Capítulo 4. La furia Teshigawara

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T/N y Senku regresaron a la casa Ishigami, los niños se quitaron los zapatos y vieron al señor Byakuya picando fruta.

-¡Ey, muchachos! Llegan justo a tiempo -El mayor le entregó el Bol a Taiju que se mostraba impaciente por comer.

-Sí, por cierto ¿A dónde fueron? -El pequeño Taiju no dejaba de llenarse la boca con Kiwi.

-Fuimos a comprometernos -Senku acomodó sus zapatos en el estante de la entrada y fue directamente a la cocina a comer fruta.

El mayor estalló en risa, y explicó que estaban muy pequeños para pensar en cosas del amor. -Por más enamorado que estés Senku -El mayor expresó una gran sonrisa -No estás en edad de casarte.

-¿Qué dices, viejo? No estoy pensando en casarme -Senku le dedicó una mirada molesta y su padre levantó las manos para expresar que se rendía.

T/N no fue a casa, al salir de la escuela caminó hacia otra dirección para tener al tanto a la señora Nanami de la situación.

-T/N qué gusto que estés aquí, siéntate, qué linda te ves hoy -La señora era exageradamente encantadora, así que no era difícil hablar con ella.

-No, así estoy bien, no tardaré mucho -Vio fijamente a los ojos de la mayor, tenía miedo, algo no estaba bien -Me acabo de comprometer. Fui a la iglesia, y delante de Dios prometí casarme cuando sea mayor de edad.

La señora arqueó una ceja, mientras una sonrisa se le formaba en el rostro -Felicidades, háblame de él -Se sentó y le invitó a hacer lo mismo.

Esta vez aceptó.

-Bueno, su nombre es Ishigami Senku, es el hijo de un profesor. Es inteligente y... bueno, es inteligente -La señora emitió una risotada.

-Vaya, vaya. Te han educado bien, parece que no haces diferencias -La mayor la vio de forma fría, una mirada que nunca había visto en la señora Nanami.

-¿A qué se refiere con eso?

-Ay vamos, querida, sabes a lo que me refiero -Al ver que en verdad t/n no tenía ni idea decidió iluminarla -Que eres capaz de relacionarte con alguien insignificante, ya sabes, alguien que no es de nuestra misma clase social.

-¿Alguien insignificante? ¿No escuchó lo que le dije? Es inteligente, de hecho, la persona más inteligente que ha pisado este país, si cree que no vale nada solo porque no tiene dinero, entonces la insignificante es usted.

-Ah ja ja, es verdad, pequeña. Esas cosas también cuentan.

Antes de llegar a su casa, la señora había agarrado el teléfono y llamó al mayor de los Teshigawara.

-Qué escándalo, Yoshio -La señora estaba furiosa -Creí que sabías controlar a tu hija.

-Lo siento, pero no entenderé hasta que me digas qué sucede -Dijo el señor desde el otro lado del teléfono.

-¿No lo sabes? Tu hija se comprometió, y con el hijo de un profesor -Hizo una mueca de desprecio.

-No te preocupes -El señor Yoshio mantuvo la calma -Es cosa de niños, mi hija crecerá y su esposo va a ser tu hijo.

-No, Yoshio-Chan, no será así. La niña se comprometió en la iglesia -La señora esperó a que Yoshio respondiera tan indignado como ella.

-¿Y qué? -Dijo finalmente, el señor Teshigawara sabía lo fanática que era la persona con la que hablaba, pero aun así se la hacía ridículo que dios escuchara a unos niños que hacía poco habían dejado los pañales.

-Me ofendes, querido. Es una lástima, pero tu hija no se casará con ninguno de mis hijos hasta que ella misma cancele su travesura -Un golpe se escuchó del otro lado del teléfono, había sido la señora Nanami colgando hecha una furia.

El acuerdo prematrimonial -Senku Dr StoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora