Cachorro.

2K 237 23
                                    

El beta miró a Hyunjin, tenía un bonito reloj en una mano y un aura de superioridad que todo beta tiene, su madre por otra parte, estaba comportándose como algo que no era, una buena mujer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El beta miró a Hyunjin, tenía un bonito reloj en una mano y un aura de superioridad que todo beta tiene, su madre por otra parte, estaba comportándose como algo que no era, una buena mujer.

A Hyunjin le asqueaba un poco la manera en que su madre lucía tan atenta con aquel hombre, de modo en que se preguntó ¿este era otro amante o no?.

―Hay buenas noticias para ti hijo ―dijo ella ―, este de aquí es un buen amigo mío y está en busca de un cachorro.

Entonces todo tomo sentido, Hyunjin tragó saliva, era lento, pero no estúpido, así que corrió a las piernas de su madre implorando que no tomara aquella decisión.

Su madre trató de alejarle, mientras el beta le miraba de forma burlona.

―Hyunjin, eres un alfa de baja categoría, si no eres acogido por alguien terminaras en un burdel -aclaró su madre ―además, irás a una buena casa, no seas remilgoso y empaca tus maletas.

Hyunjin miró a su madre y le parecía cruel, puede que no le mostrará cariño, pero era su madre, sabía que los alfas eran vendidos para la diversión de familias adineradas, pero creía que su madre al menos le tenía el mínimo cariño como para no venderlo, así que rompió en llanto aferrado a su pierna.

―Muchacho ―dijo el hombre que continuaba mirándolo ―, deberías saber que esto no es tu decisión, si no de tu madre, tú eres solo un perro, no tienes voz ni voto, además, como dijo tu madre, en el futuro solo te espera o el burdel o el trabajo forzado, aprovecha ahora que eres algo adorable y joven y ven conmigo a las buenas.

Y lo sabía, era claro que no era un omega con dinero o un beta de buena familia, pero el hecho de ir a un lugar con ese extraño le asustó, pero obedeció, su instinto le dijo que si se negaba, se ganaría una lluvia de golpes por parte de su madre y otra más por el extraño, miró a la mujer que le dió la vida con odio, sin parar de llorar y metió a su mochila la poca ropa que tenía.

―La... la escuela ―gimoteo mientras subía al lujoso auto del hombre.

―Eso lo discutiremos con mi esposo ―dijo cortante, miró al chico detenidamente confirmando que su decisión había sido la correcta, el alfa era sumiso y algo adorable por lo que su esposo estaría contento, sin embargo no sabía como sus hijos tomarían la noticia.

―Eso lo discutiremos con mi esposo ―dijo cortante, miró al chico detenidamente confirmando que su decisión había sido la correcta, el alfa era sumiso y algo adorable por lo que su esposo estaría contento, sin embargo no sabía como sus hijos tomarí...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La casa a la que le llevaron estaba en el centro de la ciudad, era amplia, de dos pisos, rodeada de un jardín pequeño donde los muros eran tan altos, que salir por ahí saltando no era muy inteligente.

El hombre le guió hasta donde estaba la entrada y al abrir la puerta se encontró con un chico muy joven corriendo descalzo y sin camisa con los brazos en alto por todo el lugar, detrás de una pequeña niña que corría gritando, haciendo que sus oídos dolieran, posiblemente era alguien que visitaba pues el hombre no les presto mucha atención.

No necesito que se lo dijera, aquel chico era un alfa, que estaba domesticado, parecía ser de esos que compran desde bebés y les mantienen en casa como juguete de niños ricos, pues el chico era enérgico y no parecía molesto con el collar que en su cuello colgaba.

Pero al dueño de la casa, no le importo el ruido, pues se adelantó adentro subiendo los escalones sin mirar a la pequeña y al alfa.

―Sígueme ―indicó al chico que tímidamente cargaba una pequeña maleta.

Tocó la puerta de una de las habitaciones en el segundo piso y un hombre de finas facciones, delgado y alto salió de ahí.

―¿Chris? ―el hombre miró al chico detrás de su esposo que se encogió intimidado por su presencia -¿es él?, ¿lo conseguiste? -el hombre frente a Hyunjin asintió y pasó a la habitación.

Hyunjin fue examinado de arriba a abajo con una mirada rápida.

―¿Ya tuviste tu primer celo? ―preguntó uno de ellos, aquella era una pregunta que tenía vergüenza de responder.

―Vamos mocoso, mi esposo te preguntó algo ―repitió con voz ronca el de atrás asustándolo.

―No... yo... no he tenido el celo ―comenzó a susurrar.

―¿Cuántos años tienes?.

―Diecisiete ―replicó.

―Qué raro que aún no tengas celo ―dijo curioso el hombre ―, entonces debo suponer que eres virgen ―aclaró casi afirmándolo a lo que Hyunjin asintió con lágrimas en los ojos, se sentía humillado ¿porque tenía que darle explicaciones a esos extraños sobre algo tan íntimo?.

―Bueno, amor, supongo que tienes buen ojo, no solo es dócil, también virgen, él será más fácil de controlar que el último alfa.

El de atrás sonrió mirando a su esposo alegre de su aprobación, estaba feliz de complacer a su esposo.

―Supongo que debo ser yo, el dueño de la casa, quien te explique todo ―y dicho esto salió del cuarto, Hyunjin se quedó ahí, encogido por lo extraño que todo resultaba, sabía que los alfas eran adoptados, pero no sabía para qué.

Momentos más tarde el hombre volvió con ropa en las manos.

―Esto es de nuestro pequeño y adorable hijo Seungmin ―mencionó ―pero jamás lo usa, así que póntelo en lo que te conseguimos ropa, lo que tienes puesto es algo repugnante. -dijo de forma en que Hyunjin se sintió mal consigo mismo.

Se puso aquella ropa que le quedaba grande mientras el hombre seguía hablando.

―Bien, somos cuatro personas en esta casa, mi pequeño hijo Seungmin, tiene un año menos que tú, mi adorable hijo omega, que es de tu misma edad, mi esposo, beta y apuesto que ves ahí, el señor de casa claro está, Lee Christopher y luego yo, el que toma las decisiones Lee Changbin, ya sabes, el "Lee" porque soy su esposo ―hizo una mueca alegre.

―Me llamo Hyunjin ―dijo inocentemente creyendo que era algo descortés no presentarse.

―Así que Hyunjin, bueno, me agrada, mira, tu deber en esta casa, es ser el asistente de nuestro hijo mayor, él va a casarse en pocos meses, con otro omega, así que eres como el regalo de bodas, ¿sabes la función de un alfa que es regalo de bodas para omegas?.

Hyunjin pensó un poco.

―¿Cocinarles?.

Changbin se rió al igual que Christopher.

―No querido, los alfas son perros de cruza, tu deber es premiar a nuestro hijo o a su futuro esposo.

Hyunjin trago saliva, no sin antes dar un vistazo rápido al cuadro que estaba en la pared de aquella habitación.

―Olvide mencionarlo, mi hijo mayor, es Lee Felix.

―Olvide mencionarlo, mi hijo mayor, es Lee Felix

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝑴𝒊 𝑸𝒖𝒆𝒓𝒊𝒅𝒐 𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂 | 𝑯𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙 ⁽ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora