8. Desorientado

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Las miradas reprobatoria no pasaron desapercibido pero en su compañía podía olvidarlas. Salude a cada persona que se me acercaba, con un poco de aburrimiento.

La música era digna para un funeral.

Yazco no había aparecido por ninguna parte, resultaba extraño que no estuviera aquí. No lo conocía así que no podía hablar de su forma de ser.

—¿Estas son todas las personas que viven aquí? —pregunte mientras caminaba

—No

—Entonces ¿qué son?

—Algunos son barones, otros condes —respondió con indiferencia— la mayoría están aquí gracias a Yazco

—Me imagino que su lealtad se debe a eso

—Tambien hay humanos aquí —eso no lo esperaba— algunos viven bajo la protección de vampiros convertidos

Un poco sorprendida detuve mis pasos y lo miré.

—¿Vampiros convertidos?

—Me refiero a los que no son de sangre pura y fueron mordidos siendo humanos —aclaró— Viven del otro lado del muro

—No les permiten entrar al reino.. —concluyó dándole un pequeño trago al vino

Seguí caminando con él a mis espaldas, literalmente era como mi sombra de la cual tenían que pensar primera antes de acercarse.

—Darianne...

—¿A caso quieres que nos descubran, Naxell? —me vuelvo con una sonrisa burlona— Se un poco más discreto. No me llames por mi nombre estando frente a toda esta gente ¿esta bien?

No supe descifrar la mirada que me dió, asintió sin más.

Cuando me vuelvo siento la palma de su mano en mi espalda baja, estaba frío al contrario de mi piel que yacía caliente. Giré un poco mi rostro para mirarlo con la intención de que se dieran cuenta de lo que hacía, pero era ajeno a mi mirada.

Empujó levemente de mí hacia uno de los pasillos por el cual justamente aparecía Yazco. Al vernos la comisura de sus labios se elevó en un torcida sonrisa.

—La fiesta no es por aquí queridos. —dijo con diversión

—Eso ya lo sabemos —dije— Naxell me acompañaba a mi habitación

—¿Te irás tan rápido? Que lastima —fingió tristeza

Ruedo los ojos un poco fastidiada por su actitud, no lo paso desapercibido. Tensó la mandíbula y sin contar los segundos como una ráfaga de aire ya lo tenía en mis narices. Levanté la cabeza para poder verlo con el ceño fruncido.

—¿Qué estás tramando niña?

—¿Yo? —me señalé confusa— Si tuviera algún plan en mente créeme fuera mejor que tú gobernando este reino, Yazco. Mucho mejor que tú

—¿Una niña como tú? No me hagas reír por favor..

—Cuando menos te lo esperes ya no estarás a cargo de nada de esto. Mi madre lo gobernó muy bien durante el tiempo que vivió aquí como su reina, para después cederlo a su hermano —hice una pausa— un demonio que lo único que ha echo es destruirlo. No eres digno del trono Yazco.. y vas a caer

Las palabras brotaron de mi boca como si fuera natural, y no arrepentía de encararlo. Naxell me daba más miedo que él. Sí era la siguiente al trono me encargaría de asumirlo como tal.

Con una breve sonrisa y un leve movimiento de mi cabeza pase por su lado sin mirar atrás.

—Naxell, asegúrate de que el querido Rey no se acerqué a mi habitación cuando termine la fiesta —ordene— Ya no formaré parte de esta celebración

El Rey De Las Sombras [#1][En Corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora