CAPITULO 30

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A mi túnica la escurrí muy bien, aun quedando húmeda salí del río para ir otra vez a la habitación. El hambre que tengo es más poderoso que otra cosa que me suceda, la debilidad me detiene en ocasiones, pero las ganas de obtener mi libertad me ayuda a avanzar aún más rápido. Entre a la habitación muy apresurada, me senté en el suelo de tierra frío disfrute mucho ese banquete nunca en mi vida he comido algo tan delicioso como la de esta noche entre risas con las esclavas llenas de felicidad nos recostamos en nuestras camas de alfalfa tratando de bloquear todas las escenas horribles de este lugar. En un trozo de tela limpia coloque panes y pedazos de carnes, lo envolví muy bien, dejándolo en mi cama, deje pasar unas horas a que todos estén ya dormidos. Salí de mi habitación para ir otra vez a los arbustos a los que fui hoy durante el día, quite muchas ramas para cruzar al pueblo abandonado, ninguno de los soldados me ha visto corriendo. Fui a mi antigua casa a visitar a mi padre que de hace meses no lo puedo ver solo aquella vez que vino al palacio. Al llegar abrí la puerta de madera que está toda destrozada comencé a gritar ¡papá!, como nadie me responde subí por la escalera de madera al piso de arriba. Encontré a mi padre moribundo recostado en su cama, en seguida me acerqué para ver que le sucede. Papá, papá, soy Amy respóndeme por favor -dijo Amy sacudiéndolo para que despertara muy alterada.

Mientras él abre los ojos con mucha dificulta dice mi nombre ¿Qué estás haciendo aquí?, Amy ¿el emperador dejo que vengas? -dijo el padre de Amy muy sorprendido. Él no lo sabe, me escapé del palacio para verte, te traje, comida y un poco de agua -dijo Amy un poco más tranquila. Muchas gracias hija hace varios días que no pruebo bocado, pero debes de irte si el emperador se entera de que estás aquí nos va a matar a los dos juntos vete Amy ahora obedece por favor hija yo estaré bien trataré de acercarme al palacio para verte en cuanto me recupere -dijo el padre. Le di un beso en la frente, me pare para darle la espalda, cuando baje por la escalera lo quede mirando unos segundos más por si está seria la última vez que lo vea en mi vida. Al llegar al suelo, caminando hacia atrás, pensando en mi padre, alguien me tapa la boca con su mano, sujetándome en la cintura con su otra mano, comencé a resistirme, pero en ese momento alguien me golpeo muy fuerte en mi cabeza, dejándome totalmente inconsciente. Mientras me llevaban podía oír solo pasos muy fuertes, pero de varias personas a la vez no se oía muy bien sus voces, sentí que me dejaron acostada en el suelo chasqueando con sus dedos, me decían. Despierta belleza -dijo el soldado. ¿En dónde estoy? -muy confundida dijo Amy. En el palacio, otra vez después de que te escapaste, pensaste que no te habíamos visto, aún eres muy ingenua princesa -dijo el soldado tocando mi cabello. Comenzó a manosearme recostándose encima de mí, me besa en el cuello y mi pecho mientras yo lo golpeo tratando de quitármelo de encima gritando le decía que dejara de tocarme. Bajando la mezclilla del pantalón me abofeteó por golpearlo, pero sé hoyo un disparo muy fuerte. Los soldados se percataron del ruido asustándose se quitó de mí. Yo arrastrándome en el suelo, me puse en el rincón llorando muy asustada, me temblaban las manos, puse mi cabeza entre mis piernas agachada. El emperador entró a la habitación en donde estaba, los soldados se asustaron con su presencia pidiéndole perdón por haberlo despertado, pero al emperador no le importo su clemencia dándole un tiro al soldado en la cabeza. Grite al ver la sangre caer, el otro soldado huye de la habitación para ponerse en su posición de vigilancia. El emperador se para enfrente de mí dándome una bofetada, después de unos segundos se agacha enfrente de mí para agarrarme del rostro maldita perra, tú debes de ser virgen para mí, no para estos idiotas -dijo el emperador muy enfadado. Con lágrimas en los ojos le dije por favor su majestad, ellos quisieron abusar de mí, yo solo me defendí. Mentira, tú deseas tener a un hombre, pero que te quede claro que tú eres solo mía y de nadie más zorra -dijo el emperador. Me agarra muy fuerte del brazo caminando delante de mí me hace entrar al sótano. Bajando las escaleras cierra la puerta dejándome en una profunda oscuridad, me senté en el suelo sin poder ver nada, mi mente comenzó a imaginar cosas terribles que me pueden pasar aquí. Sin poder dormir durante toda la noche con esas terribles imágenes de mi cabeza logré dormirme. Comencé a soñar que mi madre me abrazaba, sentía su calor junto al mío, dejándome más segura, me decía "debes de seguir luchando, hija, estás más cerca de lo que crees, de obtener tu libertad, solo tienes que resistir un poco más". En mis ojos cerrados sentía una luz al abrirlos, la puerta del sótano estaba abierta, una esclava baja por la escalera con comida sobre una tela cubriendo aquí tienes Amy debes de comer algo -dijo la esclava sentada cerca de ella. ¿Quién te envío aquí?, ¿cómo sabías que yo estaba acá? -pregunto Amy muy confundida. El emperador me envió para que comas algo antes de comenzar a trabajar -dijo la esclava. Me sorprende lo que dijo, ya que él no tiene corazón con todos, nosotros siempre nos deja sin comer porque es una persona inhumana, es difícil de creer este gesto de amabilidad de parte de él, alguna situación de peligro me debe de estar por llegar o puede que en realidad haya cambiado su forma de ser no sé ya en que creer porque siempre me siento en situación de amenaza por toda la desconfianza desde muy pequeña con muchos miedos que no puedo enfrentar, sino que es porque necesito a mi padre en mi vida otra vez como antes.

MALTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora