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-Samantha, te pasaste casi todo el recreo mirando a Abril, por favor. - dijo Rocio, una amiga de Sam, que la acompañaba desde primero de secundaria, y sabia lo que sentía por Abi.

--Ya lo sé, pero ¿Como puede ser una chica tan linda? Dios, estoy perdida.- declaró Samantha sin dejar de mirar a Abril, con una sonrisa casi de oreja a oreja

-Pff - susurro la acompañante de Sam, cansada de la situación.

Sono el timbre que avisaba que el recreo había acabado. Todos fueron a sus respectivas aulas, corriendo para no llegar tarde a la próxima clase incluidas Sam y Abril.
Entraron al aula, algunos corriendo, otro ya caminando hacia su respectivo asiento y dejando sus mochilas.

-Chicos, saben que... Quiero hacer cambio de asientos, para que ya no convercen tanto y pongan atención, la verdad es que los veo a algunos muy distraidos -el profesor observo a quien debería cambiar de asiento.

‐-Oh mierda... - susurro Rocio, que se sentaba junto a Sam, sabiendo que probablemente las separarian porque el profesor les tenia algo de cólera guardada desde que las vio.

El profesor empezó a hacer los cambios correspondientes.

--Bien, Samantha siéntate al lado de Abril Garza, y Rocio, pásate con Osvaldo. - señaló el profesor, cambiándola de posición tal y como había predecido Rocio.

-Peor día no puede ser - susurro Samantha al ver que se sentaría al lado de Abril, esto no iba a salir bien. Pero le hizo caso al profesor y se cambio.

-Hola, Samantha - dijo en voz un poco bajo, moviendo su mano en forma de saludo, claro, con una sonrisa leve. Tan encantadora como siempre.

Sam la examimo de arriba abajo, el flequillo de siempre, con una hoodie de color gris, pantalón negro y algo olgado, con unas zapatillas Converse.

--¿Que tal, Abril?- sonrio Sam intentado no sonar nerviosa, se sentó y saco su cuaderno de su mochila.

-¿Tu le entiendes a esta materia? A mi se me hace un pinche enrriedo. - río leve

-Bueno, no es una de mis favoritas pero le entiendo. - dijo Sam alzando sus hombros.

-Yo odio esta pendejada de materia - dijo Ari tapándose la cara, se sentía algo tonta.

Samantha río al ver de esa forma a Abril, no había cosa más linda que ella, definitivamente.

-Ya, todos los que están hablando por favor, dejen de conversar - exclamo el profesor refiriéndose claramente a Abril y Samantha.

Luego de un largo rato, se acabo la clase.

-Me la pase bien - sonrio Abril

-¿Te gusto la clase? - dijo confundida Samantha

-No, tonta - Abril se río -Me refería a que me la pase bien contigo, eres graciosa. - Abril puso su mano en el hombro de Samantha.

- Gracias, también me la pase bien.- dijo Samantha algo sonrojada.

Se despidieron y como siempre, Rocio espero a Samantha para que se vallan juntas hasta un cierto punto, luego, cada una fue a su respectiva casa.
Samantha llegó y tiro la mochila a cualquier lugar de la casa. Ella se tiro a la cama, exhausta

Chioo

-"Sam, te la pasaste bien hoy
¿Verdad? JAJAKAJAK


" ¿Desayunaste payaso hoy, Rocio?-
O a donde tan graciosa."


-No te enojes miamer, recuerda
que veras a tu novia mañana

" ¿Apoco sí, tilina?"-


Fue el último mensaje que le envio a Rocio antes de ducharse e irse a intentar dormir.

Luego de ducharse y quedarse rendida en su cama después de un día tan exhausto como este, se puso a sobrepasar algunas cosas.

‐ "Tu novia" - dijo para si misma recordando el mensaje de Rocio. -No suena mal... - dijo pensando em como seria tener una relación con. Abril- Seria todo tan lindo con ella... - Dijo Samantha después de haberse imaginado a ella y a Abril juntas.

Luego de eso se arropó, haciéndose bolita y se durmió casi toda la tarde hasta que le entro una llamada de un número completamente desconocido.

-¿Alo? - dijo Samantha al contestar a ese número extraño.

-Samantha, soy Abril-sonrio al otro lado del teléfono

-Oh, Abi, ¿paso algo? - dijo Samantha después de un suspiro.

-No, no, solo quería que sepas que este es mi número-

-Bueno, ahora te agrego Abi. - sonrio Samantha

-Bien, nos vemos mañana. - colgó.




¿Que tal morrillos? Primer Cap, yupiyei.

Something with you.        |     ¡! Rivari Donde viven las historias. Descúbrelo ahora