💙 León de neón 💙

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Leonardo observa con atención como la gente estaba bien vestida para la ocasión

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Leonardo observa con atención como la gente estaba bien vestida para la ocasión. Intenta pasar desapercibido entre la gente yokai, sin embargo, es difícil cuando es el único que no tiene traje y todos se ven demasiado elegantes.

No sabe cómo llegó a ese lugar, se supone que debía intentar llegar al piso más alto, la oficina de Gran mamá. Pero en medio de tanto, quedó varado en alguna fiesta que no tenía idea de que había.

Puede ver que incluso la gente llevaba consigo máscaras y los oía amenamente charlar entre ellos.

Al fondo del gran salón puede ver la orquesta y aún lado, lejos de la lista de baile la mesa con comida y para beber.

Con sigilo se acerca, obteniendo en el camino un corbatín para ponerse encima y verse más "adecuado", de todas formas solo iba de pasada, debe llegar con sus hermanos al ascensor y subir.

Intenta no moverse con rapidez, solo como si estuviera de paso y a la vez intenta no ser visto por aquellos guaridas que ha logrado reconocer gracias a una antigua misión que había tenido por parte de su padre. Aún no olvida como ese perro yokai intentó comerlo.

Algunos lo saludan y otros solo pasan de él.

"Que bien." Piensa, tomando un canapé y luego un vaso de ponche que en realidad sabía muy amargo para su gusto.

La música comienza a sonar, nota de inmediato que el ambiente se calma y puede ver las luces jugar con el ambiente romántico de la orquesta. Algunas parejas comienzan a bailar en medio del salón, haciendo que por fin decida caminar directo al ascensor para llegar con sus hermanos. Sería más fácil hacer un portal si no fuera porque llamaría demasiado la antención, más cuando Gran mamá y sus subordinados ya los conocen de sobra. Asique llamar la atención por este momento, no sería para nada bueno.

Se alegra cuando logra ver el ascensor, estaba cerca. Asique intenta apurar el paso sin notar que choca sin querer con alguien, tumbandolo al suelo.

El otro yokai también cae, golpeandose sin querer y dejando caer su plato con comida. Que bueno que no fue una copa porque si no hubiera manchado su ropa.

Leonardo alza su mirada, al mismo tiempo que esté yokai. Notando bajo su máscara que esos ojos ya los había visto antes. De eso estaba seguro.

Eran hermosos y su mirada brillaba más que el mismo cielo.

Se levanta rápidamente y lleva su mano a la del yokai, intentado ayudarle.

—L-lo lamento... Estoy algo apurado asique... – Intenta hablar. Pero le detiene al verle sonreír abiertamente sin pudor alguno.

–No, no, está bien. – Dice convencido. No parece un mal yokai y su risa si que era bonita, demasiado deslumbrante que deja tonto a Leonardo por unos segundos.

La música lenta vuelve a sonar. No puede evitar mirar al yokai que está frente a él arreglándose la ropa y su máscara.

Se frota la nuca algo avergonzado.

Pequeñas Historias De Amor Con Las TortugasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora