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Samantha despertó, agarro su celular y vio la hora, ya era tarde para ir a la escuela. ¿Samantha tarde?, no es una noticia sorprendente, ella siempre llega tarde a todos lados, en fin, cosas de la mismísima Samantha Rivera.

—CARAJO! —dijo Sam al ver la hora, obviamente llegaba tarde.

Se arreglo lo más rápido posible, sino, no la iban a dejar entrar. Fue corriendo a tomar el bus, para su mala suerte, esta vez iba más lento que todos los días

—Mierda, ¿que tiene el mundo contra mi? — susurró Sam

Después de una larga espera, por fin llego, pero raramente se encontró a todos los alumnos afuera del salón.

—¿Qué paso? — le pregunto Samantha a Rocio, que estaba ahí y seguramente sabia.

—No llega el profe — respondió Rocio algo desanimada.

—Pendeja yo, me vine casi volando y no viene el estúpido del profesor — Dijo Samantha golpeándose la cabeza, claro, sin hacerse daño.

Mientras esperaban, Abril se le acerco a Sam algo timida.

—Samantha,¿qué tal? — dijo con una sonrisa.

—¡Abril!, bien, bien ¿Tu? — le devolvió la sonrisa

—Bien. Yo... yo quisiera saber si me puedes ayudar con la tarea, por favor — hablo con la cabeza algo agachada.

—Claro — asintió con la cabeza. —Vamos a la banca de allí.

Se dirigieron a la banca señalada, se sentaron y Abril saco su cuaderno, señalando a Samantha lo que no entendía. Samantha le explicaba con paciencia e intentando que entiendo todo.
Luego de un pequeño rato Abril le entiendo todo y le agradeció

—Chicos, pasen — dijo el profesor, pinche profesor.

—Chiquis pisin — lo arremedo de forma burlona Samantha, claro, en voz baja, para que el profesor no escuchara.

—Pendeja — Abril se río al escucharla.

El profesor empezó su aburrida y estúpida clase, como la llamaba Samantha, bueno, para ella todas las clases eran estúpidas y aburridas. Aunque con Abril pareciera que todo iba mejor.

—¿Cuando se acaba esta clase? — habló Samantha susurrando con sus manos en su cara.

—Falta 15 min para el recreo  —sonrio Abril.

—Orale, reloj me salió. — Samantha sonrio burlona.

—Ok, nunca más te vuelvo a dar a hora. — río bajo Abril.

Despues de un rato, por fin llego el tan anhelado recreo. Samantha ya no aguantaba ni un minuto más que el profesor hablara.

—Libre sooyy — iba cantando Samantha hacia afuera, al patio.

Rocio rió —A la verga la Frozen 

—Ya, ya, mucho me humille por hoy. — negó riendo la más chica

—Tu siempre te humillas — se burlo Rocio.

—No, Roci-... ¡Abril!, ¿quieres venir a la cafetería con nosotras? — dijo Samantha con una sonrisa, interrumpiendo lo que iba a decir.

—Samantha, hola, sí, claro, si a Rocio no le incomoda — dijo Abril mirando a Rocio.

—No, no, besense si quieren — bromeo Rocio.

—¡Rocio! — regañó Samantha, sacandole el dedo del medio a Rocio por debajo, que no viera Abril.

Abril solo le atino a reírse.

—Bueno, bueno, vamos que se acaba el recreo — dijo Rocio y fue a la cafetería.

Abril y Samantha iban hablando por detrás de Rocio.

—Quiero un helado, de vainilla, por favor — pidio Samantha.

—Yo también, pero de fresa. — sonrio Abril, pidiendo la orden.

—No se olviden de mi. Quiero un... un... — Rocio dijo indecisa.

—Ya, Furby, rapido — apuro Samantha dándole un golpe suave en la cabeza.

—¿Traes prisa Rivera? — dijo Rocio intentando escoger.

—Jódete Rocio. — la insulto. —Bueno, ¿vamos a sentarnos mientras esta escoge?— sonrio Samantha

—Sí, sí — Abril acepto y se fueron a sentar.

Rocio por fin se decidió y empezaron a comer juntas, pero Samantha quería más.

—Quiero otro helado — pidió de orden Samantha.

—Te vas a enfermar... Te aviso, te vas a enfermar — apuntó Rocio advirtiendo.

—¿Mamá Rocio? — respondió sarcásticamente

Samantha en total se pidió 3 vasos de helados.

—A la verga Samantha — se río Abril.

—Bueno ahora si, ya casi se acaba el recreo, vamos al aula no? — Rocio se levanto de la mesa.

—Cierto, ¿vamos Abril? — sonrio Samantha estirando su mano hacia Abril.

Abril tomo la mano de Samantha y fueron hacia el aula.

Otra vez, otra clase aburrida, pero esta vez no con ese profesor, si no que con una vieja algo amargada, pero bueno, cae un poco mejor que el otro pendejo. Paso el tiempo en otra aburrida clase.

—Abril, tu que tienes la ho-... — Samantha fue interrumpida.

—Son la una con dos — respondió Abril.

—Faltan 28, vamos carajo — festejo Samantha en voz baja.

—¿Tanto odias el colegio? — Abril se río.

—Un poco, bueno, mucho, pero, ni tanto, es que aveces es bueno, pero es feo, pero aveces no tan feo, osea, si esta chido, pero no, no lo sé —  respondió Samantha confundida.

—Por Dios, Samantha — Abril se riode Samantha.

—A veces me gusta, aveces no — dijo Samantha pensándolo bien.

Sono el bendito timbre, amén, hora de irse.

—Por fin, Dios santo. — se levanto Samantha.








Muejeje, sale drama?

Something with you.        |     ¡! Rivari Donde viven las historias. Descúbrelo ahora