Una semana después de lo anteriormente ocurrido empecé la universidad, una nueva etapa que me ayudará a formarme académicamente, además de que me distraerá de los temas de la comunidad.
Los compañeros de clase parecían buena gente, pero al final me di cuenta de que hay de todo un poco, pero yo no quería centrarme en hacer amistades, sino en atender a clase.
El viernes después de la universidad fui a casa. Al revisar el buzón para ver si me había llegado el correo vi que tenía una carta. Al verla parecía poco importante porque no tenía sello ni parecía que pertenecía a una empresa, así que la iba a dejar encima de los buzones por si alguien la quería (lo más lógico es que fuera alguna propaganda), pero al final decidí subirla a casa y ver de que trataba.
Cuando llegué a casa con la carta, me senté en la mesa de la cocina y comencé a abrirla con curiosidad. El sobre no tenía remitente, y al desplegar el contenido, me encontré con una sorpresa inesperada. Era una carta escrita a mano con una caligrafía elegante y, al leer el primer párrafo, mi corazón se aceleró. La carta era de la marquesa: reunión mañana al mediodía.
Lo más probable es que quiera reunir a las "Tres Altísimas" para contarnos sobre su plan para expulsar a los vecinos del edificio, aunque posiblemente hable del documento roto por ella el otro día, y el porqué ya no era tan importante, aunque dudo que eso ocurriera. Decidí que debía prepararme para esta reunión y tratar de descifrar qué tenía en mente la marquesa. ¿Sería sobre el documento roto o algo más inusual? Las próximas 24 horas prometían ser emocionantes y llenas de incertidumbre.
Para informar, decidí mandar un mensaje al grupo de Montepinar, para anunciarles la reunión que tenía planeada la marquesa, y que ya les diría por el grupo todo lo que ocurriría allí.
Muchos de los vecinos me respondieron con "👍🏻" y con "vale", mientras que Fermín había escrito "Suerte preciosa". Seguía intentando ligar conmigo, así que me reí porque ni de broma ocurrirá.
Ya al día siguiente me preparaba para ir al piso de la marquesa.
Mientras me preparaba para ir al piso de la marquesa, recordé la última vez que llevé algo de comer a su casa y cómo lo devoró sin darme la oportunidad de probar algo. La marquesa nunca había sido una persona con la que tuviera una buena relación, pero la curiosidad por la reunión superaba cualquier molestia que pudiera sentir hacia ella.
Llegué frente a su puerta cinco minutos antes de la hora acordada, con la esperanza de que notara mi puntualidad y aprecio por su invitación. Mi mente estaba llena de preguntas sobre el motivo de la reunión y lo que podría estar tramando la marquesa. La puerta cerrada del piso de la marquesa se cernía ante mí, llena de misterio y expectativas.
Mientras me preparaba para tocar el timbre, escuché unos pasos descendiendo las escaleras. Volteé y vi que era Greta. Me saludó con una cálida sonrisa y, sin esperar, picó el timbre con decisión. La puerta se abrió poco después, revelando el interior del misterioso piso de la marquesa. Greta y yo nos adentramos en la incertidumbre de lo que nos esperaba en esa reunión.
Nos recibió Logi con una sonrisa, y nos sentamos en el sofá esperando a que la marquesa saliera de su habitación.
A los cinco minutos la vimos con un elegante vestido. Se sentó con nosotras en el sofá y de detrás de uno de los cojines del sillón sacó la carpeta.
Victoria: Os he reunido para hablar sobre los tontos de los vecinos. He estado viendo los formularios de cada uno y no tiene desperdicio.
Greta; Cuéntanos.
Victoria: Por ejemplo, el tunante *abre la carpeta en el apartado de Fermín*, tiene denuncias por acoso e intimidación, también por robos, y es un moroso, no paga impuestos desde hace más de 30 años.
Greta: Anda... veo que ese personaje es más problemático de lo que aparentaba.
Mis pensamientos se agitaron mientras la marquesa Victoria continuaba desentrañando los oscuros secretos de los vecinos.
Leire: Pero, ¿qué planeas hacer con esta información, Victoria?
Victoria: Querida, he estado pensando que podríamos utilizar estos datos para poner cierta presión sobre ellos. Es hora de que los vecinos entiendan que no pueden jugar con nosotras.
Greta: Tal vez podríamos organizar una reunión de la comunidad y exponer sus acciones. Eso los pondría en una situación incómoda.
Leire: Ellos son más fáciles de derrotar, no se van a acobardar solo por exponer sus acciones.
Esto hizo que sus miradas se centraran en mí.
Greta: ¿Y porqué lo dices?
Había metido la pata: se suponía que yo conocía poco a los de Montepinar, pero con lo que acabo de decir se deja en evidencia que los conozco.
Leire: Pues... porque cuando salieron en la tele por el tema del desalojo de su antiguo edificio se les veía que eran personas complicadas...
Al parecer esa excusa funcionó, ya que ahora miraban de nuevo el documento.
Al final, la marquesa decidió que ella convocaría una junta en cualquier día, así que teníamos que estar atentas.
Nos fuimos de la reunión, y cuando estaba a punto de tomar el ascensor, Greta me agarró del brazo con cuidado. Sus ojos reflejaban preocupación mientras me miraba.
Greta: Oye, tengo que hablarte de algo importante. Durante la reunión, noté algo extraño en el comportamiento de Victoria.
Leire: ¿Algo extraño? ¿A qué te refieres?
Greta parecía dudar un momento antes de responder, y luego susurró con cautela:
Greta: Creo que Victoria podría tener sus propios motivos ocultos en todo esto. No estoy segura de que esté siendo completamente honesta con nosotros.
No sabía que a la presidenta la preocupara lo que la marquesa planeaba, pero al menos veía que no tenía peores intenciones que ella.
Leire: Habrá que tener cuidado, supongo.
Con esto cada una se fue por su lado.
Al entrar a mi piso, abrí WhatsApp y mandé un audio explicando todo lo que había sucedido y también sobre la reunión que planeaba Victoria. No se saldrá con la suya tan fácilmente.
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"La más normal" || La Que Se Avecina
FanficLeire Gil deja su vida en el prepirineo para estudiar en Madrid y hacer su vida lejos de su familia. Se muda a un edificio señorial en el centro de la capital pensando que podría encontrar el lugar idóneo para cumplir sus objetivos, pero verá que no...