El gran festejo
Cuando el sueño de Rodaric comenzó a verse más claro se podía apreciar a Yata despertando de la cama muy asustado porque se recostó para descansar un poco intentando no dormirse, pero si lo hizo y esperaba que no fuese muy tarde, se asomó por la ventana y trató de distinguir la tenue luz de las lunas para intentar saber el tiempo.
Afortunadamente la luz de algunas lunas es de diferentes colores, algunas emiten un color rojizo, otra azul y la luna Ukullsh emite una luz verde, que es la séptima luna y la fiesta iniciaba a las 8.
Aliviado por saber que aún tenía un luno para arreglarse se vistió con tranquilidad, uno de los trajes de gala que le habían dejado en el cuarto. Escogió el más abrigado, compuesto por varias capas: la primera era una camisa ajustada con una capucha, elaborada con una tela que podía estirarse, ideal para evitar que el aire frío entre en contacto directo con la piel, la segunda era un chaleco gris oscuro con broches de cinturón anaranjados que se cruzaban entre el pecho. Encima de eso se colocó una gabardina de piel color naranja rojizo. Pero con un color gris oscuro por dentro que llegaba casi a los tobillos.
Finalmente, se puso un pantalón de un azul muy oscuro, sobre él un cinturón fabricado para poder portar una espada y una bolsa de cuero detrás que se ocultaba con la gabardina. Las botas se las quitó de otro conjunto, porque eran anaranjadas, igual que la gabardina y se las colocó introduciendo el pantalón por dentro de las botas, resultando en un estilo único para la época.
Con la mayor calma del mundo salió del cuarto sabiendo que aún sobraba tiempo y tocó la puerta de la princesa para poder hablar con ella.
Para su sorpresa le respondió que se estaba arreglando y que esperara a fuera. Y en efecto, eso hizo.
Todos en el sueño por fin podían verse, estuvieron platicando todo el tiempo de cosas sin importancia, pero en ese momento Asura se notaba molesta.
No solo había sospechado que Yata sentía atracción por Saki, ahora lo sabía porque las emociones que Rodaric. Sentía por parte de Yata, también la sentían todos.
Rog notó cómo eso le afectaba a Asura, se alejó del grupo y la llamó para que ella se acercara y así poder decirle lo siguiente:
—Veo que entre Saki y tú existía una tensión amorosa ¿No es así?
—No es eso, en el pasado siempre creí que ella era solo una amiga para Yata. Ahora veo que no es así, y eso me molesta mucho—dijo cruzando los brazos.
Rodaric no prestó atención a eso, en cambio, estaba platicando con Leamsi, quien le explicaba detalles históricos de ese lugar. Explicando así que el reino de Altariam donde se encontraba era conocida como una de las más protegidas. No eran conquistadores por naturaleza, en el pasado libraron muchas batallas donde fueron atacados y ellos defendían su reino a tal grado que jamás pudieron traspasar sus murallas. Excepto con el último ataque de los vampiros.
Yata comenzaba a desesperarse, la princesa se demoraba más de lo que él esperaba. Pero tras una larga espera por fin salió Saki, con un vestido blanco y elegante que resaltaba su belleza de tal modo que Yata no pudo evitar mostrar algo de asombro en sus ojos. Algo que Saki notó y no pudo evitar decirle:
—¿Cómo me veo?
—Te vez muy bien —respondió desviando la mirada un poco y poniendo la cara seria, era la primera vez que sentía interés por una chica.
Por otro lado, Asura estaba muy enojada, no pudo soportarlo y se desconectó del sueño.
—Bueno, hay que ir a la fiesta, no es por nada, pero mi padre hace los mejores festejos que puedas imaginar.
ESTÁS LEYENDO
Courband: La Noche Eterna
FantasyEn un mundo donde lo antiguo y lo futurista se entrelazan, "Courband: La Noche Eterna" narra la historia de Rodaric, un guerrero de una era pasada, y Asura, ambos despertados de un largo congelamiento. Perseguidos por el emperador Alón, se ven envue...