La madre de Ryusei se había ido después de cenar, dejando a los dos jovenes solos. La cena había transcurrido de forma tranquila, resulta que la madre de Ryusei había quedado encantada con Hayashi, pues la peli negra no solía ser una cascarrabias con los adultos.
Mientras ambos estaban mirando la televisión en la sala de estar se sostenían la mano. La chica seguía nerviosa por lo que había pasado un par de horas atrás, pero intentaba no prestar demasiada atención, pues no había vuelto a repetirse.
—¿Tienes sueño? Puedes recostarte en mi hombro—dijo Ryusei a la fémina.
—Estoy bien—dijo soltándole la mano rápidamente.
—Te estas portando raro hace un rato ¿Que pasa?—dijo acercándose más a ella—¿Te sientes bien?—
—¡Si!—exclamó nerviosa.
—Es por mi ¿cierto? No voy a morderte—se acercó a su oido y le susurró—A menos que me lo pidas—se apartó nuevamente—Así que quédate tranquila—
La chica solo asintió nerviosa y apartó la vista. Se le había olvidado lo verdaderamente coqueto que era su novio, probablemente antes no lo había notado o ignoraba sus bromas porque solía creer que eran eso, bromas.
Y ahora que se había percatado de ello no podía evitar no ponerse nerviosa, le gustaba demasiado, era imposible no avergonzarse cuando un chico tan atractivo cómo el hacía ese tipo de cosas.
De tanto sobrepensar termino dándose cuenta que había pasado tanto tiempo que Ryusei s e había quedado dormido. Lentamente fue cayendo por el sillón hasta quedar sobre el hombro de la chica, está solo sonrió y comenzó hacer caricias en su cabello.
Probablemente debería comenzar a marcharse, pero se le había hecho tan tarde que probablemente tendría que quedarse a dormir.
Un par de minutos después volvió la señora Ryusei y fue tan cuidadosa que casi no hizo ruido, cuando Hayashi la vio soltó un grito despertando a Satou quien se levantó del sofá de un brinco.
—Lo siento mucho, por interrumpir su momento—dijo la señora—Volví para vestirme, saldé con mis amigas y me quedo hasta tarde ¿Te quedas a dormir? Hayashi—
—Debería llamar a mis padres para que vengan por mi—respondió la pelinegra.
—Puedes quedarte a dormir—la alentó su novio—Es tarde y es peligroso—
—Yo llamaré a tus padres—dijo la mayor, pues quería convencerles.
La chica le pasó el móvil a la mayor y ella estuvo un rato en el teléfono, Hayashi estaba nerviosa, pues probablemente dirían que no.
Mientras tanto Ryusei luchaba por no quedarse dormido.—Puedes quedarte—dijo la mayor.
Hayashi soltó un suspiro de alivio y Ryusei se le tiro encima del regazo para seguir durmiendo. Hayashi se puso nerviosa y la madre le miró mal al chico.
—¿No te enseñe a tener modales con las chicas?—
—Quiero seguir durmiendo—se quejo y volvió q cerrar los ojos.
—Como sea—soltó un resoplido—Les traje algunos postres y chocolate caliente por si les da hambre, no duerman muy tarde—comenzó a caminar directo a su habitación y antes de cerrar la puerta dijo—Y no hagan nada indebido—
La chica se puso roja como un tomate y Ryusei solo se acomodó en sus piernas para seguir mirando el televisor.
—Dormiré en el piso—aviso la chica.
—Creí que dormiríamos juntos—dijo con un bostezo—Si te molesta yo dormiré en el piso o en el sofá—
Ella solo negó con la cabeza aunque el no podía verle
—Dormiremos juntos—
Cuando finalmente llegó la hora de dormir la chica se metió en la cama, nerviosa, el chico caminaba con un pequeño libro para niños hacia su dirección.
—Este es un libro que solía leerme mi mejor amigo cuando tenía pesadillas—dijo con un tono de nostalgia—Ahora me toca a mi leértelo a ti—dijo mientras se sentaba al borde de la cama.
El cuento trataba de un conejito que se perdía en el bosque y no podía encontrar a su madre, pero con la ayuda de un oso lo hacía, al principio el oso parecía intimidante, pero resultaba ser una buena persona.
Cuando más distraídos estaban la chica comenzó a caer en un profundo sueño, el chico al verla dormir tan plácidamente solo sonrió. Le besó la frente y se acosto a dormir junto a ella.
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Teen Romance [Ryusei Satou]
Fiksi PenggemarDonde Ryusei intenta conquistar constantemente a la chica que lo rechaza