Uno

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Mientras la chica cargaba con aquella enorme caja llena de copias y caminaba hacia la dirección se tambaleaba, pues esa caja era demasiado pesada para ella sola.

Sudaba frío, y comenzaba a desesperarle que hubieran tantas personas en los pasillos, pues era la hora del receso.

Tomo una bocanada de aire y siguió caminando, ya no faltaba mucho, la llevaría a la dirección y si es que le daba tiempo luego iría a comer, pues se moría de hambre.

Por otro lado tres chicos corrían de un lado para otro por el pasillo, pues Ryusei acababa de jugarle una broma a Chifuyu y este lo perseguía enfurecido, mientras Baji fastidiado iba tras de ellos, estaba molesto y le habían colmado la paciencia.

—Ryusei ¡Cuidado!—le gritó el peli negro. Pero ya era demasiado tarde. Pues acababa de impactar contra la peli negra, quien estaba sentada en el piso sobándose la frente. Habían impactado tan fuerte que se había caído.

—¡Idiota!—le gritó la chica—¿Podrías fijarte por donde caminas?—

—¿Delegada?—pregunto Chifuyu sorprendió, nunca había visto a Hayashi tan molesta, y eso que solía ser una gruñona.

Esta se levantó molesta, miro hacia el piso y vio que todos los papeles que llevaba en aquella caja habían salido volando.

—Carajo—maldición a lo bajo.

Volvió a tirarse al piso a recoger todos los papeles que había tirado anteriormente.

Los chicos solo la observaban perplejos.

—¿Podrían no sólo quedarse ahí y ayudarme a levantarlos?—se quejó.

Estos obedientes siguieron su orden.

Estaba en problemas, pues tendría que volver a organizarlos por orden alfabético. Supuso que ese día tampoco almorzaría.

—De verdad lo siento—se disculpó el moreno—Te juro que no me fijé—dijo mientras apilaba los papeles en la caja.

Ambos conectaron miradas por un segundo.

—No vuelvas a jugar en los pasillos, Ryusei Satou—le ordenó la chica, estaba furiosa y la verdad es que a Ryusei le daba un poco de miedo.

—Entendido—le dijo mientras se ponía la mano en la nunca, estaba nervioso.

Terminaron de apilar los papeles, la chica soltó un resoplido y volvió a tomar la caja, seguia exhausta.

—Te ayudare a llevarlos—se ofreció Baji.

—Gracias Baji—le respondió la chica con una sonrisa—Eres un buen chico—

Ryusei soltó una pequeña risita, Hayashi le miro mal. Lo que provocó que dejara de reír.

—Volveré enseguida—aviso el peli negro mientras se iba junto a la chica.

Ryusei la observó un poco más ¿cómo es que sabía su nombre? Si es que no se conocían. Supuso que era alguna admiradora y sonrió de oreja a oreja, pues la chica le resultaba encantadora.

—¿Quien era esa?—pregunto curioso.

—Hayashi (n.)—respondió el rubio—Delegada de mi clase y parte del consejo estudiantil—

—Ya veo—sonrió—¿Porqué no me la
presentas?—

—Ni lo pienses, esa chica da miedo—

A Ryusei se le borro la sonrisa de la cara. Habría que hacer el trabajo el mismo.

Teen Romance [Ryusei Satou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora