Capítulo 4 Perjuicios parte 2

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Caterine sabía muy bien que si, Sesshomaru seguía averiguando sobre lo que pasó con la muerte de su primera esposa y la ineligencia, del parto y de que ella había cambiado al niño por uno que había fallecido, tenía que hacer algo ante de que su marido se enterará por completo de lo que ella había hecho, aún recordaba como su mediocre hermana había llegado tan feliz a dónde estaba ella;

—Hermana, ¿te tengo una noticia muy importante? Hablo una chica de cabellos negros y ojos color esmeralda que alumbraban alegría.

—¿Que pasa ahora Miyuki?, sabes que no me gusta las sorpresas. Hablo la chica de cabellos morados que estaba sentada en una silla de campo.

—Me voy casar, Sesshomaru me propuso matrimonio. Soltó la chica de ojos verdes sin dejar aquella felicidad.

—¡QUE..., QUE DEMONIOS ACABAS DE DECIR!. ¡TU NO PUEDES CASARTE CON EL!.. Caterine están furiosa como era que su pequeña hermana había enamorado al hombre del cual ella estaba enamorada.

Miyuki no esperaba para nada esa reacción por parte de de su hermana Mayor, pero algo de ella le decía lo contrario.

—Her...mana... La voz de Miyuki, apenas pudo decir aquella palabra.

—Cállate... No quiero verte.. la voz de Caterine, era de frustración y enojo, en un tono calmado.

—Pero.. Miyuki trato de volver a hablar, siendo interrumpida por la su hermana.

—¡Te he dicho que te vallas, que no escuchaste maldita sea estás sorda o que, vete ahora Maldita sea! La voz  molesta se escucho por todo el lugar.

A Caterine le dolía demasiado, el solo recordar aquello, que terminó rompiendo una brocha de polvo que traía en su mano la frustración, de solo recordar aquel día era abrumador. Solo tenía que averiguar ¿Quien demonios había recogido al bebé? Y ¿Saber quien era esa mujer? Pero no podía precipitarse, primero tenía que investigar y a lo mejor podría utilizar la situación de esa mujer y ponerla a su favor. Pero tenía que cuidar muy bien cada paso y ser muy inteligente para no dar un paso en falso, utilizaría a la perfección su papel de tía dolorida, pero antes tenía que hablar Hiro para que cambie un poco su investigación a favor de ella.

Cuando ella llegó al lugar donde, Hiro le había dicho;

—Pense que no vendrías— hablo el rubio.

—... Solo hago por qué me conviene. Dijo la mujer con un tono seco.

—Ahora dime qué es lo que quieres, que haga yo por ti mi hermosa Caterine. Hablo el rubio acercándose a la peli-morada por la espalda, para oler su cabello.

—Lo que yo quiera...Dándose la vuelta para quedar frente a frente, Tu muy bien sabes lo que quiero, y lo quiero tu no me lo puedes dar. Susurrándole en el oído del rubio, para dar unos cuantos pasos lejos del chico. Necesito qué en tu invitación, pongas a la chica como una ladrona frente a mi esposo y yo me encargaré de lo demás.

— Que cruel eres, podré de la chica que cuida del niño, ¿Y dime como hará para que tú marido, te crea a ti y no ella?

— El no la conoce, y en cambio a mi si ¿Porque he Sido su mujer por más de cinco años? Y más por qué soy la tía del niño, en cambio ella es una desconocida. Hablo la chica de cabellos morados.

— Como quieras, solo espero que no me enredes en tu problemas. Hablo Hiro saliendo del lugar dando un fuerte portazo, dejando allí a la chica de cabellos morados.

[•••]

Mientras tanto, kagome despedía a su amiga Sango y su esposo, mientras que Naraku abrazaba al niño que ya estaba dormido, cuando ambos hermano entraron a la casa kagome tomo entre sus brazos a su pequeño hijo. Para llevarlo a su habitación, para acostarlo al entrar a la habitación varios recuerdos llegaron a su mente, recordando como había sido los primeros días cuidando a un bebé Kairi;

—¿puedo saber de qué te ríes? Hablo Naraku en la puerta de la habitación de Kairi.

—No de nada.. hablo la pelinegra con una sonrisa.

—Tu cara dice lo contrario, tomándola de los cachetes. Hablo el pelinegro con un tono serio

—Auch... Eso duele.. hablo kagome sobando sus cachetes doloridos

—Dime de qué te rías, antes de entrar aquí.

—Bueno de lo que me estaba riendo es que había recordado, cuando Kairi era bebé. Hablo kagome con tono nostálgico

—Es verdad, desde ese día no pude dormir bien, y si lograba reconciliar el sueño volvía a llorar.

—Es verdad recuerdo la ves que nos tuvo toda la noche despierto, hasta las seis de la mañana y yo tenía examen ese día. Hablo kagome riéndose de aquel día, por poco el profesor me reprobada por ello.

—Es verdad, recuerdo tu cara pálida y aquella ojeras. Rieron ambos al recordar sus caras de aquel día.

—Recuerdo haber tomado algunas fotos, de ese día.

— Como olvidarlo. Hablo Naraku un poco apenado, mientras que kagome iba en busca del álbum de fotos de Kairi.

Naraku prefería, mejor irse a dormir antes de que la pelinegra diera con sed álbum de fotos;

—Lo encontré, hablo la chica en el cuarto del niño, saliendo con el álbum en sus manos para llegar a dónde estaba el pelinegro.

—Mira recuerdas, esta foto. Naraku no podía creer que la chica de ojos azules hubiera tomado esa foto.

—En mi defensa, era la primera vez que limpiaba a un bebé y el chorro era como una fuente. Hablo Naraku con los brazos cruzados y mirando para otro mientras, un pequeño tono rojizo comenzaba aparecer en sus mejillas, mientras se dirigía a su habitación, dejando a kagome en el pasillo.

— Talvez tenga razón, no tu ni yo teníamos la experiencia para cuidar a un bebé.— Hablo kagome entrando a su habitación. —Pero el fue mi salvación, en aquellos días de oscuridad, dejando el álbum en la pequeña mesa de centro.

—Aún recuerdo que dijistes, que me apoyarías en todo lo que decidiera y que nunca volvería estar sola hermano, que tú estaría contigo y con Kairi, gracias Naraku. La vista de kagome, comenzó a nublarse por las lágrimas que comenzaban a salir de sus ojos azules.

Al día siguiente cuando, cuando Sesshomaru, estaba en su despacho para salir directo a su trabajo, la hermosa mujer entro mirando al hombre que tenía como esposo;

—¿Sabes en unos días más mi hermana cumplirá cinco años de su fallecimiento? Pero algo me ha hecho  pensar, cuando ví aquel niño que estaba con aquella mujer me recomendó mucho a ti y a mi amada hermana. Hablo Catarina soltando su veneno para confundir a su marido.

—¿Puedo saber a qué viene eso? Contesto el peli-plateado mirando a su esposa.

—Bueno yo me refiero a que tú hijo tendría la misma edad que ese niño, ¿no lo crees amor? Hablo con tono seductor la ojiverde.

—¿Que estás insinuando Caterine?  Hablo serio Sesshomaru, mirando a su esposa.

—Creo que esa mujer pudo haber robado a tu hijo, cuando estaba en el cunero, con ayuda de alguna enfermera. Hablo la mujer enredado y confundido más al hombre frente de ella.

1188 palabras.

Bueno hasta termina este capítulo chica. Espero que les guste el capitulo de hoy, no pude esperar más para saber que tan mala pude llegar a ser Caterine.
Pero hoy comprobé que puede llegar hacer muy mala, para tener al hombre que quiere a su lado.
No olviden comentar y dejar su estrellita., Nos vemos en el siguiente capítulo "Amor de Madre"

Amor de MadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora