11- 𝑉𝑜𝑐𝑒̨

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Tom.

Nos adentramos en el bosque prohibido. Una parte de mi deseaba mirarla mientras caminabamos, otra me decía que me quede siguiendo el paso con la vista hacia el oscuro y profundo montón de arboles.
Estabamos siguiendo un camino y decidimos quedarnos en un pequeño lugar que encontramos entre los arboles. Libre de bichos y pocas ramas y piedras que pudieran jodernos al dormir.
Ella tomó mantas que había traido y empezó a extenderlas, haciendo una especie de suelo en el que pudieramos sentarnos. Yo la miré y ella solo siguió su curso en el trabajo de hacer que esta noche fuera algo pasable. Yo ví un par de troncos y ramas grandes. Algunas tablas, seguro que Hagrid había estado por aquí, tirando restos de madera.
Yo los tomé y los coloqué en forma de casita india sobre las mantas, cómo un fuerte detres paredes. Me quedaban dos maderas, una la usaría cómo puerta para que no entren bichos al dormir. Ella me miró, curiosa. Había hecho una especie de casa de madera en el que podríamos entrar los dos, muy apretados, pero podríamos entrar.

-¿Que se supone que es esto?- dijo.

-Su castillo por esta noche, su odiosa majestad- dije, burlón y con una mirada de desdén.

-Esto está...bien- dijo ella -Gracias Tomate enculado- me dijo.

La miré.

-De nada, tetas caidas- dije.

-Oye!- me miró, estaba algo sonrojada, solo un poco.

Yo dejé de mirarla, pero me reí por lo bajo sin que ella lo notara.
Ella traía una ropa cómoda, algo abrigada...pero no creía que eso pudiera protegerla del frío toda la noche. Yo me limité a mirarla. Ya eran cómo las 11:30 y estaba bastante oscuro. Ella me empezó a mirar.

-Habla- dije, sin mirarla, al ver que ella si me miraba a mi.

-¿Cómo vamos a...conseguir la muestra de una criatura magica?- me miró.

Esta chica no sabía con quien se encontraba hablando.

-Eso va a ser facil, dejamelo a mi- la miré. Ella solo alzó los hombros y sacó un libro de su pequeña bolsa.

Yo la miré con algo de curiosidad, pero preferí ignorarla. Solo ví el nombre del libro..."Você e eu, no escuro", Tu y yo en lo oscuro, en portugues...mm, interesante.
Tomé un poco de agua y luego de unos segundos, opté por sentarme a su lado.

-¿Que lees?- la miré.

Atenea.

Lo miré.
El se había sentado a mi lado, mirandome. Yo despegué mi vista de la suya y me empecé a preocupar por el libro y no por su mirada.

-Un libro- dije, mirando las paginas.

El solo soltó una risa sarcastica y me quitó el libro. Puso una voz distinta pero atractivamente buena y pronunció.

-Você e eu, no escuro- su acento portugues era...mierda.

Me quedé perdida por unos segundos hasta que me desperté del transe.

-Damelo- dije, tratando de quitarselo.

El sonrió un poco y se tiró hacia atrás, abriendo el libro. Yo me tiré encima de el para quitarselo.

-Riddle!- reí un poco al ver su cara desprevenida cuando me tiré encima suya y traté de quitarselo.

-Esta vez no, su majestad- Dijo, tirandome un par de cosquillas.

Reí -Basta, Basta!- reía.

Tom.

Estaba encima mío, riendo y pidiendo que deje de hacerle cosquillas. Se veía bastante linda arriba de mi, riendo y feliz. No sabía que me estaba pasando, pero veía a esta chica de una forma, la cual era diferente a la que veía a todos...y más a las chicas.
Siempre había sido de las chicas de una noche y que ninguna me atraiga por mucho tiempo...pero ella no solo me parecía sexy, o para una noche...me parecía...bella.

Narcissist- 𝑇𝑜𝑚 𝑅𝑖𝑑𝑑𝑙𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora