El amigo de mi mejor amigo- Harry Styles

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Hace 18 años, en 1997...

-Mira Elena, este es mi amigo Ed- saltó mi amiga Ainhoa después de correr todo el patio para llegar al lado de ese tal Ed.

-Hola, soy Elena- dije a aquel niño pelirojo de 6 años.

-Hola, yo soy Ed- contestó con un poco de vergüenza.

-¡Genial! ¡Ahora seremos todos amigos!- exclamó mi amiga Ainhoa entusiasmada. Siempre ha sido muy alegre con estos temas.

Hace 10 años, en 2005...

-Ed, enséñame como tocas la guitarra por favor- dije haciendo pucheritos para intentar convencerle.

-Me da vergüenza, Elena...- dijo él un tanto pudoroso- Nunca he tocado delante de alguien que no fuese mi familia y me da mucho corte...

-¡Oh, vamos Ed! Somos mejores amigos, soy como de tu familia- dije intentando animarle-. Además, tendrás que ir practicando para el futuro cuando seas cantante profesional- le animé, sonriendo y guiñándole un ojo.

-No soy tan bueno Elena...- dijo él con una sonrisa nerviosa.

-Déjame escucharte y ya te diré yo.

Dicho eso, Ed cogió su guitarra aun dudando un poco y se sentó delante de mí. Me miró antes de comenzar y le sonreí mientras asentía levemente con mi cabeza para que estuviera más tranquilo y confiado. Así, pronto toda la habitación se inundó de acordes de guitarra y de su voz.

-¿Te ha gustado?- dijo Ed cuando finalizó la canción.

-¿Bromeas? ¡Ha estado genial Ed! Mi mejor amigo va a ser famoso, ¡viva!- dije como loca abrazándole con todas mis fuerzas, haciéndole reír.

De verdad que tenía talento.

Hace 5 años, en 2010...

Estaba en mi sofá tirada más nerviosa que una vaca en el matadero, cuando al fin sonó el móvil y lo cogí sin siquiera mirar quien era. Lo sabía de sobra.

-¡Dime que sí Ed, dime que te han admitido!- le grité desesperada a la otra línea del teléfono.

-¡Sí Elena, la discográfica me han dicho que sí! ¡Voy a grabar mi primer álbum!

Jamás había oído a Ed así de entusiasmado. Había pasado por tanto antes de llegar allí, había luchado tanto. Nunca se rindió apesar de cerrarle muchas puertas. Ahora, al fin, podría demostrarle al mundo todo el talento que él tenía.

-¡Lo sabía Ed, sabía que lo conseguirías! ¡Esto es solo el comienzo Ed, y no puedes imaginarte lo orgullosa que estoy de ti!

-Muchísimas gracias por todo Elena, eres la mejor amiga que podría haber deseado tener.

-No me agradezcas estas cosas, tonto. Anda, ponte a componer el mejor álbum que este mundo haya escuchado- dije yo aun histérica-. Ya huelo como tus premios se acercan.

-No vayas tan rápido Elena, no quiero desilusionarte.

-Nunca podrías hacerlo, Ed.

Hace 3 años, en 2012...

-Estoy muy nervioso, son mis primeros Brit- dijo Ed mordiéndose las uñas cuando vió su nominación en la pantalla grande.

-Tranquilo Ed, has hecho esto antes. Además, de esta nominación eres sin duda el mejor- dije echando un vistazo a los candidatos.

-Y el ganador en la categoría de Mejor artista masculino británico solista es para...- dijo la presentadora.

Podía notar como los latidos de mi corazones aumentaban a cada segundo, y como mis manos comenzaban a sudar. Ed estaba peor que yo, se lo notaba. Los segundos que pasaban mientras la presentadora abría el sobre para anunciar quien sería el ganador se hacían eternos.

-¡Ed Sheeran! ¡Por su increíble trayectoria en menos de 2 años!- dijo la presentadora, haciendo que todo el recinto se inundara de aplausos mientras su single The A Team comenzó a sonar de fondo.

Yo no podía estar más feliz y me costó guardar la compostura para no ir saltando de un lado para otro al igual que Ed. Los dos teníamos la mayor de nuestras sonrisas en los rostros y nada más oír que había ganado, nos abrazamos, descargando por fin la tensión acumulada.

En cuanto nos despegamos, Ed subió al escenario para decir unas palabras y, obviamente, a recoger su premio.

-Muchísimas gracias de verdad- dijo Ed admirando su premio con toda la felicidad del mundo-. Nunca pensé que algún día podría recibir un premio y menos aun un Brit de la tierra que me vió crecer...- dijo recitando su discurso que le había pedido que se preparara.

Yo le escuchaba más orgullosa que una madre, con una sonrisa de oreja a oreja, hasta que me di cuenta que alguien me estaba observando. Me di la vuelta y comencé a buscar aquel par de ojos que sentía en mi nuca y hacían que me sintiera un tanto incómoda debido a la inesperada atención en mí.

Por fin los encontré, y resultaron ser de un chico de pelo rizado y ojos verde esmeralda. En cuanto nuestras miradas se cruzaron, él me dedicó una media sonrisa haciendo que un hoyuelo pareciera y sus ojos se achinaran levemente.

¿Intentaba ligar conmigo?

Sus ojos no se despegaban de mí, así que le devolví una sonrisa de amabilidad y me di la vuelta para seguir escuchando a Ed. Realmente mi amabilidad era fingida, lo hice más bien para que me dejara en paz. Odiaba a los babosos. Lo cierto es que el chico me sonaba, creo que era de una nueva banda llamada One Direction. Me parece que su nombre era Harry. Me acordaba por Harry Potter. Absurdo, lo sé, pero mi cerebro funciona así.

El chico era bastante guapo, pero la verdad es que aquella noche no podía fijarme en otro hombre que no fuera mi hermoso Ed recogiendo el premio en el que tantísimo se había esforzado durante todos estos años.

Actualmente...

Por aquel entonces no pensé que aquel chico fuera a llegar mucho más lejos en mi vida. Creía que era otro chiquillo hormonal que tonteaba con cualquier chica que se le cruzaba por delante. No lo volví a ver mucho más, salvo en algún acontecimiento que otro en el que Ed me llevaba de invitada. Eso sí, en todos y cada uno de ellos, allí estaba aquel chico y siempre se me acercaba.

Ed me cuenta que pregunta muchas veces por mí. Según él, a Harry le suelen dar venazos de amor, pero que nunca le había durado tanto uno, así que supone que conmigo quiere algo más "serio", y que cuando se le mete algo entre ceja y ceja, no hay nadie que le pare. Pero yo, simplemente, no creía que aquello fuera amor. ¿Y sabéis qué? Tenía razón, pero eso lo descubriría más adelante.

Ingenuo Styles. No sabe con quien se ha metido.

Si quiere jugar, que prepare sus mejores bazas. Porque yo no pienso perder.