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Liz Forbes estaba muy preocupada por sus hijas, lo que les había hecho pasar Alaric era... Ni siquiera podría describir con una palabra lo aterrada qué estaba con lo que estaba pasando.
Alaric Saltzman se adueñó del consejo del pueblo.
Entonces ella y Carol Lockwood planearon un viaje para que sus hijos no corrieran peligro en el pueblo, Liz entendía que su hija y Klaus trataban de recuperar su relación, pero para ella su hija era prioridad.
Entonces, suponiendo que Caitlin estaba en casa, llamó al teléfono de la casa.
—¿Hola?
—Caitlin, debes irte del pueblo —el tono de su voz sonó urgente.
—¿Mamá?¿Qué...?
—Caitlin, Alaric controla al consejo y lo enviará a cazar a los vampiros, tiene algo en tu contra que supongo que es por tu relación con Klaus. Conduce a Lynchburg y después paga un vuelo a cualquier parte del país, pero debes irte.
—Mamá...
—No puedes quedarte aquí, lo digo en serio. Alaric se volvió loco y no me importa si Klaus cree que puede protegerte. Debes irte, ahora.
Caitlin asintió con pesadez, salvar a Klaus era una prioridad, pero mantenerse con vida también lo era.
—Esta bien, empacaré lo más rápido que pueda y te llamaré apenas llegue a algún lugar —prometió —Adiós.
Caitlin Suspiró profundamente, antes de irse debía acordar un plan con ellos.
Cuando regresó al comedor Rebekah y Elijah tenían una clara mirada de preocupación en sus rostros.
—Tu madre tiene razón —dijo Elijah.
—Lo sé, pero debemos hacer una plan antes de irme a cualquier otro lugar. Klaus habría hecho hasta lo imposible si yo estuviera en su lugar —respondió Caitlin —No puedo darle la espalda, especialmente no ahora.
—Muy bien, entonces el plan y luego yo misma te dejaré en Lynchburg —determinó Rebekah —Si algo te pasa, nada de lo que hagamos para salvarlo a él habrá valido la pena.
Caitlin asintió antes de sentarse en una de las sillas.
—Bien, por lo que sé Alaric y Elena están vinculados. Aun así no podemos matar a Elena porque no tendríamos forma de negociar con ellos, a pesar de todo no quiero que la lastimen ¿si? —pidió ella.
Rebekah asintió de mala gana.
—Negociare con ellos la liberación de Niklaus a cambio de mantenerlo en el ataúd mientras Elena y sus hijos vivan —propuso Elijah.
Caitlin negó con la cabeza —¿Y que pasa con Alaric? Aún seguiría suelto y aún nos perseguirá.
—O puedo matar antes a la doppelganger y nos libramos del cazador de una vez —replicó Rebekah.
