Capítulo 8. Despierta a la chica que te gusta

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Senku, empapado de sudor, se sentó en un tronco después de tener éxito en sus múltiples intentos por conseguir la fórmula para la despetrificación.

-Venceré a la fantasía con la ciencia -Entre un suspiro continuó -Qué emocionante.

-Senku, ¿A quién reviviremos primero? -Su amigo musculoso pensaba en una castaña de cabello largo, pero sabía que Senku tal vez elegiría a otra persona cuyo cabello era de un color muy diferente de la chica que él quería revivir.

-Ah... tarde o temprano terminaremos reviviendo a todos, qué importa con quién empecemos. Aunque sería malo despertar primero a un asesino ¿No? -Habló encogiéndose de hombros

-Entiendo -Dijo el castaño bajando la mirada al verde césped que estaba pisando.

-No tengo ganas de elegir a quién despertar...

-¿Ah...? Pero Senku -Abrió sus grandes ojos dirigiendo sus pupilas hacia su amigo que parecía no interesarle revivir a su prometida.

-Puedes encargarte de eso -le apuntó con el dedo índice y sonrió sabiendo que Yuzuriha sería la próxima en despertar.

-Senku, ¿No quieres revivir a...

-Kukuku ¿No eres bastante ruidoso, grandulón? Baja la voz si no quieres atraer a una bestia que pese el doble que tú -Dijo limpiando la parte de su prenda de vestir que se había ensuciado por el tronco.

Esa era la conversación que había tenido con Taiju hace varios meses, Senku la había buscado por todas partes antes de que Taiju despertara, calculando los posibles lugares en donde podría estar, partiendo del punto de referencia del sitio en donde había visto que fue petrificada.

Pero no encontró más que otras estatuas sin el rostro de la chica a la que le serviría de apoyo. Pensando que tal vez era una pérdida de tiempo y que quizá estaba siendo irracional, abandonó su lucha.

-Me encontré con este espía de Tsukasa -Dijo la rubia dejando caer el delicado cuerpo de la joven de cabello blanco.

Al escucharla, cinco personas se acercaron para observar a la extraña.

-Diablos, no importa que Gen esté de nuestro lado ahora. Tsukasa no nos dejará en paz ¿Cierto?

-Ah... ¿Q-qué vamos a hacer? ¿A-ahora nos matará a todos? -Ginro lloraba mientras se tocaba la cabeza con ambas manos.

-Ginro, no rompas tu guardia. Si hay un intruso debes seguir el protocolo, las reglas son las reglas.

-Pero es linda, Kinro ¿Qué debemos hacer si realmente es peligrosa? -Preguntó el rubio después de calmarse.

-¿Pero por qué hay tanto ruido aquí? -Senku salió de su laboratorio para encontrarse con una chica con las muñecas amarradas, ¿Su expresión? Ninguna, sólo la vio sin decir nada, ni con palabras, ni con la mirada.

La chica se movió y los tres más fuertes apuntaron sus lanzas hacia ella, lo que provocó que abriera los ojos con rapidez.

Sólo pudo ver las puntas de las lanzas muy cerca y vio la cara de todos. Un chico con cabello de dos colores viéndola con desconfianza, una sandía, tres chicos que querían matarla, un loco con una cuerda en la frente y...

-Ah... ¿Así que estás vivo? A Tsukasa le complacerá escucharlo de mi boca -Dijo viendo al de cabello verde, pasando rápidamente al chico de vestimenta tradicional -Gen, me decepcionas ¿Qué pensará Tsukasa cuando se entere que trabajas con este grupo de científicos

-¿Qué hacemos, Senku? -El castaño volteó a ver a su amigo con una preocupación notable en su rostro, pero el científico aún no tenía ninguna expresión.

El acuerdo prematrimonial -Senku Dr StoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora