💙 Leonardo 💙

1K 123 54
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pedido por: Lov3_Isx

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pedido por: Lov3_Isx

⊹⊹

El día no paraba, así que tú tampoco lo hacías. Ibas de un lado a otro caminando con papeles y a veces con cajas llenas de materiales que podrían a llegar a necesitar para seguir en la resistencia. No podías parar cuando estabas a días de tener una misión de exploración. 

Menos con los últimos heridos que salieron para recolectar materiales para Donatello que apenas lograron llegar. Por suerte para ellos, estaban libres de heridas mortales e infecciones. Para tu mala suerte, eso significaba que tú tenías que hacer las siguientes misiones porque eras la mejor calificada. 

Suspiraste antes de alzar tus brazos hacia arriba y sentir como todo tu cuerpo tronaba. 

—Necesito un descanso. – Dijiste agotada. 

Ni siquiera has podido tener un momento tranquilo con tu familia. Ibas de un lado a otro ayudando a cualquiera que lo necesitase. 

Si necesitaban de ti para mover algo, para practicar, para revisar los informes, el conteo del material, para ayudar a los heridos, para la revisión de las salidas. Para todo. Para cualquier cosa, tu estabas ahí.

—¿Muy cansada? – Sonreíste con dulzura al oír esa voz. 

Casey estaba detrás de ti con las otras cajas que debías mover. Sonriendote mientras se burlaba de ti. 

Casey no era tu hijo, bueno, no querías tampoco decir que lo era, querías mantener la memoria de Cassandra, que en sus últimos momentos te pidió cuidarlo. Y jamás la defraudarías. 

Pero lo cuidabas como tal. Cuidabas de él como uno. 

—Estos días han sido más agotadores. Pero está bien. – Dijiste. Aunque se notaba en ti tu peso bajo, tu piel más pálida, la falta de fuerza y tus ojos agotados con ojeras. —Tengo que hacerlo. – 

—¿Y si se toma un descanso? – Preguntó él. 

—No puedo. Tengo que ayudar. ¡Bien! Sigamos. – Pero Casey desde atrás te observó preocupado. 

Pequeñas Historias De Amor Con Las TortugasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora