Espuma de mar

6. Preparación

- Entendido majestad... - dijeron al unísono los presentes

- Una cosa más el señor Renji quiere hablar con usted directamente para ponerse de acuerdo con un arregló matrimonial... Ahora que su majestad el príncipe Kurosaki se va a casar con su majestad la princesa Kuchiki... Quiere ver como quedan los términos de los ducados... - comentó la peliverde

- Eso sería después del baile... pero sí, estoy de acuerdo con el joven Renji... manden una carta para que venga... sí no quiere hacer dos veces el viaje solo agreguen qué será mi invitado de honor después del baile de compromiso... - dijo Orihime

- Entendido majestad... - dijeron las dos generales

Entonces hicieron una reverencia y dejaron la habitación, sonrió la dama. La duquesa fue ordenar a las sirvientas el arreglo del palacio, quitaron cada adorno, jarrón, cada candelabro y libro para limpiarlo de forma meticulosa. También dedicó parte del día a supervisar la lista de invitados para hacer y enviar las invitaciones, solicitar flores para la decoración y demás. Mientras tanto el ojiverde estaba muy inquieto, no estaba acostumbrado a nadar en un estanque tan pequeño, tal vez no estaba del todo curado, pero eso no calmaba su instinto. Para Ciffer era aburrido estar en ese espacio tan pequeño y limitado, siendo una criatura de mar aquello era un calvario. Al verlo saltar, subir y bajar, los espíritus se acercaron para calmar al triton.

- No hagas tanto ruido o se darán cuenta que estás aquí... - dijo Tsubaki

- Tengo hambre, además no soy un pez dorado... Quiero ver lo que hay... me da curiosidad... ¿Qué es esto...? - dijo el pelinegro

- Eso se llama césped... - dijo Ayame

El ojiverde lo acarició con sus garras, lo mordió con sus colmillos.

- Eso no se come... - dijo Hinagiku

- Lo sé, pero quiero conocer su sabor... como se sentía... que textura tiene... - dijo el de pálida piel

- ¿Por qué quieres saber? - dijo Shun'O

- ¿Por qué no? ¿Acaso a sido el conocimiento exclusivo patrimonio para el hombre? ¡Claro que no! El conocimiento es de quien está dispuesto a llenar el vacío de su curiosidad... - dijo serio el hombre

Así que salto mucho más alto para tocar las hojas de los árboles, atrapando algunos trozos en su mano palmeada.

- ¡Ya te dijimos que no hagas eso o meterás a Inoue en problemas! - exclamó Lily

- ¡Y yo te dije que quiero saber...! - replicó el marino

Las pequeñas hadas se miraron unos a otros.

- Bueno, nosotros también tenemos curiosidad de ti... - dijo Baigon

- ¿De mí? ¿Qué les gustaría saber? - dijo Ciffer

- Bueno, dices que tienes un ancestro en común con los humanos... ¿Aún tienes pies? - preguntó Tsubaki

- Hmp. Si te refieres a la estructura ósea, los huesos del torso hasta la cadera, sí. Solo que mi esqueleto evolucionó... las vértebras qué los humanos perdieron de "la cola", qué continúa la columna... yo los conservó y eso forma mi gran aleta... - dijo el ojiverde



La pelirroja llegó a la habitación muy cansada, cargó con dificultades una cesta con un mantel para cubrir los grandes pescados; aún había mucho que hacer para el baile en unos días. La dama escuchó al triton, mientras este jugaba con su larga y hermosa cola. Así que entró en silencio al jardín para ver a Ulquiorra.

- No somos tan similares... - dijo la duquesa

- Es cuestión de perspectiva. Un atún y una sardina no se parecen, sin embargo los dos son peces, nada, tienen aletas, escamas y un corazón. No veas solo lo que es diferente a ti sonó lo que es igual... - dijo frío el caballero