El acuerdo prematrimonial -Senku Dr Stone

Capítulo 2. La menor de los Teshigawara

Mientras iba de camino a casa, quería hacer memoria sobre lo que había leído. se asustó al saber que los detalles de la historia no le llegaban a la cabeza, ignorando este hecho, continuó viendo que la ciudad era muy diferente a la que conocía.

-Ya llegué -dijo la joven a punto de tirar la mochila al suelo, pero se abstuvo al recordar que no vivía en la misma casa en donde no había ninguna regla.

-Ya era hora. Iremos a comer a la casa Nanami -El padre de la niña cruzó la puerta principal.

-¿Casa Nanami? Es decir ¿"Esos" Nanami? -La niña preguntó confundida.

-¿Acaso existen otros? -El padre la vio sobre el hombro y siguió caminando.

Aunque la casa estaba a diez minutos de la suya, el viaje se le había hecho eterno. Su padre la había ignorado durante todo el camino con los ojos inmersos en su tableta. Sintió un alivio abismal cuando tuvo la libertad de bajar del coche.

-Pero cuánto tiempo sin verte, pequeña. Siéntate por favor -dijo la señora Nanami -Ah, Yoshio querido, tú y yo tenemos mucho de qué hablar.

Se llevó a su padre y ella quedó completamente sola. Decidió caminar y ver la casa que parecía mucho más grande que la suya, veía hacia todos lados y se paraba a apreciar los recuadros de todos los Nanami de la historia.

-¡¡Ay!! ¡Cómo te atreves! -La niña giró la cabeza de izquierda a derecha, pero no vio a nadie -Aquí abajo.

Cuando bajó la mirada vio a un niño con un largo cabello rubio, que arreglaba de mala gana lo que había dañado.

-Acabas de pisar mi barco, era un modelo a escala del Golden Hind -El rubio se levantó y le enseñó el barco con el mástil roto.

-¿Golden Hind?

-No sabes nada, ¿verdad? -Dijo el pequeño apuntándole como si le acusara.

<<Ah jaja, pero qué niño de mierda... >> Pensó fingiendo una sonrisa.

-Fue un Galeón que viajó entre 1577 y 1580, capitaneado por corsario Francis Drake -Explicó emocionado.

-Ryusui, no aburras a la invitada de mamá con tus historias sobre barcos -Un niño de cabello negro se acercó. No tenía un aspecto dominante pese a ser mayor que el rubio, más bien estaba suplicando que el pequeño dejara de hablar.

-Claro que no estaba aburriéndola, porque los barcos no son aburridos -El pequeño le mostró la lengua a su hermano mayor con la intención de ofenderlo.

-Oh, amo Sai, no podía encontrarlo. Vamos a su clase de cálculo antes de que su padre vea que no se encuentra ahí -El niño cambió por completo su expresión cuando escuchó la voz de la mucama.

-¡No! ¡Ya no quiero seguir estudiando matemáticas! -Gritó antes de irse corriendo a toda velocidad.

-¡Espere joven Nanami! ¡Por favor deje de huir! -La señora se fue detrás del niño intentando agarrarlo con una mano.

-Así es Sai -Habló el rubio -siempre se escapa porque odia que lo presionen, ¿Un secreto? Es un genio matemático.

-A mí me parece que las odia -Rio nerviosa.

-Le encanta ocultar sus habilidades -Dijo Ryusui chasqueando los dedos. -Pero hace unos días logró resolver un examen de cálculo inferencial sin ningún problema.

La niña estaba impresionada, parecía que el pelinegro tenía alrededor de 7 años, pero aun así ya veía temas avanzados.

-Lo olvidaba JAJAJA -Rio el pequeño cubriéndose el rostro -Mi nombre es Nanami Ryusui, un placer señorita.