𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 06

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-La tarde siguiente íbamos al Oeste desde la costa de Irlanda, con nada frente a nosotros mas que el océano. Así comenzó oficialmente el viaje que cambio la vida de muchos para siempre.

Irlanda ya no era más que una pequeña mancha en el horizonte detrás de ellos, y lo único que había delante era el gran océano sin fin. 

El capitán Edward John Smith mientras se paraba a lado de su primer oficial, William Murdoch, y veía el océano, respirando la brisa salada del mar.

Un movimiento repentino en una de las cubiertas inferiores lo sacó de su momento de quietud y nostalgia. Bajo la mirada y vio a una chica que corría hacia la Proa, a pesar de la distancia puede ver que es una chica de tercera clase. Se trataba de Nerea.

Nerea llega hasta la barandilla de la punta de la Proa.

-Hola mamá, papá, hermana, amiga- dijo Nerea, sonriendo, mientras veía el mar para después mirar hacia delante-, llévame a Nueva York- cerrando los ojos, sintiendo como el viento y la brisa del mar le golpean la cara.

Jack y Fabrizio salen a cubierta para disfrutar el día, sobre todo lo que le puede ofrecer el Titanic en su viaje inaugural. Se acercan a la barandilla y ven que ya no hay tierra a la vista, que ya se dirigían realmente a Nueva York.

-Nos estamos alejando de Irlanda- dijo Jack emocionado

-¡Por fin!- grito Fabrizio emocionado que por fin el barco lo llevaría a su nueva vida- ¡Hey Jack!- tomándolo del hombro- ¿Es Nerea la que están en Proa?

Jack voltea y entrecierra los ojos para verla bien, y sonríe al ver que efectivamente se trata de su prima.

Su prima, el único pariente que tenia, recuerda cuando su tío regreso de Liverpool con un bebé en brazos, el era marino de RMS Etruria. 

Eran felices él, sus padres, su tío y Nerea, pero un terrible incendio se los arrebato cuando ella tenia 9 años y él 15, y por temor a que los separaran tomo a su prima y los tomaron el primer tren que salía de Chippewa Falls, Wisconsin. Puede que sus vidas no eran perfecta, pero Jack sabia que él y Nerea tenían una vida divertida viajando de un lugar a otro con su amigo, Fabrizio De Rossi. Pero en momentos como este, Jack recordaría cómo sus acciones en consecuencia la habían obligado a crecer rápidamente después de vivir su vida en la carretera, no pudo disfrutar su infancia como él, pero se alegra al ver que eso no impidió a Nerea de ser feliz, y eso le alegraba, cada noche pedía que al día siguiente ella sonría y sea la misma chica que fue el día anterior. Sobre todo que diga que es hija o amiga del mar y que ella nunca la lastimaría.

Hay veces que confirma que lo que dice es verdad.

-Ven, vamos, no puede ser la unica que disfrute esa parte del barco- dijo Jack sonriendo mientras comienza a correr

-¡Espera!- grito Fabrizio, siguiéndolo.

-¡Nerea!

Nerea abre los ojos, voltea y sonríe mientras los saluda con la mano.

El capitán Smith ve como ella los saluda, dándole entender que los conocía. Algo que lo tranquiliza por la forma que Jack y Fabrizio corrían hacia ella. Vuelve a ver a Nerea y se le ocurrió una idea.

-Llévelo al mar, señor Murdoch- dijo Smith, manteniendo los ojos fijos en la gente en la proa- A toda velocidad

-Sí, señor- respondió, entrando al puente de mando- A toda maquina señor Moody

-Muy bien, señor- dijo Moody mientras Murdoch movía la palanca de telegramas del motor a All Ahead Full .

Poco después recibió la respuesta del cuarto de maquinas y el Titanic acelero un poco mas, sonríe y camina de regreso a donde esta el capitán.

𝐓𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢𝐜 | 𝐓𝐡𝐞 𝐃𝐚𝐮𝐠𝐡𝐭𝐞𝐫 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐒𝐞𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora