Courband: La Noche Eterna

Capítulo 3

Batalla helada

Ambos despertaron, pero Asura parecía recomponerse más lento, Alón, acostumbrado, reaccionó más rápido, aunque con un claro dolor de cabeza.

Él le quitó el escudo rápidamente y estaba a punto de arrebatarle la espada. Pero dudó. No parecía ser la espada de los recuerdos de Asura, la observó más, pero solo pudo ver una daga adornada en su cintura.

—¿Dónde está? —La pregunta contenía una clara preocupación por su tono. «Debe haber escondido la espada por aquí». Pensó confundido.

Ella aprovechó que el emperador se miraba desconcertado. Le dio un ágil golpe en el brazo. Dobló su codo y se liberó de su agarre. Luego saltó, dando un giro por encima de Alón, y cayó a sus espaldas. Salió corriendo hacia Rodaric con una velocidad que tomó a Alón por sorpresa, a pesar de que él se movía mucho más rápido.

—Maldita sea, qué fue lo que me hiciste —dijo girando, sujetándose la cabeza y cerrando un ojo.

—Puedo usar poderes eléctricos, así como sentir la electricidad que me rodea y controlarla —dijo alardeando con más confianza—. Al entrar en mi mente sentí un puente eléctrico que pude seguir hasta tu cerebro, no sé qué hice, pero claramente alteré mucho tu cabeza.

Enojado, Alón apuntó a Asura con su mano. Una energía brillante comenzó a materializarse en la punta de su dedo. Ella le sonrió con malicia y le señaló el escudo que el emperador le había quitado.

Él lo miró y percibió un brillo pulsante pegado a la agarradera. Alón sabía que esa energía explotaba, porque lo vio en sus memorias. Justo en ese momento, y sin que Alón pudiera pensar qué hacer, la energía explotó. El techo se desplomó sobre el emperador y el escudo salió volando a los pies de Rodaric.

La agarradera destrozada del escudo comenzaba a regenerarse como si de magia se tratara.

Ella lanzó la daga adornada por el largo y oscuro túnel, lo más lejos que pudo. Y luego tomó el escudo y tocó los pilares del salón que Alón había creado, dejando energías pulsantes iguales a la que dejó antes; ella giró para ver a su amigo que se veía confundido y le dijo:

—¿Qué rayos te pasa? ¡Haz algo! ¡Tenemos que irnos ahora!

Rodaric le preguntó:

—Lo siento, no recuerdo nada. ¿Tú quién eres?

El hielo colapsado parecía moverse y la chica tuvo un momento lúcido.

—Ahora recuerdo, él me dijo que esto pasaría y también que te diera esto —dijo, sacando del bolso que llevaba en el cinturón una pluma muy grande y blanca, con un brillo sutil.

La metió en el bolso de Rodaric y la chica desapareció en un parpadeo.

En ese momento, Alón salió de entre los escombros, enojado. Miró a su alrededor y no vio a la joven. Y antes de que notará las energías que Asura dejó, múltiples explosiones aún más grandes detonaron frente a él. Estas lo lanzaron contra la pared de hielo y el techo de toda el área colapsó. Pero el emperador reaccionó rápido y con su poder congeló el movimiento de todo lo que había a su alrededor, justo antes de que el techo aplastara al joven guerrero.

Alón, con una pierna destrozada, ayudó a Rodaric a levantarse y ambos salieron del túnel, fueron largos y agotadores lunos de caminata. El emperador cojeaba pero ya con su pierna más recuperada. Continuó hasta que por fin se encontró con Sander a mitad del camino. Aterrado, Sander contempló a Alón, no comprendía nada.

—¿Qué es lo que sucedió? ¿Ese no es el guerrero que vimos congelado? ¿Por qué las explosiones? —preguntó mientras Alón lo miraba con ojos apagados. Esa clase de mirada qué ves en alguien que lo ha perdido todo.

—Hallé mis tesoros, los había encontrado... ¡y los perdí! —exclamó Alón con angustia.

Sander se colocó a un costado para que él se apoyara, pues se notaba herido. No obstante, el emperador no se dejó; era demasiado orgulloso y no permitiría que alguien lo ayudara de ese modo.

—No comprendo, ¿cómo pudo perder sus tesoros? —preguntó Sander con curiosidad.

—Había una joven, supongo que detrás de las burbujas de aire que me habían comentado antes. —respondió Alón mientras se acercaba a la salida—. Es una dibond, del tipo que crea explosiones y se teletransporta a lugares marcados. Ella tenía los tres objetos, pero tenemos a este chico. Su nombre es Rodaric, no recuerda quién es; y ella regresará por él, de eso estoy seguro.

Una vez que llegaron al campamento, Alón se sentó. Sander observó cómo sus heridas habían sanado casi por completo. Era algo inusual. Y fue más sorprendente ver cómo comenzaron a curarse más rápido cuando él se sentó.

Después de eso se levantó y salió de las carpas sin decir nada.

Mirando la montaña extendió su mano y cerró los ojos. El suelo comenzó a temblar, obligando a Sander salir asustado.

El crujir del hielo de la montaña era estruendoso a pesar de encontrarse muy lejos. Mientras Alón se concentraba, la cueva se cerraba desde su interior hacia el exterior. Hasta quedar tal y como estaba antes.

Sin más que hacer, Alón les dijo a todos que el proyecto había terminado y les ordenó que guardaran todo para poder retirarse.

La nave encendió motores, la nieve fue expulsada con fuerza en todas direcciones, mientras Alón, Sander, Leamsi y Rodaric estaban sentándose en unos lujosos asientos alrededor de una mesa redonda.

¿Qué les pareció?

Notas

Asura tiene tres poderes: Truenstática (Poder eléctrico), Cambio de plano (Teletransportación) y Explosiones.

Los objetos que ella portaba y que Alón busca son una espada, un escudo y una joya.