Capitulo 8 consecuencias

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Mientras tanto en la habitación de la chica de ojos azules, se encontraba un pequeño niño de cabellos negros como la noche, consolando a su mamá que aún seguía llorando por lo que había pasado hace unos cuantos segundos atrás. Aún no podía creer lo que estaba pensando, aquel hombre había venido ha exigir que le entregara su hijo como si nada, kagome no dejaría que nadie le quitará a su hijo, si era necesario también iría a Juicio defendería con uñas y dientes a su pequeño Kairi.

No le importaba salir raspada en todo esto, pero aquel hombre no la alejaría de aquel niño que cuido y amo desde el primer momento que lo cargo en su regazo. En ese momento se levantó de la cama donde estaba con su hijo.

—¿Mami que estás buscando?— Pregunto el niño que miraba a su mamá buscar algo entre los cajones del tocador.

—Solo estoy buscando algo, que traías cuando eras bebé— respondió la chica de ojos azules.

—¿Algo que traía cuando era bebé?— pregunto el pequeño Kairi curioso por saber que era eso que traía cuando era bebé.

Naraku que iba entrando a la habitación de su media hermana, encontro una habitación totalmente hecha un desastre y a una pelinegra buscando entre sus cosas y a un pequeño Kairi, curioso que ayudaba a su mamá a buscar esa cosa que el traía cuando era bebé. Aunque no sabía exactamente lo que estaba buscando, pero aún así buscaba en la habitación de su madre —¿Puedo saber que es lo que están haciendo?— Pregunto el pelinegro que estaba siendo ignorado por la chica de ojos azules y el pequeño de ojos miel.

Cuando kagome se dió cuenta de la presencia del pelinegro que estaba en la puerta de su habitación, esperando ha que notarán su presencia —¡Naraku!— grito la joven de piel clara cuando se dió cuenta que su medio hermano estaba en su habitación.
—¿Cuánto tiempo llevas ahí, en la puerta hermano?— pregunto kagome, levantando se del lugar donde estaba.

—El tiempo suficiente para darme cuanta que mi presencia, no era percibida por ustedes dos— hablo Naraku observando todo el desastre en ese cuarto. —¿Pero que están haciendo, que ya tiene este cuarto hecho todo un desastre? Pregunto unos segundos después.

—Bueno te acuerdas de aquel trozo de papel, que traía el pequeño Kairi— pregunto kagome mirando a su medio hermano.

—Si lo recuerdo, ¿Que tiene que ver ese dicho papel con todo este desastre?— pregunto Naraku mirando a la chica de cabellos negros.

—Lo estoy buscando, ¿Por qué me podría servir como evidencia?— Hablo kagome alegré.

Las dos semanas había transcurrido rápidamente, el día que estaba fijado en aquel papel había llegado tan rápido, pero aquel sentimiento de temor como si algo le avisará que tenía que estar preparada para todo lo que llegara a suceder en cualquier momento. Al salir de su habitación, kagome sentía aquel pesadez en sus hombros, el solo hecho de pensar que un juez le pudiera quitar para siempre a su hijo, dolía más que cualquier otro dolor; Tal vez más que cuando perdió a sus padres y hermano menor, ambos dolores era muy diferente.

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Sus padres fueron y son sus padres, sus seres queridos que formaron parte de grandes momentos felices, y su hermano era aún más importante para ella en esos momentos, pero todo aquello vivido ya era parte de su pasado. Ahora ¿Quien ocupada ese lugar? Era su hijo su pequeño Kairi, ¿Aquel pequeño trocito de cielo? Que había llegado a su vida como un rayito de luz para alumbrar, su vida que estaba en penumbra por la perdida de sus familia.

Al salir de casa el auto, la estaba esperando junto con Naraku y el pequeño Kairi que corrió junto a su madre que estaba en la puerta de su casa, era como si esa fuera la última vez que el volviera a ver su madre y a su querido tío, kaire no comprendía ¿Que era lo que estaba pasando? ¿Por qué su tío y su mamá estaba preocupados? Todo había cambiado desde que aquel señor, había ido a su casa, la midara de preocupación en el rostro de su madre, no había desaparecido desde ese día, su tío se la pasaba hora en cerrado en el despacho haciendo llamadas y no tenía tiempo para jugar con el como lo hacían siempre.

El pequeño Kairi, abrazo fuertemente a su mamá no quería verla así, si era culpa de ese señor que su tío y mamá ya no le hicieran caso, no lo perdonaría; —Mami, ¿Estás bien?— Pregunto el pequeño Kairi ocultando su rostro en las piernas de sus madre.

—Claro que estoy bien cariño— acariciando su cabello negro.

—¡No, no es verdad, tu y mi tío están muy diferente desde que ese señor vino a casa!— Grito el pequeño Kairi mirando al suelo. —¿Quien ese señor?—¿O a caso es mi papá, Mamá?— pregunta el pequeño niño.

—Yo... No— contesto kagome no sabía cómo explicarlo, no tenía respuesta para las preguntas que su hijo le hacía.

Naraku que veía todo lo que estaba pasando, a su hermana y como el pequeño niño hacía más y más preguntas a su madre y como era que ese niño de tan solo cinco años ¿Quería saber? ¿Quien era realmente ese hombre? Y ¿Por qué su mamá está tan triste? Realmente ese niño era inteligente, pero nadie de su edad debería pasar por algo como esto, el sabía de ante mano todo lo que provoca una demanda de custodia.

Y mas cuando el niño, no comprende que está sucediendo y ¿Por qué de repente sus padre están viendo separados? Y Naraku no quería que ese pequeño niño sufra lo mismo que el sufrió cuando era niño cuando sus padres se estaban divorciado y como las personas le preguntaban cómo era su convivencia con sus padres Kairi era tan solo niño de cinco años, que carajos estaba pensando ese hombre en poner en esta posición a un niño pequeño a este tipos de situaciones.

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Puede ser su padre, y todo pero solo pensaba en el y no en la situación en la que ponía al niño y a su madre. Al llegar al lugar miraba a su media hermana, con aquella mirada de preocupación todo puede llegar a pasar en cualquier momento. Y no quería sufrir nuevamente a hermana por culpa de alguien que, aparecía de repente en sus vida y aunque sea el padre aquel niño que terminó ganándose su cariño, y sus pareció.

Al llegar a la corte, ahí estaba aquel hombre de cabellos platinados y ojos miel, junto a una hermosa mujer de cabellos morados y ojos verdes a su lado, ahí estaba también el abogado de su parte, después de unos segundos también llegó el abogado que representaba a la chica de cabellos negros y ojos zafiros,  y no era más que;

—Buenos días, me disculpó por la tardanza mi padre me pidió que la representará en último momento— hablo el abogado.

—No hay problema abogado— hablo kagome, con una sonrisa.

Mientras tanto con sesshomaru, cuando vio aquella cabellera de color plateado no podía creer que su padre, hubiera decidido venir a defender a esa mujer, cuando vio entrar a esa mujer y a su hermano no lo podía creer lo que estaba viendo, como era que su hermano le estuviera haciendo esto cuando claramente le había, pedido a su padre que no representará más a esa familia.

—La primera seción del juicio, por la custodia del menor Higurashi kairi, entra en sesión, por favor abogado presente su caso— Hablo la juez Kimura.

—Si señoria— Hablo el abogado que representaba a la familia Taisho.

—Primeramente, ¿Quisiera agregar Señoría, que la señorita Higurashi, aquí  presente se hizo pasar como la madre del menor? Haciendo lo pasar como su hijo, cuando en realidad el menor es hijo legítimo del señor Taisho Sesshomaru y la difunta señora Taisho Miyuki, ¿Por lo que hemos venido aquí Señoria?— termino de decir el abogado.

Bueno hasta aquí queda este capítulo chicas, espero que les guste ya llegamos a lo más tenso de esta historia.

Nos vemos el lunes con la nueva historia de especial de halloween.

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