Hayashi corría por el campo junto a sus compañeras de clase, pues en su última hora tenían clase de deportes. Hacia mucho calor, pues el día era soleado. Se distrajo por un minuto a mirar al otro lado del campo, donde se encontraban los chicos, y pudo ver a lo lejos a Ryusei jugar con Chifuyu y Baji mientras reía a carcajadas.
Tuvo recuerdos de la noche del fin de semana y no pudo evitar no ponerse nerviosa, recordó el tacto del moreno, y acabó sonrojándose. Comenzó a correr rápido en un intento desesperado de distraerse que acabó por caerse y rodar bruscamente por el piso.
—¡Hayashi! ¿Estas bien?—grito Yamada, una de sus amigas y compañeras de clase.
Y al parecer había gritado lo suficientemente fuerte cómo para que todos la escucharan, incluyendo a los chicos.
Ryusei corrió hacia el otro lado del campo hasta que finalmente llegó hacia ella, quien ahora era cargada por 2 de sus compañeras quien la sujetaban a cada lado de los hombros. Tenía el cabello suelto y alborotado por el impacto, se había hecho un raspón enorme en la rodilla, y la tenía inflamada.
Las chicas saludaban animadamente a Ryusei, aunque a este poco le importaba, todo lo que quería era asegurarse de que su querida Hayashi estuviera bien.
—Hayashi—dijo este intentando llamar su atención. Las chicas a su alrededor miraron mal a la peli negra.
—Ryusei—respondió esta adolorida.
—¿Crees que podrías ayudarme a llevarla a la banca?—pregunto Yamada, quien la sostenía por un costado.
—¡Claro!—dijo este haciéndose un espacio entre las chicas para tomarla de la cintura—Voy alzarte por un segundo ¿Si?—le aviso a Hayashi.
Esta estaba tan apenada que solo asintió levemente con la cabeza. El chico la cargó cómo si de una princesa se tratase y la llevo directo hacia las bancas, donde la sentó y luego el se sentó junto a ella.
Yamada volvió un par de minutos después con un botiquín de primeros auxilios, mientras los dos jovenes permanecían en silencio sin decir palabra alguna.
—Yamada ¿Verdad? Yo la curaré por ti—se adelantó el moreno.
—Gracias—respondió la chica haciendo una reverencia para luego alejarse.
—No era necesario que me cargues, o que me cures—se quejo Hayashi—Ahora todas creen que estamos saliendo—
—¿Importa?—pregunto Ryusei—Pueden creer lo que quieran—dijo humedeciendo una bolita de algodón para pasarla suavemente por su rodilla.
—Quema—se quejó Hayashi—¿A ti no te importa?—pregunto curiosa mientras doblaba las rodillas y se las pegaba al pecho para que doliera menos. Luego se acomodó de forma que quedara frente al chico.
—No, no me interesa, si creen que estoy saliendo contigo ¿Que más da?—volvió a pasar el algodón sobre sus heridas y esta vez sopló sobre su rodilla para aliviar el dolor.
Hayashi pudo notar al resto de las chicas observar la escena recelosas y luego observó a Ryusei demasiado cerca de ella, toda la situación era verdaderamente vergonzosa, que lo único que quería era escapar de ahí.
—Ya termine—dijo el peli rosa con una sonrisa mientras le colocaba pequeñas banditas de hello kitty a la chica—¿Te llevo hoy a casa?—
—Si—respondió Hayashi sin muchos ánimos—Gracias, Ryusei—
—No es nada—le respondió el chico con una sonrisa mientras entrelazaba su mano con la suya, la chica rápidamente soltó su agarre y le miró confundida ¿Que había sido eso? ¿Y porqué le había echo sentir tan feliz?
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Teen Romance [Ryusei Satou]
FanfictionDonde Ryusei intenta conquistar constantemente a la chica que lo rechaza