CAPITULO 17

1.6K 145 10
                                    


INSEGURIDADES

|Sara Stone|

El agua tibia cubría gran parte de mi cuerpo a excepción de mis hombros y rostro. La tina era lo suficientemente grande como para que ambos cupiéramos, sin embargo, él no se había dignado en aparecer todavía. Al menos pudo haberse despedido si es que su plan era que nos viéramos hasta Córdoba para tomar una decisión con respecto a todo esto.

Mi celular comenzó a sonar y en un acto desesperado salí del baño con la esperanza de que fuera él, pero no. Se trataba de Marta. Regresé con un atisbo de tristeza al agua y contesté sin ganas.

— ¿Cómo va su esperadísima luna de miel? —preguntó sin rodeos. — ¡Tienes que contarme todooooo!

— Bien — respondí intentando parecer contenta.

— ¿Algo va mal?

— No, ¿por qué algo iría mal? ¡Puaj!

— Amelia me contó todo...

Un silencio se hizo a través de la línea y yo sin poder evitarlo comencé a sollozar. Me sentía destrozada y yo solo... Quería verlo. Simplemente no podía dejar de llorar al pensar en lo que había dicho. Que nos habíamos apresurado.

¿Realmente se arrepentía de haberse casado conmigo?

— Supongo que aún no sabes nada de él.

La escuché suspirar del otro lado.

— Escucha — dijo serena —, es normal que las parejas casadas peleen, Sara. No todo es color de rosa. En algunas ocasiones no estarás de acuerdo con Leonardo y en otras él no estará de acuerdo contigo. Asi es esto: Unas peleas serán tan absurdas y otras podrán ser tan complicadas que podrían  ocasionarles hasta el divorcio.

—¡Pero si nos acabamos de casar! — Sollocé más fuerte. Eso no ayudaba en nada.

— No estoy hablando de ahorita. — respondió de inmediato, un poco alarmada. — Lo que digo es que ya ambos se conocen desde hace mucho tiempo, pero por alguna extraña razón cuando uno se casa, las cosas cambian de cierta manera. Así que deben aprender a comunicarse mejor, y a entenderse mejor. Porque a pesar de todo lo malo que pasé y que pasará, obviamente, nunca se deben perder la confianza.

—Entonces, ¿hice mal?¿Debo disculparme?

— Oh, estoy segura que definitivamente Leonardo se comportó como todo un idiota al arruinar su luna de miel. — comentó iracunda— Pero es evidente que tuvo un buen motivo. No creo que haya hecho semejante estupidez sin una muy buena razón.

¿Una razón? Yo solo quería que las cosas fueran como antes.

—Marta, por favor, no le digas a nadie.

— Soy una tumba.

— Pero sobre todo no le digas a Esteban.

— Con justa razón, es capaz de volar hasta México para partirle la cara a Leonardo. Mejor evitemos eso.

Eso me hizo reír... un poco.

— Y Leonardo ni se diga. Terminé regañada.

—¿Has hablado con él? — pregunté con esperanza —¿Sabes dónde esta?

—No, nena. Lo siento.

[••• ]

A la mañana siguiente sali de la habitacion directo a la alberca del hotel. Introduje mis pies con la única  intensión de mirar a mi alrededor en su busca, tal vez con un poco de suerte conseguía verlo.

¡ELLA ES MI DESASTRE! ™ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora