20 El temor

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LARA

Dormí como un bebé esa noche. Todo se sentía tan...diferente, pero a la vez miraba a mi alrededor y parecía como si no hubiera ocurrido nada.

Me levanté en silencio para no despertar a Susana, aunque fue en vano, sus ojos se abrieron y me miraba fijamente.

Esperé pacientemente sus palabras.

- Hola- Gruñó.

- Buenos días.

- ¿Qué haces?

- Voy al baño, como todas las mañanas.

Se sentó aún aturdida del sueño pero seria.

- Tenemos que hablar.- Me indicó que me sentara frente a ella.

Lo hice sin decir palabra y la miré fijamente a los ojos.

Quiero dejar claro que en otra circunstancia hubiera hecho un chiste o me hubiera preocupado, pero solo la veía con total calma.

- ¿Qué hiciste anoche?

- No entiendo...

- Me refiero a Daniel. ¿Qué le hiciste?

- ¿De qué hablas? ¿Sigues dormida?

Respiró hondo.

- Lara, sabes bien que te portaste súper inmadura con nosotros, después apareces buscando a Daniel diciendo no se qué de Dios. Dime que eso no es razón para preocuparse.

- Ah- Sonreí ante la imagen.

Claro, Susana no sabía nada de lo que había pasado.

- ¿Entonces? - Insistió.

- No me vas a creer.

- Inténtalo.

- Dios me habló.

Se puso una mano en la cara con resignación.

- Ves...no me crees, pero es verdad.- Continúe - Ayer me porté inmadura, lo acepto. Me sentía incómoda con lo tuyo y de mi hermano; ver todo en frente de mi hecho realidad, mi mejor amiga y mi hermano, digamos que era difícil de gestionar.

- ¿Lo aceptas? ¿Eres consciente de que aceptas decir que fuiste una inmadura?- Dijo sorprendida.

- Sí, lo fui. Me porté como una idiota; pero lo siguiente a eso fue increíble. Entré a la habitación muy molesta. Hasta me bañé sin pedirte ayuda por orgullo, y pensé en las relaciones, el amor, hasta recordé a Brandom.

- ¿Por qué pensaste en ese?

- Ese no es el punto, el punto es que después de eso, Dios me habló de verdad. Escuché su voz y sentí su presencia. Fue algo especial, único. Anasus, Dios es real, tan real que te lo estoy diciendo yo y sabes que yo no creía ni en mi madre. Y aún lo pienso y no lo creo, pero a la vez mi corazón está totalmente convencido.

No dijo nada, solo me miraba escrutando mi rostro.

- Lara, ya puedes parar la broma.

Me puse de pie.

- Susan, te prometo por todo lo que tengo, que estoy diciendo la verdad.

Seguía mirándome con el ceño fruncido.

- Vale...

- No estoy mintiendo.- Repetí.

- Digamos que te creo. ¿Qué se supone que te dijo?

Me sentía incómoda. Ver que mi mejor amiga creía que estaba mintiendole o quizá que estaba loca me provocó un pequeño dolor.

- Cuando me creas de verdad, con gusto te lo contaré, mejor amiga.

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⏰ Última actualización: Dec 14, 2023 ⏰

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