Alisson
Después de una profunda charla con mi mejor amiga, fui a recepción a preguntar por la habitación del trenzas. Me dieron la 512, y para allá que fui. Era dos pisos más arriba del mío y del de Carlos. No iba en busca de nada, solo a verlo si seguía despierto, se habían hech las mil. Toqué la puerta, y escuché un “who's there?” Vale, seguía vivo.
–Soy yo.
Abrió la puerta y sonrió. Yo también sonreí.
–¿Qué haces aquí?
–Necesitaba estar con alguien.
–Pas… No, tira para adentro –empujó algo con su pie–. Pasa.
–Graaciias.
Ahora veo lo que empujaba, era un bulldog inglés de color marrón y blanco, que me miraba con la lengua fuera y ojos alegres. Con un collar y una placa que ponía Roscoe.
–Ohhh.
–Se llama Roscoe. Roscoe el pesado. Siempre quiere salir…
–Es una monada.
–Gracias –sonríe.
El perro se me acercó y se subió a mis rodillas.
–Holaa, mi amooor.
Lewis sonríe y se sienta en el borde de la cama contemplando la escena.
–Cuidado que… –me lamió la cara entera–. Eso.
–Ooiiiix.
–Le caes bien –sonríe–. Le encanta estar con chicas, pasa mucho de los tíos… no sabe nada.
–Aaannnda, no sabe ni na'
–¿Ha pasado algo? No te esperaba por aquí, y que vengas a la una de la mañana, perdona que te diga, pero no es muy normal.
–Necesitaba estar con alguien.
–... ¿Carlos otra vez? –asiento–. ¿Necesitas un abrazo?
–Sí a todo.
Él abre los brazos y yo dejo al perro para ir a su encuentro. Me abrazó fuerte, dios, como lo necesitaba… No quería dejar a Cralos, pero no quería estar con alguien que no pudiera dedicarme ni cinco minutos.
–¿Has vuelto a llorar? –pregunta mientras acaricia mi espalda.
–Un poco.
Literalmente él me estaba dando lo que Carlos no me había dado en un mes. Atención, sin apenas conocernos.
–No está bien que sufras por alguien que se supone que te quiere… –me mira a los ojos.
–Ya… ya lo sé.
–¿Por qué sigues con él?
–Lo quiero.
Él puso sus labios en una línea recta.
–A veces mantener duele más que soltar.
–También lo sé.
–No soy nadie para decirte lo que tienes que hacer, pero yo de ti me lo haría mirar…
–Sí, lo haré lo haré.
Oía los ronquidos y lloriqueos de Roscoe detrás.
–Como te gusta que te hagan caso, eh… –lo miró su dueño por encima de mi hombro.
Me senté en el suelo y llamé al perro para que viniera conmigo. Él vino corriendo a patita alegre y se tumbó en mi regazo.
–Oye… Lewis.
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𝘴𝘵𝘢𝘳𝘣𝘰𝘺 Libro 1 [terminada]
FanfictionNunca se me ha dado bien disimular, si me gusta alguien, se me nota. Lo siento Sainz, pero esta no es la tuya... Soy Lewis Hamilton, y te doy la bienvenida a la biografía del romance más intenso que he tenido en mi vida. *Contenido sexual, lenguaje...