Espuma de mar

8. Fiesta

- Su majestad la princesa Kuchiki Rukia... - dijo un sirviente

Entonces entró la menuda en un elegante vestido blanco. Una linda tiara de plata y una gargantilla de zafiros hacia resaltar los bellos ojos violeta de la invitada.

- ¡Es un placer vernos en mejores circunstancias señorita Kuchiki! - exclamó la pelirroja qué bajaba de las escaleras

- Lo mismo digo Inoue. Pero debo admitir que eres una gran guerrera... mira que vencerme en duelo de espadas... he de admitir mi derrota aceptando tu propuesta... - dijo la pelinegra

Detrás de la extranjera entró todo un grupo de nobles, caballeros, sirvientes y guardias, unos pasos más atrás entró el príncipe actual. El hermano adoptivo de Rukia, era un hijo ilegítimo, por ello no había podido obtener la corona del reino. Hallstatt era un reino helado, de bosques con abundantes ríos, grandes praderas y claros que estaban cubiertas de nieve gran parte del año, no había muchos alimentos, excepto el pescado, alces, renos y ciervos, aunque sí tenían muchas montañas qué servían de refugio, creaban grandes fortalezas tallando la roca sólida y a partir de esta actividad obtenían muchos minerales, para desarrollar su vida cotidiana. Así que está era una de las razones por las que aceptaban este matrimonio, cambiar sus riquezas minerales y madereras, por una variedad de alimentos.

- No ha sido tan simple majestad. Han sido tres largos años, pero no se arrepentirá... El joven Kurosaki es un poco frío, pero no es mala persona... es alguien siempre dispuesto a ayudar... - comentó la de casa

- ¿Aún no está aquí? ¡Qué descortés! - exclamó un hombre de largo cabello negro, ojos grises rasgados

- Tranquilo hermano mayor. Además quiero presentarte a la chica más inteligente y la mejor guerrera qué he conocido... La gran duquesa de los mares la señorita Inoue Orihime... - comentó la princesa

- No es para tanto. Aunque es un gusto conocerle joven... - dijo amable la pelirroja

- Estás viendo al primer ministro de la corte del nuevo reino. Aún hay cosas por definir, pero estoy muy emocionada... - dijo la menuda

Entonces sonaron las trompetas. Se formaron para abrir paso hasta la entrada al gran príncipe. Serio, con mirada fija, su cabello otoñal, su capa y su pequeña corona se abrió con sereno andar.

- Ha llegado su majestad, el primer príncipe, el heredero del reino. Kurosaki Ichigo... - dijo un sirviente

Este hombre también llegó rodeado de sus propios nobles y caballeros, entre ellos estaba Abarai y Matsumoto, lo que sobre saltó a la pelirroja. En unos pocos minutos recobró la compostura la de ojos grises.

- Sea bienvenido joven Kurosaki... - dijo la duquesa

- ¡Qué nerviosa estoy! A estás alturas siento que te conozco más a ti Inoue qué al príncipe... - dijo la invitada

- Es mi príncipe... por quien luchó cada día... pero tampoco lo conozco demasiado... Solo se que es un hombre valeroso, con fuertes principios y de reputación intachable... - dijo la pelirroja

El heredero de Tehehu camino hacia las dos hermosas damas. Hizo una leve reverencia hacia las mujeres, un poco más atrás estaba un muy malhumorado Byakuya.

- ¡Inoue! Es un gusto hablar contigo de nuevo... Creo que no te había visto desde la muerte de tu hermano Sora... aún lo lamento... - dijo el caballero

- Muchas gracias. Y siempre es un honor recibirlo su majestad... Hay alguien que quiero presentarle... - dijo dulce Orihime

El elegante caballero se giro ligeramente hacia la de ojos violeta.