Alisson
Estábamos yendo a casa de Seb. Era una casa de campo bastante lujosa. Había piscina y todo. Estaríamos a gusto. Lo que decía, iba a ser interesante. Seb me recibió con los brazos abiertos, a los que me lancé sin pensármelo dos veces.
–Vaya casa, colega.
–Estamos un poco aislados, pero se está bien.
–Mejor.
–Sí, mejor –Lewis se tiró sobre el sofá.
Seb y yo nos reímos. Me senté junto a él, Vettel se nos tiró encima a los dos.
–Joder, pesas más eh, colega… –dijo mi novio.
–Ya sé que estoy gordo ahora, callate.
–Me piro a la piscina.
–Nos –corrige Lewis.
Asentí. Y así lo hicimos, Seb vino un poco más tarde que nosotros. Simplemente se sentó en el borde.
–Ni se te ocurra. Te estoy viendo –advirtió al verme acechando.
–Bueeeno.
–¡Al agua patos! –si no era yo, sería Lewis quién lo tiraba al agua.
–¡Tomaaaa!
–¡El móvil! –se quejó riendo. Lo sacó inmediatamente, dejándolo en la orilla.
–Te puedes comprar siete más si quieres.
–Lo sé. Pero me da una pereza…
Reí, ¿en serio?
–Te has vuelto muy vago tu.
–Porque puedo –se encoge de hombros–. Igualmente, planeo volver. Checo no va bien, y he estado hablando con Helmut Marko –los dos lo miramos estupefactos.
–Hostia.
–No solo vas a volver, que vas a volver CON RED BULL –soltó Ham.
–Exactamente –dice sonriendo, como si fuera lo más corriente del mundo.
–Que genial.
–Quería volver con Aston Martin, pero no me parecía buena idea tener que competir con Alonso.
–Claro…
Mi novio seguía en shock.
–Tú mismo dijiste que no volverías.
–Las cosas cambian.
–Exacto.
Aún era joven, unos cinco o cuatro años le quedaban, por lo menos.
–Pero ahora, disfruta de las vacaciones.
–A eso iba –se puso a flotar en el agua.
–Claro que sí.
Nos pasamos un buen rato en la piscina, incluso se hizo de noche. Veías mucha parte de la zona iluminada, era precioso. Noté unos brazos por detrás de mí, no era Lewis, él no era tan delicado.
–Uy, hola.
–Hola –sonrió.
–¿Y mi novio?
–Ha salido hace un rato.
–Ah.
Igualmente, él no era mala compañía.
–Las vistas son preciosas.
–Las mías son más bonitas.
Cuando vi que a quien miraba era a mí, y se refería a mí, sonreí; y su sonrisa se agrandó. Era un hombre muy tierno.
–¿Te puedo besar?
–Claro.
Junté nuestros labios. Sus manos fueron a mis mejillas, acariciándolas suavemente con sus pulgares. Tenía una manera de besarme que me encantaba, me hacía sentir mil cosas que no debería de sentir con alguien que no era mi pareja. Igualmente yo no quería despegar mi boca de la suya. Esos besos saben a pura gloria. Lo abracé y ambos nos juntamos más al otro, buscando hacer más apasionado el beso. Su lengua entró en mi boca, danzando con la mía. Nuestras respiraciones se aceleraban, queriendo decir solo una cosa: más. Sus ojos ahora me miraron con lujuria, me deseaba tanto como yo lo deseaba a él. Y sólo su mirada me enviaba una ola de calor a mi zona íntima.
–Te deseo.
–Lo sé.
–¿Entonces?
Su pelvis se junto con la mía. Suspiré y lo miré.
–Ya lo sabes.
–¿Puedo o no? –sus manos pasaron a mi cintura, sus ojos azules seguían fijos en los míos.
–Sí.
Sus labios volvieron a fundirse en los míos mientras sus manos me agarraban por debajo de los muslos para subirme a él. Se movió buscando roce conmigo, jadeé al sentir lo duro que estaba. Sus manos viajaron a mi culo, apretujándolo entre ellas.
–Seb.
–¿Sí, pequeña?
Me acerqué a su oído y sonreí.
–Follame.
Procedió a deshacerse de la parte de abajo de mi bikini. Yo lo miraba, atenta a cada movimiento. Su miembro entró en mi sin previo aviso, gemí al sentirlo.
–Joder.
–Dios… –mordió su labio inferior.
Era una escena mágica. Nunca me había puesto tan nerviosa por un hombre. No quería dejar de tocarlo, era como si hubiera un imán. Mientras él se movía lenta y deliciosamente, besaba mi cuello y mi mejilla. Ambos en la piscina, con unas vistas increíbles, estábamos siendo uno. Acabó uniendose a mi, después de llegar a su orgasmo, y después del suyo, el mío. Era increíble, un hombre increíble.
☆☆☆
Pasaban los meses y yo seguía con Ham, me veía con Seb y todo bien. Mi novio se acostaba con otras pero nuestro amor seguía ahí. O eso creía. Sentía mucho con Seb y con Ham menos. Además, él y yo cada día teníamos menos conexión, tal vez lo de la relación abierta fue un error, o no. No sabía. Ya no sabía nada.
Fin, pero tranquis... se vienen cositas con este libro, pronto os daremos noticias. Un beso.
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𝘴𝘵𝘢𝘳𝘣𝘰𝘺 Libro 1 [terminada]
FanficNunca se me ha dado bien disimular, si me gusta alguien, se me nota. Lo siento Sainz, pero esta no es la tuya... Soy Lewis Hamilton, y te doy la bienvenida a la biografía del romance más intenso que he tenido en mi vida. *Contenido sexual, lenguaje...