04.

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Jiwoong no sabía por qué, pero cuando salió de su primera clase del día, lo único que podía pensar era en la bonita carita de Matthew.

Sacudió su cabeza, fastidiado, mientras saludaba a Gyuvin con los labios fruncidos.

Su amigo pareció notar enseguida que algo no iba bien porque lo miró con una ceja enarcada, pero Jiwoong no tenía ganas de decirle algo, no ahora.

¿Cómo le iba a contar que su mamá le estaba pagando a un chico para que fuera su novio? Eso no sólo sonaba irreal, sino también estúpido y desquiciado. En pocas palabras, lo que su madre había hecho era una tontería del porte de un buque, y no sólo eso, porque también se sentía algo humillante. Es decir, ¿su mamá consiguiéndole novio al verlo incapaz de que lo hiciera por sí mismo? Qué vergüenza más grande.

Hanbin apareció de pronto de la mano de su novio, Hao, y al notar lo irritado que se veía él lo miraron con curiosidad, queriendo saber qué ocurría. Sin embargo, Gyuvin se encogió de hombros diciéndoles de esa forma que tampoco tenía idea de algo.

Y, por supuesto, ahora que Jiwoong conocía a Matthew y sabía qué estudiaban en la misma universidad, encontrárselo resultaba inevitable.

Más inevitable aún gracias a que Matthew tenía una risa tan escandalosa, una presencia tan brillante, que hacía que todo el mundo le mirara. Se había dado cuenta de eso desde el primer momento en que le sonrió.

Así que, al salir al exterior a tomar un poco de aire, se lo encontró abrazado a un rubio con cara de gato (no, de rata, mejor dicho) pensó con odio. Ambos debajo de un árbol, como si estuvieran en un momento íntimo entre los dos.

Como si fueran novios.

La sangre de Jiwoong hirvió por completo, pero no tenía claro por qué.

Matthew soltó una risa por algo que había dicho el cara de rata, y acto seguido se recostaron sobre el césped, sin dejar de abrazarse el uno al otro.

-Jiwoong, ¿a quién quieres matar ahora? -preguntó Gyuvin irrumpiendo sus pensamientos que incluía un cuchillo y veneno para ratas.

-Si les dijera que tengo novio, ¿cómo reaccionarían? -murmuró sin dejar de mirar a la pareja, que hablaban en voz baja y observándose en todo momento.

Hanbin escupió el agua que estaba tomando sobre el pobre de Hao, que chilló por el asco mientras Gyuvin se ahogaba con su saliva.

-¡Lo siento, lo siento, cielo! -dijo Hanbin buscando un pañuelo en su bolsillo mientras su novio lo miraba con odio mal disimulado-. ¿De qué estás hablando, anciano?

Jiwoong fulminó con la mirada a Hanbin, que se encogió en su lugar debido a que estaba rodeado por un novio que quería matarlo y un amigo que parecía un psicópata.

-Eres asqueroso, Hanbin -dijo Hao, quitándole el pañuelo-. Bueno, si Jiwoong quiere un novio, bien por él, a ver si le quita esa cara de amargado que tiene.

Ahora los ojos de Jiwoong se movieron hacia el chino que lo miró con desafío.

El de cabello negro soltó un resoplido para luego ponerse de pie, alejándose.

Los tres amigos observaron el momento en el que Jiwoong se acercaba a paso furioso a dos chicos que estaban abrazados bajo un árbol, y uno de ellos lo miró con sorpresa antes de sonreír y exclamar "¡Lindo!". Sin embargo, su sonrisa se transformó en un grito cuando Jiwoong agarró al otro muchacho y lo lanzó lejos. Atónitos, siguieron viendo a su amigo tomar al muchacho con cara de conejo por el cuello de la sudadera, arrastrándolo hacia ellos, y sentarlo a su lado a pesar de sus protestas.

-Él es Matthew -dijo rechinando sus dientes-, y es mi novio.

Hanbin volvió a escupir sobre Hao.

Hanbin volvió a escupir sobre Hao

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novio de alquiler ∼ mattwoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora