❤️💙✨ ¿Y si...? ✨💜🧡

2.3K 243 72
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pedido por: Mikami320

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pedido por: Mikami320

⊹⊹

Tu novio es bastante vergonzoso. 

Y no es que fuera un problema. Amabas esa faceta tan tierna y llena de dulzura que él tenía. 

Sus mejillas rojas, con su rostro ardiendo mientras sus manos intentaban tocar tu cintura cuando se besaban. Sus dedos inquietos y luego esas sonrisas nerviosas que te daba, como un bobo enamorado que estaba a punto de darle algo por besarte. 

Era tierno. Realmente tierno. 

. . . 

¡Okey! 

¡¿A quién engañamos?! 

⊹⊹

❤️ Raphael ❤️

Sus besos fueron siendo más candentes, un tierno y suave suspiro se escapó de tus labios cuando sus dientes, suavemente y con ese toque de lujuria, rozaron tu cuello y lo mordieron. 

Raphael con amor comenzó a guiarte a la cama, con sus fuertes brazos te tomó y sin perder el tiempo, enredaste tus piernas al rededor de él. Sin despegar tus labios de los de él, mientras sus otra mano se deslizó bajo tu ropa. 

Llegó al borde de su cama, sin medir su fuerza, te lanzó a ella y sus manos agarraron tus muslos apretándolos y haciendo que te deslizaras por la cama hasta estar más cerca de su cuerpo. 

—¡P-perdón! ¡Fui muy rudo! —Dijo alterado al darse cuenta de lo que hizo. 

Suspiraste, tu sonrojo y tu manera de moverte con tanta sensualidad lo desconcertó. 

—Mierda... —Suspiraste. —Hazlo de nuevo... —

—¿Q-Qué? — 

Estaría aún más rojo de lo que estaba antes y seguiría pidiendo disculpas. Aunque a ti no te molestó en lo absoluto. Aún así, si se lo pides, Raphael lo pensará bastante antes de aceptar, pero se detendría de inmediato, su corazón de pollo no se lo permite tanto... Por ahora... 

⊹⊹

💙 Leonardo 💙

Con un guiño y una mirada coqueta, tomaste su mano y caminaron a su cuarto sabiendo que aquella sesión de besos estaba subiendo algo de nivel. 

Sin embargo, no esperó hasta que abrieras la puerta, y con rudeza te acorraló contra la pared, volviendo a besarte. 

Su mano se deslizó hasta tu rostro y lo tomó con un poco de fuerza. 

Al verte jadear, es que se dió cuenta de lo que había hecho. 

—Princesa, lo lamento, no... —

—Leo... Por favor, hazlo de nuevo... —Pediste. 

Leonardo tragaría con fuerza, como si fueras una manzana llamándolo a la tentación misma de pecar. Pero lo volvería a hacer  una y otra vez pero luego se escondería en su caparazón sonrojado a mil por haber hecho eso. 

⊹⊹

💜 Donatello 💜

Sus pequeños besitos se convirtieron en algo más, sus labios se deslizaban por tu cuello hasta tu mandíbula. Su lengua te hizo jadear y un pequeño mordisco te erizó por completo haciendo que jadearas su nombre. 

Donatello sonrío. 

Con sus manos movió las cosas de su escritorio y te subió en él. 

Como si tu piel quemara, Donatello apretó tus muslos y lentamente deslizó sus manos por tus piernas hasta tus rodillas, obligándote a abrirlas un poco más. 

—¿Te gusta? — Preguntó. 

Soltaste un gemido nervioso. 

—D-Donnie... — Querías que apagara esa llama en ti, este Donatello era... Diferente. 

—Contesta, amore... ¿Te gusta? —

—Si... —

Y Donatello abrió sus ojos, quedando en blanco. 

Se disculparía por su comportamiento y por la incomodidad que te habría causado. Pero si le pides que lo vuelva a hacer, Donatello suspirará derrotado, tampoco es que no le haya gustado verte así. Pero le costará abrirse a eso. 

⊹⊹

🧡 Miguel Ángel 🧡

Primero empezó como un inocente juego de cosquillas, pequeños besitos en la frente y mejillas... Y luego... 

Te subiste sobre él, riendo en victoria luego de haberle ganado. Angelo tampoco estaba tan al pendiente de como estaban, solo reían hasta que al verte, te besó en los labios. 

Y luego otro, y otro, y otro. Y no soportó más.

Tomó tu cintura y te giró hasta dejarte caer en la cama, sus manos atraparon las tuyas sobe tu cabeza y te besó nuevamente, de una manera demandante y candente. 

—¿Quieres seguir? —Su voz ronca y como te tenía aprisionada, te dejó en las nubes. 

—Si... Quiero más... — Pediste. 

Y Angelo se separó de ti al ver como te tenía. Se disculparía algo nervioso, pero algo en él, recién descubierto, también quería más. Y si se lo pides ¿Qué puede hacer? Solo hacerte caso y luego esconderse en su caparazón, nervioso, pero asombrado. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.









Pequeñas Historias De Amor Con Las TortugasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora