Enero, 2023
Lleva rato sonando mi alarma, de repente un recuerdo llega a mi mente y hace que me levante rápido de la cama, apago la alarma y me percato que son las 9:17 a.m., tengo que entregar pedidos de pasteles que mi abuela me comentó ayer.
Hace varios meses, 4 para ser exactos, Abi empezó a vender los pasteles que hacía, siempre fue algo que le gusta hacer muchísimo pero sólo lo hacía para las tres, mi mamá y yo estábamos enamoradas de sus pasteles.
Empezó a venderlos desde que mamá murió, el dinero no alcanzaba para mis estudios y el cuidado de la casa, ella hace pasteles y yo los entrego, después de todo es lo mínimo que puedo hacer para ayudarla.
Me bañé y cambié rápidamente ya que la primera entrega es a las 9:30 a.m., desayuno rápidamente mientras cepillo mi cabello, al acabar bajo y veo que hoy hay 7 entregas, lo cual significa que debo hacer muchas vueltas de mi casa hacia cada punto de entrega.
Si ayer hacía frío hoy hace un calor insoportable, lo cual significa que no puedo llevar varios pasteles en una sola ida porque se arruinaría la decoración
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Esta es mi última entrega del día y ya estoy cansada, la última entrega es la más lejos de todas, son mínimo 20 minutos caminando, llegué y me dediqué a tocar el timbre, salió el señor Matthew de la grande casa blanca que tenía al frente.
-Buenas tardes señor Matth, ¿Cómo se encuentra? Vengo a entregarle el pastel que pidió-
-Buenas tardes Hash, muchas gracias-dijo tomando la caja de mis manos amablemente.
-¿Quién es Matth?- Maddie se hizo presente en la plática.
Maddie había sido una gran amiga mía desde pequeñas, siempre hacíamos todo juntas hasta hace poco menos de medio año, desde que mamá murió ella hace burlas al respecto con eso, al principio nunca le dije nada ya que lo hacía sólo cuando estábamos solas.
La última vez que hablamos fue en la escuela, ella se burló de mí frente a la mayoría del grupo, decidí alejarme de ella y no hacer caso a las burlas.
-Hasta luego, que tengan buena semana-dije incómoda.
-A ver cuándo se da una vuelta por acá Abi- A pesar de todo, Matth y mi abuela eran muy buenos amigos.
-Claro, yo le diré-
-Adios Hash-se despidió Maddie riendo.
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Estoy tomando un baño, sé que sonará un poco asqueroso, pero si, sudé mucho por el sol, salí del baño ya vestida y bajé a ayudar a la comida, pusimos la mesa y nos sentamos a comer en silencio.
-¿Cómo te fue?-preguntó después de un rato.
-Bien, Matth quiere que pases por su casa uno de estos días-
-Claro, gracias-
-Voy a terminar mi tarea para no hacer todo mañana-dije recogiendo mi plato y vaso.
Mala idea, llevo 1 hora y apenas llevo 4 problemas matemáticos, de 10.
Las matemáticas no siempre fueron mi fuerte, yo prefiero pintar o escribir, aunque no soy experta me considero talentosa en eso.
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¿Sólo eso? [Lukas Urkijo]
Random-¿Una apuesta? ¿Sólo eso?- -Hash déjame explicarte- No paraban de salir lágrimas de la joven pelinegra.