Lo Hice Porque No Había Una

Intervalo genetico

La terapia genética es la vanguardia del tratamiento médico.

Este método de tratamiento es comúnmente malinterpretado como la sobreescritura completa del ADN de alguien, pero la verdad es ligeramente diferente.

El trastorno genético congénito de Mikyou-chan, la enfermedad de la mancha de hierba, era básicamente una condición en la que tenía genes defectuosos que hacían que su cuerpo fabricara un veneno que la estaba matando.

Si no se hace nada, morirá por el veneno, por lo que se le prolonga la vida mediante inyecciones periódicas de medicamentos que neutralizan el veneno. Sin embargo, esta medicina tenía que ser inyectada junto con conservantes, y estos conservantes también eran venenosos en sí mismos. Esto, naturalmente, le pasó factura a su cuerpo.

Era un ejemplo clásico de elegir el mal menor, en este caso, el veneno más débil. El veneno fuerte la mataría rápidamente, así que tuvo que tomar el veneno más débil para seguir viva.

Durante mucho tiempo, el plan de tratamiento de Mikyou-chan sólo había servido para aliviar los síntomas de su enfermedad en lugar de curarla directamente. Ahora, sin embargo, existía la terapia genética para hacer esto último.

No había nada que hacer respecto a que el cuerpo de Mikyou-chan creara veneno. La solución, por tanto, era inyectarle ADN que hiciera que su cuerpo creara también el antídoto que neutralizara completamente el veneno.

Y como el antídoto se creaba de forma nativa dentro de su cuerpo, se eliminaba la necesidad de introducirlo externamente con conservantes venenosos.

Al final, su enfermedad de las manchas de hierba no se curaría. Seguiría existiendo, pero sus efectos se anularían constantemente, permitiéndole llevar una vida sana. Por lo tanto, fue tratada eficazmente. Esa era la base de su nuevo plan de tratamiento.

No entendí todos los detalles, pero aparentemente se basaba en la idea de «extraer células madre de la médula ósea y, utilizando varios vectores en un proceso de varios pasos, sobrescribir su ADN con secuencias que pudieran producir enzimas diseñadas con ingeniería molecular para descomponer las toxinas y reintroducir esas células de nuevo en su cuerpo». Sinceramente, a mí me sonó más a hechizo que a otra cosa. Caramba, chicos.

El padre de Mikyou-chan era alguien que había renunciado a todo el tiempo que podría haber dedicado a jugar con su hija y a desarrollar una relación con ella para centrarse únicamente en el tratamiento de su enfermedad. Normalmente parecía indiferente y displicente ante todo, lo que hacía que las enfermeras se refirieran a él en secreto utilizando apodos poco halagadores como «kombu insípido» y «cara esterilizada». Cuando por fin puso todo en orden y reveló a Mikyou-chan el plan de tratamiento genético que había desarrollado, un reguero de lágrimas recorrió su rostro, provocando el alboroto de todo el personal del hospital. (NTI: Kombu: Un tipo de alga que se utiliza a menudo para hacer caldo de sopa porque está llena de sabor (es decir, umami))

Este tratamiento, que tardó trece largos años en desarrollarse, era totalmente seguro, completamente eficaz y de acción súper rápida. Tres semanas después de comenzar el tratamiento, Mikyou-chan ya podía ser dada de alta, y su padre se dedicó rápidamente a buscar una escuela secundaria a la que trasladarla.

Todo está bien si acaba bien.

Así que, continuando.

Llegó diciembre y el aire se volvió frío y cortante. El día antes de su traslado, Shige-jii llevó a Mikyou-chan a Ama-no-Iwato para presentarle a todos y enseñarle el lugar.

Apareció totalmente equipada con una mochila de la Dama del Tiempo y de la Chica en Llamas, un abrigo negro, guantes blancos, botas de cuero, una bufanda, orejeras e incluso bolsas de calor bajo la ropa. Todo su atuendo había costado un total de 200.000 yenes (1.800 dólares), diez veces más caro que el mío. Al fin y al cabo, seguía siendo la única hija del director de un gran hospital en medio de una metrópolis. Aunque su complexión no estaba bien, su aspecto personal estaba definitivamente más que bien.