Pequeñas Historias De Amor Con Las Tortugas

🧡 Life 🧡

Pedido por: Hanzelsky

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Abriste con pereza tus ojos. Sintiendo un brazo por encima de tu cuerpo apretando tu cintura. Te giras un poco antes de recordar que Angelo había llegado tarde anoche por una misión en la Ciudad Oculta junto a sus hermanos. No te importó verlo abrazándote, amabas que lo hiciera. Pero tu rostro se tornó preocupado al ver su labio herido. A veces ni él se daba cuenta de lo peligroso que podían ser sus misiones. O simplemente tendía a dejarlas pasar. 

Delineaste su rostro sin su bandana, tocando con suavidad sus marcas, unas manchitas bonitas que se esparcían por su rostro. Eran bonitas, siempre lo han sido. 

¿Tu bebé también las tendría? 

Sonreíste al pensar en eso. Sería genial que fuera así. 

Sentiste una suave risa, notando entonces que Angelo estaba despierto. 

—Hola, nena. – Besó tu frente adormilado. Sonriendo como bobo al haberte descubierto. 

—¡Angelo! ¿Desde cuándo estás despierto? – Preguntas avergonzada, pues a pesar de los años, aún te daba vergüenza ser tan cursi. A pesar de que Angelo era un romántico completamente. Oh, y sin olvidar que ya estaban casados. 

Aún así, siempre fuiste algo tímida y Angelo siempre te molestaba con eso. 

—¡Aw, pastelito! Si quieres mimos, debes pedirlos. – Restregó su mejilla con amor en la tuya. Ronroneando feliz antes de besar tus labios en un suave piquito. —Además, así nuestro pastelito sabrá que sus papis se quieren mucho. – Luego de decir eso, su mano se movió hacia tu vientre. Tocándolo con suma delicadeza. 

—Creo que ya lo sabe. – Dijiste recordando lo que había sucedido hace unas noches. Angelo te atrapó en un abrazo sorpresa. —¡Angelo, no! – Reíste al sentir sus manos en tu cuerpo haciéndote cosquillas. —¡Me haré pipí! –

Y es que, como no tenías trabajo, se quedaron hasta tarde en la cama mientras tenían una sesión de besos, más que nada porque Angelo dijo que le faltaron los besos del día anterior y los reclamaba en ese momento.