CAPITULO 26

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La madre del emperador sale del palacio caminando muy angustiada detrás de ella viene su esposo queriendo tratar de hablarle, pero ella al parecer no quiere escuchar una sola palabra que él saque de su boca, pero insiste en tratar de hablarle que le agarra del brazo muy fuerte haciendo que ella sé de la vuelta para mirarlo y darle una bofetada delante de todos nosotros aun así el no quito su mano de su brazo ella le grito muy fuerte "suéltame crees que tendrás el perdón de mí después de lo que hiciste con esa pobre esclava y engañarme de esa manera aquí enfrente de tu hijo". Él se quedó helado por las palabras hirientes de la verdad que suelta su brazo suavemente sin decir una sola palabra, pero antes de que su esposo quiera volver a tener una plática, el emperador intervino en la situación para calmar un poco las aguas diciéndoles "que la esclava decidió su destino que no hay porque entrar en una discusión en la que no va a solucionar nada". Su madre solo lo abraza calmándose en los brazos de su hijo, al lado mío hay un esclavo, pero tiene una apariencia extraña en su mirada refleja el odio, él con su mano revisa entre su ropa sacando una daga muy grande y alargada corre hasta donde está el emperador queriéndolo apuñalar por la espalda, pero los soldados se percatan de su intención quitándolo antes de que cometa un error sosteniéndolo para que el emperador lo golpee el esclavo lo insulta gritándole.

"Porque la mataste maldito bastardo, ella era mi esposa, no merecía morir, así tú y tu padre deberían irse al infierno".

Aun así, golpeado, tienes agallas para hablar de esa manera a tu majestad maldito esclavo, llévenselo y amárrenlo con una cuerda, nos vamos a divertir un poco con él -dijo el emperador.

La doncella trata de tranquilizar a la madre del emperador que está muy nerviosa por la situación por la que está pasando ayudándola a caminar hasta el palacio mientras que los soldados cuelgan del cuello al esclavo con una silla de madera debajo para apoyar sus pies la cuerda no está tan ajustada a su cuello el emperador lo rodea con un caballo tirándole tiros cerca de él sin matarlo trate de interferir para que no lo mataran, pero los soldados me sujetaban el emperador ve todo el barullo que estoy armando para salvarlo que se acerca junto con su caballo para agarrarme de la cintura y subirme junto con él delante de él para decirme al oído.

Te propongo un juego que vamos a tener en este momento tú y yo para salvarlo sería tu oportunidad para que él aún mantenga su vida que dices.

¿De qué se trata este juego? -pregunta  Amy.

Sabía que te iba a interesar bien para que lo salves deberás de tirar un tiro a la cuerda, así él aún estará con vida -respondió el emperador.

El esclavo lo insulta diciéndole "maldito, bastardo, como te atreves a decirle que me salve de esa manera suéltame y arreglamos esto como hombres". El emperador se enfada tirando tiros a la silla rompiendo solo tres patas de ella dejando una tambaleándose, el esclavo comenzó a ponerse nervioso diciéndome" Amy confió en ti, sé que no vas a matarme, pero si es así no te culpo tú no quisiste hacerlo". El emperador me da el arma cargada apunte hacia la cuerda, pero para tirar cerré mis ojos porque no quería ver lo que iba a suceder, baje el arma aún con mis ojos cerrados, el emperador me la quita agarrando de mi cuello, me besa la frente y en ese mismo instante cuando él mira al esclavo le tira un tiro en la frente del esclavo matándolo me asuste mucho que tape mi boca salieron lágrimas de mis ojos por no tener el coraje de salvarlo lo deje morir.

Sabía que no tenías el coraje para matarlo, solo tedi tiempo para que sepas que no eres más fuerte que yo hermosa esclava -dijo el emperador.

Él comenzó a tocar mi pierna subiendo su mano hasta mi muslo grite muchas veces que no me toque y de la desesperación me caí del caballo, pero me levante para correr lo más rápido posible de ese lugar el emperador comenzó a tirar tiros al aire mientras se reía de lo sucedido recientemente entre al palacio muy asustada casi sin poder respirar los latidos de mi corazón se aceleraron demasiado que no podía controlarme entre a una de las habitaciones cerré la puerta muy apurada me di la vuelta apoyándome en ella trate de respirar profundo con mis ojos cerrados y mi mano en el corazón cuando me calme abrí mis ojos me di cuenta de que estaba en la habitación de la madre del emperador ella está recostada en su cama descansando cuando quise abrir la puerta para irme de allí escuche la voz de ella diciéndome "que no me vaya".

Acércate a mi niña, siéntate en mi cama, te noto un poco nerviosa, cuéntame que te sucede -dijo la madre del emperador.

Me acerqué sentándome muy insegura en su cama, aún no sabía cuál era su intención, así que solo le seguí el juego, apreté mis manos muy fuerte porque se movían de los nervios que tenía, así no se notaba tanto, ella solo se acerca agarrando mi rostro dándome un beso en mi frente las lágrimas salían de mis ojos comenzó a decirme "que me calmara no gastes lágrimas por cosas que aún no van a suceder en tu vida tienes toda una vida por delante que deberás de vivir".

No entiendo muy bien que es lo que usted quiere decirme -dijo Amy.

Creo que te preocupas mucho por lo que sucedió y lo que va a suceder debes de dejar esa preocupación si quieres vivir aún tu vida -le responde la madre del emperador.

¿Aún no entiendo lo que usted me quiere decir? -pregunto Amy.

Algún día lo entenderás, no te preocupes -dijo la madre del emperador.

MALTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora