Capítulo 9: Las preguntas correctas

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Las cosas no se veían bien, por mi lado estaba agotado por las fuerzas que había gastado intentando que el veneno que se expandía por Clary se detuviera, aunque tampoco sabía cómo había sobrevivido tanto tiempo con esa herida, pereciera que la est...

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Las cosas no se veían bien, por mi lado estaba agotado por las fuerzas que había gastado intentando que el veneno que se expandía por Clary se detuviera, aunque tampoco sabía cómo había sobrevivido tanto tiempo con esa herida, pereciera que la estuviera comiendo por dentro. No había sido capaz de explicarles a los demás la situación de bizcochito porque todos armarían un escándalo que sería incensario por eso solo me atreví a decir...

-La hirieron con un veneno demoníaco muy raro -dije frente a los demás.

Me dolía verlos con esas expresiones, James demacrado y desesperado por respuestas, Isabel agotada por intentar calmar a Simon, quien estaba pasando por un dolor insoportable y acompañarlo toda la noche era todo un desafío y mi Alec agotado haciendo todo lo que le había pedido sin cuestionarme en ningún momento.

El único que se veía bien era el idiota del chico con ojos bonitos, que ni siquiera me habían explicado como diablos había llegado al instituto y se veía que ya era odiado por todos y por ende, por mi también.

-¿Qué tipo de veneno se trata? -preguntó Jace serio, me temía que cayera desplomado por lo que había pasado últimamente, sabía que lo evitará a toda costa al igual que Will, pero al igual que mi viejo amigo, Jace tenía un límite y no sabía cuándo sería ese fondo, pero tarde o temprano lo tocara y yo tenía un tipo de responsabilidad de estar ahí cuando ocurriera.

-Aun lo estoy investigando -dije tranquilo, pero veía los ojos de Jace que echaban fuego.

-¿Aún no lo sabes? ¿Cómo que aun no lo sabes? -pregunto subiendo la voz enojado.

-Cálmate Jace -le dijo Alec agarrándole el hombro a su parabatai- seguro que Magnus la va a encontrar, cierto Magnus.

Sentía como todos los ojos estaban sobre mí, yo era experto en venenos y si yo no sabia de que se trataba ni cuál era su procedencia, lo más probable es que nunca lo sabría y eso era realmente un problema.

-No se preocupen, por algo soy el mago supremo.

-Bien, yo tengo que bajar a ver a Simon, ustedes vean cómo ayudar a Magnus -dijo Isabel saliendo de la biblioteca.

-Está bien, tenemos que comenzar con los demonios menores e ir escalando comparando similitudes de este veneno con las descripciones de otros...-Estaba diciendo Alec mientras ordenaba los libros con que iba a comenzar.

-¿Magnus, necesitas ayuda? -me preguntó Jace acercándose a mí, sabía que era para ver si podía ir con Clary, así que me apiadé de él y negué con la cabeza.

-Seguro que con mi Alec tenemos todo cubierto, ve con mi bizcochito, aunque no metas la mano en mis vendajes que son una obra maestra.

Con eso quedamos solo el chico, Alec y yo en la habitación, no sabia como podía echar al otro de forma cortés, así que no me quedaba otra que no serlo.

-Bien como te llames, necesito que te vayas para comenzar la investigación -dije sin verle a la cara haciéndome el interesante viendo un libro.

-No me iré a ningún lugar -dijo y yo levanté la vista irritado, no había dormido y en ese minuto podría matar a alguien por un café bien cargado.

Lo que pudo serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora