08.

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La convivencia sana no fue para nada difícil. Matthew era, en pocas palabras, alguien colaborativo si se hablaba correctamente con él.

Algo que Jiwoong aprendió a las malas luego de haberle ordenado que no se colgara de su cuello y Matthew le concedió su deseo, pero no sin antes humillarlo por todos los pasillos de la universidad cuando imprimió una foto de su cara con un "SE BUSCA" y le preguntaba a la gente si había visto a su lindo chico.

Recordar ese episodio hacía que su rostro ardiera en vergüenza.

Además, su mamá parecía encantada con Matthew, que lo pasaba a buscar todas las mañanas con su envase lleno de pastelitos. Su mamá solía comprarle varios todos los días, y Jiwoong solía comérselos a escondidas para no admitir lo buenos que eran.

Incluso había comenzado a llevarse bien con sus amigos, en especial con Yujin, en tanto Matthew generó también cierto acercamiento con Gyuvin, juntándose de vez en cuando.

El único que parecía mirarlo feo era el cara de rata, pero Jiwoong lo pasaba por alto siempre.

Incluso ahora que Matthew estaba recostado en sus piernas, jugueteando con su cámara fotográficas. Frente a él, Ricky estaba sentado hablando con Gyuvin, acariciándole el cabello a Yujin de forma distraída.

—Sonríe, lindo —dijo Matthew mirándolo por el lente de la cámara.

Matthew le había contado, semanas atrás, que estaba estudiando Fotografía y que luego pensaba seguir estudiando Artes.

Su falso novio no le había hablado en dos días luego de decirle que encontraba que era una carrera sin futuro.

—No me saques fotos —regañó Jiwoong cubriendo su rostro.

—Pero si tu cara es muy linda —Matthew le acarició la mejilla, sin dejar de sonreír—. Eres como un modelo, como el típico chico malo de la escuela que tiene a todo el mundo loco.

Jiwoong desvió la vista, pero sintió sus mejillas un poco ruborizadas. Chocó con la mirada burlona de Gyu y chasqueó su lengua.

—Me estás avergonzado —regañó pellizcándole la oreja a Matthew, causando que se riera.

—Somos novios —Matthew le sacó la lengua—, puedo avergonzarte todo lo que quiera.

—Es divertido, saben —dijo de pronto una maliciosa voz, y levantaron la vista para encontrarse con un sonriente Yujin—, llevan saliendo un mes, pero nunca los he visto besarse. ¿Y tú, Ricky?

Matthew se enderezó, repentinamente pálido, en tanto Jiwoong tragaba saliva.

—Nope —Ricky los miró con una ceja enarcada.

—¿Tú, chico robahermanos?

Oh.

¿Qué?

Yujin fulminaba con la mirada a Gyuvin, que esbozó esa típica sonrisa cuadrada que sólo él sabía hacer, mirando a Yujin con diversión.

Ricky tragó saliva, metido entre ellos dos.

Matthew quiso reír ante la situación si no hubiera estado en problemas.

—No, aunque a veces veo a Jiwoong mirando fijamente los labios de Matthew.

Bueno, bueno...

¡¿Qué?!

Jiwoong desvió la vista, humillado, mientras Matthew ocultaba su rostro entre sus manos.

Yujin soltó un resoplido, disgustado.

—Si son novios, ¿por qué no se besan? —los miró con desafío.

Matthew tenía la mentira perfecta, por supuesto.

—Jiwoong es demasiado reservado, ustedes saben–

Pero no pudo terminar su frase cuando de pronto Jiwoong lo tiró al suelo, chocando su boca con la suya, y todo pensamiento coherente se esfumó de su cabeza.

Sí, también podían besarse para librarse de ese pequeño problema.

Porque, ¿qué podía salir mal si se daban un beso?

Porque, ¿qué podía salir mal si se daban un beso?

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novio de alquiler ∼ mattwoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora