CAP 9. SOLLOZOS.

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Una semana.

Una semana había pasado desde que rompieron.

Aun se escuchaban los chismes, pero definitivamente ahora eran menos los que hablaban de eso, al parecer Ginny aun lloraba cada que lo mencionaban.

Por su parte él estaba bien, Ron había apaciguado su ira, empezó a hablarle con monosílabos, pero al menos ya se sentaba cerca de él en las clases y en el comedor.

Los gemelos no lo tomaron a mal, solo pidieron que siguiera tratando a la familia como siempre y que a pesar de su actual relación siguiera cuidando de Ron y Ginny.

En cuanto a su progreso con Draco, bueno, aún lo saludaba todos los días, eso sí que fue un escándalo, los rumores no se hicieron esperar, algunos decían que Harry iba detrás del omega ahora que había terminado su relación.

Y bueno, falso no era, pero igual no le gustaba como sonaba eso.

La respuesta del Slytherin era siempre la misma, ignorarlo.

No es que le sorprendiera, sabia del carácter del chico y estaba dispuesto a esperar el tiempo necesario.

Se enfoco más en sus estudios, creo una buena rutina y todo parecía ir muy bien.

Entonces, ¿por qué estaba tan nervioso?

Tenía una carta de su madre en la mano, usualmente le escribían cada semana para saber de él y contarle cosas que pasaban en casa.

No debía sorprenderle mucho.

De nuevo entonces, ¿Cuál era el problema?

Bueno, el problema es que siempre la mandaban los viernes y ese día era miércoles.

No era muy común que esto pasara, lo hacían solo cuando había algo urgente que decir o cuando no veían posible la oportunidad de hacerlo como siempre.

Eso y la inquietud de su lobo lo estaban preocupando en demasía.

Dejo su desayuno a un lado y abrió la carta, a medida que leía su semblante iba cambiando, su estómago se revolvió y quiso regresar el poco desayuno que consumió.

- ¿Harry?, ¿Qué sucede? -. Hermione obviamente noto el comportamiento de su amigo, Ron no pregunto nada, pero se veía preocupado también.

- Herms... -. Un sollozo, fue muy bajo, pero se escuchó.

En ese momento la profesora McGonagall terminaba de leer una carta de la misma persona, volteo rápidamente a la mesa de sus leones, cuando observo a su alumno de ojos verdes de inmediato supo que hacer.

Se levanto rápidamente y guio sus pasos a la mesa de Gryffindor, sus chicos se estaban empezando a inquietar, el olor a alfa preocupado se empezaba a esparcir, sin querer causar un alboroto toco el hombro de Harry y pidió que la acompañara a su oficina.

Harry se levantó de un salto y entonces salieron a paso rápido.

Hermione, más preocupada que antes tomo la carta que su amigo dejo en la mesa, en esta se leía la inusualmente desprolija letra de Lily Potter, como si al haberla escrito tuviera mucha prisa.


Mi niño:

Se que no es viernes, también sé que debes estar alterado ahora mismo.

Por favor, cariño, intenta calmarte, necesito que estés concentrado.

Ayer, por la madrugada, en la misión que tus tíos y tu padre hicieron, encontraron lo que buscaban...

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