❝Kim Jiwoong odia las cosas del amor, y sobre todo, los novios. Su madre cree que una pareja lo haría cambiar de opinión así que decide "alquilar" a un chico con una preciosa sonrisa, Seok Matthew, para que sea el novio de su antipático y lindo hijo...
Matthew estaba haciendo ese gesto extraño con la boca, ese triángulo malévolo que nunca avecinaba cosas buenas, todos lo sabían, y Yujin comenzó a sudar frío.
Normalmente, Matthew siempre sonreía, parecía lanzarle flores a todo el mundo, y verlo en ese estado era un shock para todos. Matthew lucía como si fuera capaz de arrancarle la cabeza al pobre de Yujin sólo con sus manos.
Yujin comenzó a temblar por el miedo, e instintivamente Jiwoong lo abrazó para tratar de calmarlo. El chico, después de todo, era más pequeño, delgado y frágil, y Matthew parecía dispuesto a lanzarse sobre él.
—Y tú, Kim Jiwoong —las palabras salieron heladas, sin diversión, y el aludido supo que estaba en problemas porque Matthew nunca lo llamaba por su nombre completo a menos que fuera algo realmente serio—, ¿has olvidado que tienes un novio?
El pobre de Yujin parecía a punto de romper a llorar.
—Oye, Matthew, ¡no te pases! —le regañó Ricky poniéndose de pie, tomando valentía por un breve momento.
Pero Matthew lo fulminó con la mirada y Ricky decidió que quería conservar su cabello rubio ese día.
—No estoy hablando contigo, Ricky —dijo Matthew volviendo a mirar a Jiwoong y a Yujin—, sino con mi exnovio.
¿Ex...?
—¿Estás terminando conmigo? —preguntó Jiwoong de forma incrédula.
—¿Y a ti que te parece? —replicó Matthew con desdén.
—¡No pueden terminar, Matt! —gritó Yujin rompiendo a llorar—. ¡No puedes hacerlo, deja que te lo explique!
Sin embargo, Matthew se limitó a bufar para luego girarse, marchándose a pasos veloces, todavía con esa expresión de ira difícil de ocultar.
Y Yujin entró en desesperación.
—¡Ve... ve tras él, tú idiota! —lloriqueó empujando a Jiwoong.
El pelinegro lo miró atónito.
—No puedes estar hablando en serio, ¡no hicimos nada malo! —gruñó Jiwoong, todavía sin poder creer que de verdad estuviera ocurriendo eso.
¿Realmente Matthew estaba terminando con él? ¡Si para comenzar, ni siquiera eran novios de verdad!
Y si no lo eran, ¿por qué esa ruptura le estaba doliendo tanto? ¿Por qué ver a Matthew actuar así lo hirió en lo profundo del corazón?
—¡A.mí.no.va.a.escucharme! —sollozó Yujin—. ¡Debes —un golpe en el pecho— ir —otro golpe— tras él!
Yujin parecía querer darle otro golpe, pero entonces alguien lo tomó de los hombros, deteniéndolo y girándole.
—Oye, Yujin-ah —murmuró Gyuvin abrazándolo de golpe—, tranquilo, por favor, cálmate.
Yujin abrazó a Gyuvin, para sorpresa de todos, pero tan rápido como se acercó se alejó de la misma manera.
—¡Ve tras Matthew, Jiwoong! —ordenó Ricky de pronto, molesto.
Jiwoong quería replicar, decirle algo, pero al ver cómo Yujin ahora le daba golpecitos en el pecho a Gyuvin le hizo ver que si dejaba que su orgullo se interpusiera, las cosas con Matthew podían quedar rotas para siempre.
Y Jiwoong no quería eso. Fueran o no fueran novios, Jiwoong no quería que todo con Matthew se arruinara por un malentendido.
Así que se alejó de los chicos siguiendo el camino por el que Matthew se había ido, dispuesto a aclararle todo lo que había pasado, esperando encontrárselo hecho una furia todavía.
Pero no esperaba encontrárselo llorando en una banca como un niño pequeño, desesperado para que alguien lo sostuviera.
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