𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 05

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Nerea se recarga de la barandilla para poder ver como se alejaban de puerta hasta ya no poder casi verlo.

Cierra los ojos para sentir la brisa de mar golpeando su rostro y como el viento alborotando su cabello, sintiendo como el mar la llevaba.

-Oye, eres la chica del puerto- se escucha una voz familiar cerca

Nerea abre los ojos y voltea para encontrarse a la niña y al señor que conoció en el puerto.

-Hola- dijo sonriendo.

-Oye niña, dijiste que no viajarías Titanic- dijo el señor confundido.

-Si, pero mi primo- señalándolo y este saluda con la mano- gano tres boletos en un juego de póker- sonriendo

 -¿Enserio?-  pregunto sorprendido. Jack y Fabrizio asienten sonriendo-, vaya, que suerte tuvieron.

-Lo se- dijo Fabrizio con una gran sonrisa.

-Soy Bert Cartmell- extendiendo su mano-, ella es mi hija Cora.

-Jack Dawson- estrechando su mano

-Fabrizio- estrechando su mano

-Nerea- estrechándola

-¿Nerea?- pregunto confundido-, nunca escuche ese nombre.

-Es griego- respondió sonriendo-, mi padre me lo puso porque nací en el mar.

-¿Naciste en el mar?- pregunto Cora sorprendida mientras que su padre la mira confundido.

-Sip, y eso no es todo, el mar es mi amiga- dijo con una gran sonrisa-. Mi padre me puso Nerea por la hija del dios Nereo, gobernador  de los océanos, de la mitología griega.

-Creí que solo era Poseidón- dijo Bert sorprendido antes de soltar una pequeña risa-, vaya, aprendí algo nuevo hoy.

-¿Neea?- pregunto Cora

-Ne-re-a

-Ne-re-a

-Eso- aplaudiendo y Cora sonríe.

-Bueno, tenemos que irnos ya que debemos encontrar nuestro camarote- dijo antes de bajar a Cora al suelo y tomar sus maletas-. Nos vemos mas tarde, despídete Cora

-Adiós Nerea, adiós- dijo alejándose con su padre

-Adiós Cora- dijo Nerea sonriendo

-Veo que hiciste una nueva amiga- dijo Jack sonriendo.

-No importa a donde vayamos ustedes dos siempre hacen amigos- dijo Fabrizio viendo a ambos Dawson-, en especial tu Nerea.

Nerea le guiña el ojo.

Las cubiertas se vaciaron lentamente. Ahora que habían dejado el puerto no había razón para quedarse afuera cuando podían divertirse y disfrutar en las muchas excelentes instalaciones que el Titanic tenía para ofrecer, o incluso relajarse en sus habitaciones.

En el caso de Jack, Fabrizio y Nerea, primero tenían que encontrar su habitación.

Se abrieron paso por varios pasillos estrechos, flanqueados por puertas a los alojamientos temporales a ambos lados. Estaban teniendo dificultades para encontrar su habitación con toda la confusión a su alrededor. Los padres luchaban por vigilar a sus hijos mientras deambulaban por el gran laberinto de interminables pasillos, y los inmigrantes de todas partes se paraban impotentes ante cada letrero en los pasillos, tratando de descifrar lo que decían de sus diccionario de bolsillo.

Puede que Nerea ya sea una adolescente, pero eso no impedía que Jack se preocupara por ella, sabia que por algun lado pudiese a ver un pervertido que pudiese lastimarla.

𝐓𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢𝐜 | 𝐓𝐡𝐞 𝐃𝐚𝐮𝐠𝐡𝐭𝐞𝐫 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐒𝐞𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora