Capítulo 9: La carpeta

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Fermín me ayudó a reunir a los vecinos de Montepinar en el piso de Bruno, que no me extrañó ver el interior tan ordenado y con una decoración que conjuntaba, se notaba que aquí vive un artista.

Todos se sentaron en el sofá, en las sillas del comedor que trajeron al salón, y algunos pocos de pie alado del mueble.
Yo estaba de pie en frente de todos algo nerviosa, esto era jugar a dos bandas, pero solo quiero que nadie salga esposado al calabozo.

Leire: Hay malas noticias.

Al decir eso todos los presentes me miraron extrañada. También digo, con más de la mitad no he entablado conversación todavía, así que seguro estarían en plan "¿Qué me tiene que decir esta?".

Leire: La marquesa y la presidenta van a intentar que la lleven presos de aquí.

Amador: ¿Cómo presos?

Leire: Al parecer la marquesa encontró unos documentos en donde se veían vuestros expedientes delictivos. Quiere que todos vosotros vayáis a prisión para que así el edificio esté más tranquilo y sin vosotros para siempre.

Antonio: ¡Esta vieja maldita se va a enterar!

Antonio se levantó del sofá de golpe e iba dirección a la puerta para ir a por la marquesa, pero vi que Berta, junto a la ayuda de Fermín, le detuvieron.

Berta: No vas a ir a pelear con nadie.

Antonio: ¿Pero has oído lo que ha dicho la chica? Nos quiere ver entre rejas.

Berta: No tiene porque pasar eso, nos tenemos los unos con los otros, si hemos podido salir de situaciones peores seguro que con esta también.

Fermín: ¡Olé, ese discurso motivador!

Leire: A lo que iba diciendo... esos documentos los tiene en una carpeta en su piso, al menos si se lo quitamos podríamos parar su plan.

Amador: Esto es trabajo para el detective león.

Maite: Lo mejor que puedes hacer tu es buscar empleo, careto.

Amador: Y tú de conseguir un novio con un sueldo de hombre florero, putón.

Maite: Gañan.

Menchu: Porfin algo de salseo, que ya llevábamos tiempo sin.

Yo estaba flipando con la escena que estaba viendo. Porque hemos pasado de un aviso que doy a una bulla que ni los de mi clase harían.
Intentaba hacer que se callaran pero no había manera. Además de que veía como Doña Fina estaba echando a los que estaban sentados en el sofá un líquido amarillo que había en un spray que Dios sabe que es.

Yo veía más nervioso a Bruno, que estaba dando vueltas sin saber que hacer, ya que le estaban dejando el sofá hecho un desastre y había muchos gritos.

Yo estaba preocupada de que la presidenta y la marquesa escucharan el escándalo y subieran a ver que estaba pasando. Si se enteran de esto nos comen vivos.

Fermín: ¡Serenarse coño!

Después de ese grito de Fermín todos se quedaron callados, y vi a Bruno suspirar aliviado. Aproveché este momento de paz para seguir hablando.

Leire: Tenemos que hacer algo para deshacernos de esa carpeta para que así no os tenga amenazados ni que se aproveche y monte una.

Agustín: Una idea sería conseguir las llaves de su piso y entrar cuando no esté.

Menchu: En ese piso siempre está alguien: la marquesa o Logi. Además, las otras llaves las tiene Coque, y desde hace un tiempo está más con la Thunberg que con cualquiera de nosotros.

Doña Fina: No me fiaría de él.

Amador: Pero si Coque es colega, no nos va a fallar, además de que nos tiene aprecio, que estamos con él desde hace más de quince años.

Menchu: ¿Y eso que nos garantiza que no se va a chivar a la presidenta?

Antonio: Él nunca lo haría Tanqueta.

Leire: Bueno, ya pensaremos en algo para conseguir los documentos.

Con esto ya dicho hubo un silencio incómodo y cada uno se levantó a su ritmo y se fueron yendo por su lado.

Me quedé finalmente solo con Bruno y Fermín, que son los que viven en este piso.

Fermín: Habrá que hacer un comando para obtener los papeluchos.

Bruno: ¿Cómo ese que me habías dicho de Colombia?

Fermín: Si si, pero ese fue un comando fallido. En este sabemos que si o si los documentos están en casa de la marquesa.

Leire: Yo iré pensando en algo, a ver si podemos acabar esto cuanto antes.

Con esto me despedí y me fui a mi hogar.
Al entrar al piso me tumbe boca abajo en el sofá y me quedé así un buen rato.
Ya extrañaba el pueblo y todo lo que había dejado atrás. Esto es demasiado estrés para mi, pero es lo que toca si quiero estudiar en la capital, y mudarme a otro sitio ahora no sería una opción, porque tengo la misma economía de un Weasley.

Me asomé un rato por la ventana de la cocina a tomar aire cuando vi a Logi tirar basurilla por su ventana, cayendo esta al patio. Me la quedé viendo un buen rato como método de entretenimiento, cuando vi rato después que rompió un papel y lo tiró también hacia el patio.

Bajé rápido las escaleras del edificio y fui dirección al patio a por los restos de ese papel antes de que viniera Coque a limpiar el suelo.

Al coger los fragmentos de aquel papel me fui rápidamente a mi piso para ver mucho mejor lo que ponía.
Me senté en el sofá y vi que en esa hoja estaba escrito el expediente de una tal Chusa. Para entenderlo mucho mejor decidí pegar los restos con cinta adhesiva para así mostrarlo más tarde a los vecinos.

"La más normal" || La Que Se AvecinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora