a mi hermano para las clases particulares.

Llévame a cualquier lugar [URN II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora