Teen Romance [Ryusei Satou]

Tres

Esa tarde Ryusei había acompañado a Chifuyu a la librería, no tenía nada mejor que hacer, así que había ido a molestarle.

—¿Porqué Hayashi es tan gruñona?—se quejó el moreno en voz alta.

—¿Porqué te interesa tanto? ¿A caso te gusta?—pregunto Chifuyu con seriedad.

Ryusei se sonrojo al instante, le parecía linda, pero no sabia si verdaderamente le gustaba. Pues la conocía apenas 1 mes atrás, y siempre buscaba la oportunidad para pasar tiempo con ella, pero esta lo rechazaba.

—¿Porqué estás tan rojo? ¿Te dio un golpe de calor?—preguntó el rubio alarmado.

—¡Claro que no!—se quejó.

Entraron a la librería y Chifuyu se dirigió a la misma sección de siempre, Ryusei lo persiguió.

—¿De verdad lees estas cosas?—le dijo con una enorme sonrisa en el rostro.

—¡Déjame solo!—le respondió con evidente fastidio.

—Cómo tú digas—dijo mientras se dirigía a otra sección.

Cuando llego a la sección de libros de terror pudo observar a Hayashi sentada en el piso buscando algún libro que llamara su atención, este la observo fijamente, se veía tan pacifica que parecía una persona completamente distinta.

—Deja de mirarme, pervertido—le dijo al chico mientras seguía leyendo la parte trasera del libro.

Este soltó una pequeña risita y se acercó a ella.

—Hola, Hayashi—

Esta apartó la vista de su libro y le miró mal.

—Ah, eres tú—

—Veo que te da mucho gusto verme—le respondió con una sonrisa de forma sarcástica.

—¿Ahora también me persigues en la librería?—le dijo ya fastidiada.

—¿Que estás leyendo?—le pregunto mientras se sentaba junto a ella.

—Junji Ito—respondió la chica.

El moreno le quitó el libro de las manos y comenzó a hojearlo. Sintió nauseas.

—¿De verdad lees esto? Es asqueroso—se quejó el moreno.

—Y yo que creí que nos podíamos llevar bien, Ryusei—

—¿Dije asqueroso? Quise decir asombroso—dijo mientras volvía a hojearlo con cara de tener nauseas—Lo compraré—

La chica soltó una pequeña risita y a Ryusei se le iluminaron los ojos.

—No tienes que pretender ser algo que no eres para agradarme ¿Lo sabías?—le dijo al moreno.

—¿Entonces podemos ser amigos?—le dijo con una enorme sonrisa.

—No—le sonrió de vuelta—Eres muy ruidoso—

—Ya veo—dijo este sonriendo apenado.

—Me voy—dijo ella parándose rápidamente.
Ryusei se paro junto a ella.

—¿Te acompaño a casa?—

—No gracias, puedo ir sola—dijo mientras se colgaba la mochila en el hombro.

—¿Podemos almorzar juntos en el receso?—preguntó apenado.

—Tengo asuntos pendientes del comité—

—¿Y si salimos otro día?—

—¿Porqué eres tan insistente?—se quejó la chica ya fastidiada.

—Porqué me agradas, Hayashi—

Esta se sintió arrepentida por haberle tratado mal antes.

—Está bien, podemos almorzar juntos
mañana—dijo rindiéndose.

A Ryusei se le volvieron a iluminar los ojos.