Espuma de mar

1. Encadenada

- Señorita Inoue, debe arreglarse para la reunión con sus generales... - dijo mi dama de compañia, una mujer de cabello negro avioletado, de fina figura, con un uniforme de sirvienta

Mi nombre es Inoue Orihime. Soy una duquesa. Descendiente de una larga familia de reyes y duques. Nuestro reino esta ubicado entre varios mares, uno al norte, y dos al sur, somos un grupo de islas al subir la marea, pero una península extraña al descender el mar. Los egipcios nos llaman Lukka, Nosotros nos de nominamos el reino Tehehu. Hemos vivido en estás islas en el mar mediterráneo desde tiempos de la inundación, cuando los grandes hielos adornaban las tierras más al norte. Sin embargo al vernos rodeados de tantos reinos crecientes, estamos en constante guerra. La cual he tenido que luchar desde niña, cuando tenía solo 4 años cuando murieron en el mar protegiendo a la familia real. Mi hermano mayor Sora también falleció, solo dos años después, ¿haciendo qué? Defendiendo las fronteras de este territorio. Así que al final me quedé sola con toda la responsabilidad del ducado. Fui nombrada duquesa cuando encontraron a la pequeña armada de mi hermano destruida, así que tome su lugar.

- Enseguida señorita Tatsuki... solo me puede ayudar con mi vestido... - dije sin entusiasmo

- Por supuesto señorita Inoue... - me dijo

No me sentía cómoda con una falda y joyas. Pasaba más tiempo en una armadura que en un vestido. Así que no me gustaba demasiado andar con esas ropas tan reveladoras. Es bueno mantener el porte en especial ante personas con tanto poder. Fui a ese lugar solo para escuchar lo mismo de siempre.

- Las fuerzas del reino del norte, se retiraron... aunque no han firmado la rendición... - dijo mi general, una rubia de ojos verdes y piel morena

- Hay que mandar un mensajero. Ser claro con un acuerdo, la rendición o se le seguirá considerando hostil a la corona de este reino... - dije a los miembros de esa mesa

- También le llegaron dos cartas, una de parte de su majestad el rey y la otra de su majestad el duque del Este... - dijo mi otra general, una peliverde de ojos café y una marca en el rostro similar a pecas

Tomé los sobres y los abrí para leer rápidamente el contenido. Solo suspiré con pesar por lo que decía.

- Son propuestas de matrimonio del príncipe el joven Kurosaki Ichigo y el señor Renji... - dije

Todos empezaron a aplaudir.

- ¡Muchas felicidades señorita Inoue...! - dijo la rubia

Sonreí sin entusiasmo. A mi edad no era algo fuera de lo normal, más bien me lo tomaba con calma, no era mi idea de "una vida feliz". Pasaría mi vida encerrada en un castillo, entre grandes bailes llenos de música y banquetes excéntricos. Llenando papeles, administrando los asuntos del reino, pero sirviendo como un seguro de preservación de la corona, porque iban a pedirme un heredero lo más pronto posible. A mis 19 años con más cicatrices en mi piel qué vestidos en mi armario puede parecer bueno tener cierta calma, pero no porque me quedaría atrapada en una jaula. Es lo único que amaba de mi trabajo como duquesa, conocer lo que hay más allá de los muros de este castillo.

- Gracias Halibell. Aún debo pensarlo, hay muchas cosas que hacer antes aquí... - dije

- Tal vez debería de aceptar la propuesta de su majestad el rey... y su hijo... - dijo la general peliverde

- Su majestad el príncipe no es mala persona, pero es un poco serio y algo intimidante... además no comparte mi idea de conservar los bosques madereros y de caza de venado... cree que es mejor para sembradíos... - dije tensa

- El señor Renji es un poco mayor para usted... - dijo la rubia

- Tal vez señorita Halibell... pero él entiende la importancia de mantener el bosque para nuestros barcos... - dije